A menudo se habla de los riesgos para la salud física derivados de un consumo excesivo de televisión y otros dispositivos tecnológicos. Un informe reciente publicado en Reino Unido advierte sobre otro tipo de peligros para los menores: emocionales y psicológicos. Este artículo destaca cómo afecta ver demasiada televisión al bienestar de los niños y jóvenes y también detalla los beneficios de otras formas de entretenimiento. Además, incluye datos sobre el consumo televisivo en España y los riesgos de sobrepeso infantil y obesidad que acarrea.
Más televisión, menor bienestar para los niños
El hecho de que un niño pase demasiado tiempo frente al televisor y otras pantallas (ordenadores, consolas de videojuegos, teléfonos móviles y tabletas) puede tener consecuencias nefastas: altos niveles de estrés, ansiedad y depresión. Así lo indica un informe que acaba de publicar el Servicio de Salud de Inglaterra, titulado ‘Cómo un comportamiento saludable contribuye con el bienestar de los niños‘.
El exceso de televisión causa estrés, depresión y problemas de concentración en niños
Aunque estar mucho tiempo con estos dispositivos ya era un conocido factor de riesgo para la salud física del menor, el estudio pone el foco, también, en cuestiones psicológicas y emocionales. Utiliza para ello datos de la ONG NatCen Social Research, según los cuales los índices de «bienestar subjetivo» (es decir, la sensación de bienestar) descienden desde un 24% en los pequeños de 11 años, hasta un 8% en los de 15 años que dedican cuatro o más horas frente a la pantalla del televisor, teléfono, tableta o consola. Las probabilidades de disfrutar de un alto bienestar es tres veces mayor en un joven que pase menos de una hora por día jugando a los videojuegos, que en uno que pase cuatro.
Por su parte, un grupo de pediatras británicos publicó en 2012 un artículo con una recomendación aún más tajante: prohibir a los menores de tres años todo contacto con cualquier pantalla y limitar a dos horas diarias su consumo desde los 3 y hasta los 16 años de edad. Una mayor exposición a estos aparatos, afirman estos expertos, «puede redundar en problemas como déficit de atención infantil y falta de empatía, además de cuestiones físicas como obesidad o problemas cardíacos.
La televisión y los riesgos de sobrepeso en niños
Además de los problemas emocionales que puede acarrear el consumo excesivo de televisión, también hay riesgos físicos, alentados por el sedentarismo. Los más comunes, el sobrepeso y la obesidad.
Un estudio realizado por el Centro de Investigación Biomédica Pennington, Estados Unidos, detalla que un «elevado número de horas de consumo televisivo están asociados con un depósito específico de adiposidad y un riesgo cardiometabólico». Pero lo novedoso de este trabajo es que incorpora como factor de riesgo la presencia de un televisor en el dormitorio. En concreto, los niños que contaban con un televisor en su habitación tenían más grasa corporal, más tejido adiposo subcutáneo y un mayor perímetro en la cintura. Según sus conclusiones, más de dos horas diarias de televisión aumentan de modo significativo el tamaño de cintura de los pequeños.
En España, el panorama es preocupante: tres de cada diez menores de entre 3 y 12 años padecen exceso de peso. El 21,7% de los niños sufre sobrepeso y el 8,3% restante, obesidad. Así lo determinó en su último informe la Fundación Thao, una organización que promueve la vida saludable y combate la obesidad. Además, los autores del estudio califican de «alarmante» la situación en la franja de entre tres y cinco años, en la que uno de cada cuatro niños padece de obesidad.
Demasiado tiempo pasan los niños frente a la tele
Cada niño pasa un promedio de dos horas y 44 minutos diarios frente al televisor en España
La cantidad de tiempo que los menores pasan delante del televisor en España es una cifra que no para de crecer. El último «Kids TV Report«, un documento elaborado por Mediametrie y Eurodata TV, indica que en 2012 el promedio fue de dos horas y 44 minutos diarios. Desde 2005, el incremento es del 15%. Y este dato no incluye el consumo de otras pantallas, como smartphones y tabletas, cuya difusión masiva es muy reciente.
Pero no se trata de un fenómeno limitado a los niños, pues también ha aumentado el uso por parte de los adultos. En 2012, el consumo promedio de televisión por persona en España fue de cuatro horas y seis minutos, según un informe de la consultora Barlovento Comunicación. Esta cifra, mayor en siete minutos a la del año anterior, representó un récord histórico.
Es importante destacar los beneficios que un aburrimiento saludable genera en los niños. “Aburrirse es fundamental para el desarrollo del aprendizaje y la creatividad”, explica la investigadora Teresa Belton. A menudo, los padres privan a los menores de esa posibilidad, ya que los sobreestimulan con formas de entretenimiento que les impiden generar recursos propios y que suelen ser, precisamente, videojuegos, teléfonos o tabletas.
La Asociación Española de Pediatría advierte de que las nuevas tecnologías “son muy útiles pero también adictivas y potencialmente peligrosas para los niños”, y señala que no deberían quitar a los menores tiempo de ejercicio físico, lectura, estudios, relaciones familiares, “ni fomentar relaciones virtuales frente a las reales”.