¿Influirá en Sahel la crisis económica que afecta a nuestro país? Sin duda. En la era de la globalización, los países se interrelacionan entre sí como una tela de araña. En ella quedan atrapadas, sobre todo, las regiones más débiles. Y entre ellas destaca Sahel, el denominado “cinturón del hambre” africano. El efecto dominó de la globalización hace que la crisis mundial, de la que España tampoco escapa, suponga una disminución de las remesas que envían las personas inmigrantes a sus países de origen localizados en Sahel. Como consecuencia, unas zonas de por sí deprimidas se ven incapaces de salir a flote y se enfrentan a una vida con escasos recursos, que cada vez son menos. La buena noticia es que podemos ayudar. La menos buena, es que no todos lo hacen y esto perpetúa una situación de hambre, dolor y drama, que no por ausentarse de nuestras pantallas lo hace de la realidad.
Las remesas enviadas a África Subsahariana han disminuido de manera drástica y, como consecuencia, los recursos de Sahel también
«Nuestra crisis afectará al Sahel». El director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué, ha sido tajante al describir un escenario donde todos somos protagonistas. Si bien la crisis española no es el desencadenante de la situación que atraviesa Sahel, su influencia es patente por varios motivos. «Las remesas enviadas a África Subsahariana han disminuido drásticamente», detalla la organización. Pero además, «la paridad del franco CFA con el euro hace a estos países más vulnerables a la debilidad de la moneda europea», agrega. A ambos factores se unen los recortes de la ayuda española y su reorientación hacia América, lo que a juicio de ACH «castigaría duramente a los países más amenazados por el hambre».
La crisis de Sahel es una crisis global. La ONU ha alertado de que esta región está al borde de una crisis humanitaria. Su situación depende de la del resto del planeta y esta dependencia coloca a la región en una posición muy vulnerable. Sahel es sinónimo de desnutrición, violencia y falta de ayuda humanitaria. Es una crisis anunciada, describe ACH, que se prevé difícil de superar si no se ponen los medios necesarios para ello.
Violencia y malnutrición en Sahel
Las cifras son alarmantes. Más de 75.000 personas han abandonado sus hogares en Malí para huir de la violencia y casi 10 millones sufren hambruna y desnutrición, además de «agotar muy pronto sus reservas de alimentos». ¿El motivo de este caos? Por un lado, «el fin del conflicto libio ha dejado a muchos subsaharianos armados en la región», señala ACH. Por otro lado, «la escasez de precipitaciones y los niveles de agua, las malas cosechas y la falta de pastos», junto con la subida del precio de los alimentos, explica Oxfam Internacional.
En Sahel, muchas personas han reducido el número de comidas diarias o se alimentan con hojas silvestres
ACNUR ha redoblado su respuesta en Malí para hacer frente al precario estado de la zona. La agencia de la ONU ha enviado ayuda humanitaria a los países limítrofes, «donde miles de personas huyen de los enfrentamientos entre los rebeldes tuareg y el ejército». Tiendas de campaña para Mauritania, Níger y Burkina Faso. Esterillas, mantas, bidones, mosquiteras y utensilios para cocinar. Alimentos, agua potable y cobijo para los refugiados que llegan a la frontera de Mauritania con Malí, donde se cuentan hasta 10.887 refugiados malienses.
No es la primera vez que Sahel atraviesa una situación crítica, pero a diferencia de las crisis de 2010 y 2005, «el clima de inestabilidad política y social y la presencia de grupos armados es un factor agravante», subraya Longué. La crisis alimentaria exige actuar «de forma rápida y eficaz», alerta Oxfam. De lo contrario, la situación podría agravarse en primavera debido a la falta de lluvias y de ingresos. «No debemos esperar hasta que la gente esté famélica para empezar a actuar», ha señalado el relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación, Olivier de Schutter.
Sahel ha entrado en una fase 3 o de crisis alimentaria aguda, según los criterios internacionales, si bien las zonas del norte de Malí afectadas por la rebelión tuareg y la parte de Nigeria donde se han registrado episodios de violencia «pueden entrar muy pronto oficialmente en fase 4, de emergencia humanitaria», estima Acción contra el Hambre. La siguiente fase supondría declarar la hambruna. Por este motivo, la ONG revela: «Muchas personas han adoptado ya mecanismos de supervivencia extremos, como reducir el número de comidas diarias o alimentarse con hojas silvestres».
Niños: principales afectados por la crisis de Sahel
Sahel es una región semidesértica al sur del Sáhara. Esto implica que las cosechas sean escasas y que la situación se agrave debido a la escasez de lluvia y la subida del precio de los alimentos. Los principales afectados son los niños menores de cinco años, quienes acusan de manera especial las consecuencias de esta crisis. En total, UNICEF calcula que más de un millón de niños necesitan tratamiento contra la desnutrición aguda grave y ACH prevé para abril 2,6 millones de casos de desnutrición aguda entre menores de cinco años. La estrategia de UNICEF pasa por proveer de alimento terapéutico a los pequeños, desarrollar medidas preventivas y entregar aportaciones en efectivo a las familias más vulnerables.
Las estimaciones de UNICEF alertan de que siete de los ocho países de la zona han alcanzado focos con tasas elevadas de desnutrición en niños menores de 5 años. «Los índices de desnutrición en las regiones más secas de Chad y Mauritania, Níger o Malí ya requieren una respuesta de emergencia«, recalca. «En el resto de países de la región, Burkina Faso, Senegal, el norte de Camerún y Nigeria, comunidades enteras también están en riesgo», prosigue.
Los ciudadanos pueden colaborar para afrontar la crisis que afecta a Sahel. Las ONG cuentan con varias vías para recibir donaciones:
- Acción contra el Hambre. La mejor forma de colaborar es a través del teléfono 900 100 822, puesto que de esa manera se aportan los datos suficientes para gestionar la emisión del certificado de donación y la transferencia a las cuentas bancarias de ACH:
- Santander 0049/0001/52/2410030007
- Bankia 2038/1052/44/6000741510
- La Caixa 2100/2999/93/0200030018)
También es posible donar con tarjeta de crédito, a través de paypal, fax (91 391 5301) o con un sms al 28010 con la palabra “hambre”.
- Intermón Oxfam. Los donativos se realizan a través de Internet o por teléfono (902 330 331).
- UNICEF. Las donaciones se realizan desde su página web o por teléfono (902 31 41 31).
- ACNUR. Donar es tan fácil como facilitar los datos del donante en la página web. El donante decide el importe.