La felicidad es uno de los grandes objetivos vitales de todas las personas. Según un estudio reciente llevado a cabo por científicos de la Universidad de Granada, publicado en ‘Journal of Happiness Studies’, es más probable llegar a ser un anciano feliz si se ha gozado de una vida feliz. Pero, ¿cuáles son las claves para lograr la ansiada felicidad? El artículo explica la importancia de contar con el apoyo de amigos y familiares y de poder disfrutar de las actividades cotidianas.
Feliz de joven, feliz de mayor
Cada vez más científicos estudian qué es la felicidad y qué factores son los que acercan a ella. En fechas recientes, investigadores de la Universidad de Granada entrevistaron a 154 personas de entre 65 y 96 años para saber cuál era su grado de felicidad en la actualidad y cuál había sido en el pasado. Una de las principales conclusiones que obtuvieron es que las personas mayores son más felices cuando lo han sido de jóvenes.
Como explica Débora Godoy, del Grupo de Investigación de Psicología de la Salud y Medicina Conductual de la Universidad de Granada y una de las autoras del estudio, «la felicidad es bastante estable en el tiempo, no es una emoción pasajera que viene y va. Creemos, con los hallazgos previos de otros investigadores, que las personas que han sido felices a lo largo de su vida han ido construyendo recursos para ser feliz». Así, cuando son mayores, pueden beneficiarse de esa magnífica inversión que han hecho a lo largo de su vida.
Gozar de familia y amigos, no sufrir depresión y poder realizar las tareas cotidianas son factores que acercan a la felicidadAunque, por otro lado, las personas mayores que participaron en la investigación señalaron que eran menos felices en el presente que en el pasado. «De todos modos, los mayores del estudio son bastante felices en la actualidad, pues obtienen una puntuación de 6,6 sobre 10», añade Godoy. Una calificación que, como comenta esta científica, es similar a la que dan las personas de la tercera edad de otros países europeos en estudios parecidos. Por otro lado, según los resultados del sondeo, «muy poca gente señala que es infeliz (puntuaciones por debajo de cinco puntos) o muy feliz (por encima de ocho puntos)».
Factores para ser feliz en la tercera edad
En la encuesta, se incluían personas que vivían en sus hogares y en residencias. A pesar de que estas últimas se declaraban igual de felices que las personas que estaban en sus casas, había diferencias en aspectos relacionados con la calidad de vida. Quienes vivían en residencias eran más dependientes, no podían realizar tantas actividades relacionadas con el ocio y sentían menos el apoyo de sus familiares.
Aparte de haber gozado de una vida feliz, los mayores que se declaraban más felices coincidían en que gozaban de una red familiar que los apoyaba, no sufrían depresión y podían hacer sus tareas cotidianas con normalidad. Y es que los factores que acercan a estas personas a este estado de bienestar son, como señala Godoy, que «tengan un buen balance afectivo (más emociones positivas que negativas), que se sientan satisfechas en general con su vida, que se sientan capaces de realizar sus tareas cotidianas y que tengan amigos y familiares con quienes compartir las cosas buenas de la vida».
También es de gran ayuda gozar de buena salud o, por lo menos, de una salud medianamente buena. «Aunque es importante decir que la mayoría de las personas con enfermedades crónicas o incluso graves son también felices o incluso muy felices», apunta la investigadora. Y asegura, además, que la situación económica, aunque es importante para la felicidad, «lo es mucho menos de lo que mucha gente piensa».
Y si, llegados a cierta edad, no se ha alcanzado un nivel satisfactorio, no hay que caer en la desesperanza. «A los autores de este estudio, lo que más nos interesa resaltar es que la felicidad es modificable. Cada uno puede construir su estado de ánimo. Las personas podemos hacer mucho por sentirnos satisfechos», insiste la experta.
El ocio es uno de los factores que parece tener un peso importante en la felicidad de las personas mayores. Entretenerse en compañía de otras personas proporciona emociones positivas.
No obstante, este ocio puede ser de cualquier tipo, incluso electrónico, es decir, el que se lleva a cabo con ordenadores, teléfonos móviles, tabletas, etc. Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.), publicado en ‘Computers in Human Behavior’, las personas de la tercera edad que practican ocio electrónico son más felices que las que no lo hacen. Y, además, corren menos riesgo de sufrir una depresión.