El momento del baño del bebé puede ser uno de los más agradables del día para el pequeño. Pero en ocasiones, el placer se transforma en tragedia y, de repente, al pequeño le da un miedo terrible el agua. Este rechazo al baño suele ser consecuencia de un episodio traumático para el niño, como se explica en este arículo, donde también se proponen cinco juegos divertidos en el agua que le ayudarán a olvidarse de sus miedos.
Bebés que rechazan la hora del baño
La conjunción de los términos agua y niños evoca, por lo general, una situación de disfrute y placer, pero en algunos casos resulta lo opuesto. «El bebé llora nada más acercarse al bañera» o «La hora del baño se hace insufrible, le da un miedo terrible el agua», expresan algunos padres y madres en los foros de Internet para explicar la traumática experiencia que sufren sus hijos cuando llega el momento de su higiene diaria.
La mitad de los padres señala que el rechazo al baño de sus bebés ha estado siempre presente
¿Cuál es el origen de esta fobia al agua en los niños? Investigadores de la Universidad de Sidney hicieron un estudio para determinar qué provoca el rechazo del bebé al medio acuático. La conclusión es que las causas en la mayoría de los casos son desconocidas, pero suelen estar relacionadas con un episodio traumático anterior. Además, el 56% de los padres señaló que el rechazo al baño ha estado siempre presente, desde el primer contacto de sus bebés con el agua.
Episodios traumáticos del niño en el agua
Las experiencias traumáticas en la bañera pueden provocar el temor del niño al agua
Sin embargo, el miedo al agua no siempre está presente desde los primeros meses. En ocasiones, los niños muestran un rechazo repentino a este elemento, después de vivencias positivas previas. En estos casos, «el miedo al agua y al baño del bebé está casi siempre condicionado por alguna experiencia negativa», apuntan los especialistas del Laboratorio de Psicología del Deporte de la Universidad de León, autores del estudio ‘‘Miedo al agua: estrategias y recursos metodológicos para superarlo‘. Un baño con el agua demasiado caliente o demasiado fría, espuma que le entra en los ojos, un resbalón, una caída en la bañera o un simple chorro de agua inesperado en la cabeza puede provocar la animadversión del pequeño por el baño.
Pero el juego es una técnica apropiada para hacer frente a la fobia al agua, como señalan los expertos de la Universidad de León.
Cinco juegos para el baño del bebé
1. Juguetes en la bañera.
Desde el clásico patito, libros infantiles diseñados para la bañera o unos simples vasos de plástico y una cuchara, cualquier juguete adaptado para el agua puede servir para distraer al pequeño durante la hora del baño y hacerle olvidar sus miedos. La idea es que asocie el momento del baño con una experiencia lúdica y divertida, en vez de con un evento traumático.
2. Un baño para dos.
La inseguridad es una de las causas que provoca el rechazo del niño al agua. Una forma de conseguir que se sienta más seguro es compartir el baño con él. Además de verse protegido, el bebé vivirá el baño como una experiencia placentera que le permite sentirse más cerca de su padre o madre. Lo idóneo es que el progenitor se introduzca primero en el agua para que el pequeño anticipe lo que ocurrirá. Una vez dentro, se pueden iniciar distintos juegos con el niño para hacer la vivencia más amena. Pero, cuidado: esta práctica no debe convertirse en costumbre.
3. A la búsqueda del tesoro.
La inmersión o el agua sobre la cabeza y la cara es el momento que más rechazan los menores con miedo al baño. Una buena idea para habituarle a notar este líquido elemento sobre su rostro es ponerle unas gafas de bucear para que busque con ellas pequeños tesoros colocados en el fondo de la bañera. No es necesario que el niño introduzca toda su cabeza en el agua; puede empezar por mojar tan solo su cara y, poco a poco, a medida que se sienta más cómodo y tranquilo, él mismo comenzará a bucear.
4. Pintar en la bañera.
Pintar la cara, las paredes del baño o el muñeco favorito es una entretenida actividad que conseguirá que los pequeños olviden sus miedos. Para ello, existen pinturas y ceras diseñadas para jugar en la bañera, son inocuas y se disuelven con facilidad. Pero también es posible fabricar estas pinturas en casa con una sencilla fórmula que tan solo requiere jabón líquido, maicena y colorante. En el blog Aprendo jugando en casa explican paso a paso cómo hacerla.
5. Pompas de jabón.
La misma espuma y el jabón de la bañera servirán a los pequeños para crear divertidas pompas jabonosas que les harán olvidarse de los traumas en el baño. Entretienen a todos los niños y son muy fáciles de hacer. Soplar con unas pajitas sobre la espuma del baño para ver cómo crece y se eleva, jugar a hacer pompas dobles o intentar hacer grandes pompas con unos simples moldes de galletas son algunas de las propuestas más divertidas para disfrutar del baño.