Sandía, melón, melocotón y ciruela. Estas cuatro frutas están compuestas por más de un 80% de agua. Por ello, después de nadar, jugar a la pelota y pasear por la orilla del mar, son idóneas para calmar la sed y, también, el apetito. La exposición solar intensa y prolongada puede facilitar la deshidratación, por lo que es importante beber suficientes líquidos y consumir alimentos ricos en agua. A continuación, se detalla una selección de las cuatro frutas más convenientes para hidratarse en la playa y reponer energía y varios trucos prácticos para lograr este objetivo en verano.
Frutas de verano: la mejor selección para hidratarse
Las cuatro frutas de verano seleccionadas -idóneas para llevar a la playa- se caracterizan por contener más de un 80% de agua en su composición. Por este motivo, su aportación calórica es escasa, ronda las 25-50 kcal/100 g. A pesar de compartir muchas similitudes, cada una se caracteriza por determinadas peculiaridades:
1. Sandía. Es la fruta que mayor cantidad de agua contiene, alrededor del 90%-95% de su peso, por lo que su aporte energético es muy bajo (27 kcal por 100 gramos de porción comestible) y tiene pocos macronutrientes, la mayoría de ellos hidratos de carbono. Posee cantidades apreciables de diversas vitaminas y minerales. En su composición, destaca el contenido en licopeno, un carotenoide al que se le atribuyen propiedades saludables, como la reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular y de determinados tipos de cáncer, en especial, el de próstata.
2. Melón. Con una composición nutricional similar a la de la sandía, el melón se distingue por su aporte de vitamina C y ácido fólico. En concreto, 100 gramos de melón proporcionan la mitad de la dosis diaria recomendada de vitamina C. Algunas variedades de melón, como el Cantaloupe, son una de las frutas con mayor contenido en ácido fólico.
3. Melocotón. Esta fruta de piel suave, con aroma y sabor dulce, aporta mucha agua y pocas calorías. Contiene una cantidad significativa de distintos tipos de fibra, que contribuyen a mejorar el tránsito intestinal. De las pequeñas cantidades de vitaminas con que cuenta, destaca la vitamina C. Un melocotón de unos 250 gramos cubre el 25% de las ingestas diarias recomendadas de esta vitamina. Su pulpa amarillenta es indicativa de carotenoides, con actividad pro-vitamina A y antioxidante.
4. Ciruela. Hay más de 200 variedades, aunque las más conocidas se clasifican según su color: las ciruelas amarillas (de sabor ácido y abundante jugo), las rojas (con mucho jugo y un sabor más dulce que las amarillas), las negras y las verdes (también denominadas Claudias, firmes, jugosas y muy dulces). Las ciruelas poseen una cantidad importante de fibra que, junto con otros compuestos que estimulan los movimientos peristálticos del intestino, facilitan el tránsito intestinal. Las variedades rojas contienen antocianinas, compuestos con actividad antioxidante.
Trucos para hidratarse en la playa
En el momento de escoger las frutas para el picnic playero, hay que tener en cuenta la conservación de la temperatura y minimizar la manipulación.
En primer lugar, se aconseja almacenar la fruta en una fiambrera con un acumulador de frío (placas de agua congelada). De esta manera, se garantiza el mantenimiento de las condiciones higiénicas y las piezas se pueden consumir frescas.
Al llegar de la playa, se pueden tener listas varias preparaciones de fruta fresca en la nevera: dados de sandía, brochetas de sandía, melón y otras frutas, albaricoques y ciruelas, gazpacho frío de melón, macedonia de melocotón y kiwi, etc.
Durante las horas de playa y después, es imprescindible además beber agua. Esto puede ser más fácil en casa o en el hotel, ya que en la playa no siempre se dispone de una fuente, un botellín o un chiringuito donde comprarlo. Para conseguir que el agua se mantenga a una temperatura fresca durante unas horas -lo que garantizará una ingesta más agradable-, se puede congelar una botella con agua la noche anterior. Con el calor del día, en la playa se descongelará de manera progresiva, pero se mantendrá fría.