Los muebles zapateros facilitan el orden y permiten mantener el calzado en óptimas condiciones. Los distintos modelos se adaptan a todos los espacios y son apropiados para ubicar tanto en el recibidor como en el dormitorio u otras estancias. Este artículo explica las ventajas de que haya uno o varios zapateros en casa y describe los que se adecúan a todos los rincones y dimensiones, además de los modelos de diseños especiales.
Muebles zapateros en distintos lugares de la casa
Los zapateros son muebles de gran utilidad. Cuentan con una gran tradición y, en la actualidad, se pueden encontrar diseños modernos y de lo más variados que se adaptan a estilos diversos. El uso de este tipo de mobiliario impide que los calzados se amontonen en cualquier sitio, como un rincón cualquiera del dormitorio, debajo de la cama, dentro del armario, etc.
Existen zapateros muy prácticos, en los que el calzado se coloca de forma vertical y ocupan muy poco espacio
Si bien hay armarios preparados para guardar el calzado en su interior (hábito que tiene sus ventajas e inconvenientes), en general siempre es mejor contar con un mueble específico. Además, los zapateros más prácticos ocupan muy poco espacio, ya que las piezas se colocan de forma vertical. De este modo, el espesor de estos muebles no supera, en muchos casos, los 20 centímetros.
Las estancias más comunes donde se ubican son los dormitorios y el recibidor. En este último no solo ayudan a mantener el orden sino que también contribuyen a la higiene en el hogar, ya que favorecen a la persona que llega que deje el calzado de calle y se coloque otro para andar por casa.
La colocación de al menos dos zapateros, uno en el recibidor (o en un sitio cerca de la entrada de la casa) y otro en el dormitorio u otra estancia, permite organizar los calzados según su frecuencia de uso. Mientras que los de uso cotidiano se guardan en el zapatero próximo a la puerta, los reservados para ocasiones puntuales (zapatos para fiestas, botas deportivas, etc.) no necesitan estar en un espacio de tan fácil acceso.
Zapateros que se adaptan a todos los rincones
Existe una buena variedad en modelos de zapateros, que se adaptan a espacios reducidos. Los hay tanto de formato vertical, con varios compartimentos colocados unos sobre otros, y horizontal, que pueden ponerse en la pared debajo de una ventana o de una zona decorada con cuadros, fotos u otros motivos.
Los dos materiales más empleados para la fabricación de zapateros son la madera (de diversos tipos y calidades) y el plástico. Estas últimas ofrecen menos calidez y naturalidad, pero admiten una gran diversidad de colores y se adecúan muy bien a estilos modernos y minimalistas. Además, son más ligeros (más sencillos para colgarlos de la pared) y económicos.
Existen algunos modelos con aberturas a través de las cuales exhiben su contenido, de tal modo que los propios calzados que están en su interior forman parte de la decoración de la estancia que ocupan. Otros, en cambio, son cerrados, aunque siempre se debe procurar que incluyan orificios o espacios abiertos que garanticen la ventilación y eviten la condensación de malos olores y humedad.
Además de los muebles de formato tradicional, existen no pocos zapateros de diseños especiales. Muchos de ellos tienen precios más bien elevados, pero conocerlos puede brindar ideas para diseñar y crear formas originales para guardar los zapatos en casa.
A menudo, estos diseños se parecen a los exhibidores de calzado de las tiendas. La firma J-me ofrece algunos de pared, que ocupan muy poco espacio (casi el mismo de un estante) y, además de guardar el calzado en un sitio seguro, lo integra en la decoración; y otros modelos de pie, que se pueden situar en cualquier espacio sin necesidad de tornillos ni ninguna otra clase de instalación.
Más similares aún a los de las tiendas son los de la web Problem Solvers, que además son giratorios. Esta es una ventaja, porque permiten maximizar el espacio disponible: si se colocan en una esquina, no importa que haya calzados que queden ocultos, porque se puede acceder a ellos con solo hacer rotar la estructura.
Muy originales son los zapateros giratorios, tipo tambor de lavadora, diseñados por la empresa Rakku. Junto a su gran capacidad y el estilo que aporta a la decoración, el hecho de que tenga ruedas asegura la facilidad de su desplazamiento de un lugar a otro, lo que les hace que sean muy prácticos.
Por último, cabe señalar la posibilidad siempre vigente de reutilizar objetos y materiales para crear piezas con encanto. Una escalera de mano se puede convertir, sin demasiado trabajo para acondicionarla, en un zapatero: en cada peldaño caben al menos un par de zapatos. Por supuesto, se puede destinar a esta función todo tipo de estantes. Y si además se combinan con macetas con plantas, el resultado será estupendo a nivel decorativo, y garantizará que los aromas que rodeen el calzado sean siempre agradables.