La primavera y el verano son dos estaciones rebosantes de colores, sabores y matices. Melocotones, cerezas, ciruelas, peras de San Juan… La variedad de frutas que encontramos en estos meses no tiene punto de comparación. Todas ellas tienen una época de recolección concreta y un punto de maduración y conservación muy corto. Para disfrutar de sus bondades en otros momentos del año sin recurrir a las mermeladas o las confituras, podemos conservarlas enteras en almíbar. Septiembre es un mes apropiado para ello. A continuación, se explica cómo se elabora la fruta en almíbar y se ofrecen tres recetas deliciosas y sugerencias sencillas para realzar su sabor.
Fruta en almíbar casera: consejos generales
Para embotar y conservar en almíbar tendremos en cuenta unos principios básicos:
- La fruta debe estar en buen estado, sin golpes ni demasiado madura. Si podemos elegir, casi es mejor que le falte un toque de madurez, ya que será sometida a un líquido caliente con azúcar y luego esterilizada con calor. Una fruta muy madura sufre más el proceso y puede quedar algo «tocada».
Los tarros o botes que utilicemos tienen que estar limpios. Para ello, los desinfectaremos antes, al hervir tanto los botes como las tapas durante 5 minutos a 100ºC.
No llenaremos los tarros hasta arriba. Dejaremos unos 2 centímetros sin llenar, para que luego la presión no los haga estallar.
La fruta también debe estar limpia y esterilizada. Para conseguirlo, la herviremos durante un mínimo de 5 minutos a 100ºC. La fruta se cocinará dentro del bote de conserva, que es donde elaboraremos la fruta en almíbar.
Una vez elaborada la conserva, la guardaremos en un lugar seco, alejado de la luz y a temperatura fresca y constante (a ser posible a 18ºC).
- Algunas frutas se pueden hacer con hueso o sin hueso, depende un poco del gusto de cada uno y la utilización que le queramos dar.
Cerezas, melocotones y peras en almíbar
Cerezas en almíbar. Necesitaremos: 300g de azúcar, 1 litro de agua y 400g de cerezas picota. Esterilizamos los frascos que tengamos intención de utilizar. Hervimos durante 5 minutos el bote y la tapa (cada uno por su lado) en una cazuela con agua. El bote debe estar totalmente cubierto de agua hirviendo. Escurrimos los botes y los rellenamos con las cerezas limpias hasta llegar a dos centímetros del borde del bote. Hacemos un almíbar ligero (hervimos el litro de agua con los 300g de azúcar) y con este almíbar rellenamos los botes con las cerezas hasta llegar a su altura, dejando siempre un espacio de dos centímetros entre la superficie del almíbar y el borde del bote. Cerramos e introducimos en una cazuela con agua hasta cubrir los recipientes por completo para que se cuezan durante 5 minutos a 100ºC. Apagamos el fuego y dejamos enfriar dentro de la cazuela. Una vez realizada la conserva, secamos el bote, etiquetamos con el nombre del producto y la fecha de elaboración, y conservamos en un lugar fresco, sin luz y sin humedad.
Melocotones en almíbar. Necesitaremos: 1 litro de agua, 400g de azúcar y 2 kilos de melocotones amarillos. Pelamos y quitamos los huesos de los melocotones. Rellenamos los botes (antes esterilizados) con las mitades del melocotón, colocándolas de manera artística. Hacemos un almíbar ligero, cociendo durante 2 minutos el azúcar en el agua. Llenamos los botes de melocotón con el almíbar (sin olvidar los 2 centímetros que deben quedar sin rellenar para que no estallen con la presión). Cerramos los recipientes y los introducimos en una cazuela con agua hasta cubrirlos. Llevamos a ebullición, esperamos 15 minutos, sacamos la cazuela del fuego y dejamos que el conjunto se enfríe. Secamos y etiquetamos (con nombre de la conserva y fecha de producción), antes de guardar en un lugar seco y protegido de la luz con una temperatura no superior a los 20ºC.
Peras en almíbar. Necesitaremos: 1 kilo de peras blanquillas, 400g de azúcar, 1 litro de agua y el zumo de 1 limón. Según el tipo de pera, añadiremos más o menos azúcar: a pera más sosa, más azúcar; a pera más dulce, menos azúcar en el almíbar. Lo elaboramos con el agua, el azúcar y el zumo del limón. Pelamos las peras, quitamos las semillas y troceamos en mitades. Las introducimos en los frascos esterilizados, donde también vertemos el almíbar templado, dejando los 2 centímetros libres entre la superficie del contenido y el borde del recipiente. Cubrimos los botes con agua y los llevamos a ebullición durante 20 minutos. Dejamos que se enfríen en la cazuela donde hemos realizado la esterilización. Secamos y etiquetamos con nombre de la conserva y fecha de producción antes de almacenar en un lugar seco y protegido de la luz, con una temperatura inferior a los 20ºC.
A los almíbares se les puede dar un toque aromático si agregamos trocitos de canela o de vainilla, un poquito de jengibre, raspadura o zumo de limón. Sea cual sea el ingrediente que elijamos para poner en infusión, siempre deberemos colar el almíbar antes de agregar a la fruta para que quede lo más transparente posible.
También podemos agregar algún tipo de licor al almíbar (como aguardiente o coñac) para que la fruta adquiera ese toque alcohólico, aunque esto debe hacerse con moderación. La proporción no debe ser más de 50% alcohol y 50% agua para elaborar el almíbar; de otro modo, resultará demasiado fuerte y “matará” el sabor de la fruta.