Mantener una conversación animada mientras se come, sin prestar atención a lo que uno se introduce en la boca, podría ser una escena típica de algunas de las celebraciones de estas fiestas navideñas. Sin embargo, es una de las causas más frecuentes de atragantamiento en adultos, de la misma manera que dejar que los niños corran, caminen, se tumben o jueguen con la comida en la boca puede ser peligroso. El atragantamiento ocurre de forma inesperada y puede provocar asfixia e, incluso, la muerte. En este artículo se describe cómo evitar atragantamientos y qué hay que hacer ante una obstrucción de las vías aéreas.
¿Quién no se ha atragantado alguna vez? Cuando un cuerpo extraño o un trozo de comida quedan atrancados en la garganta o las vías aéreas, impide el paso del oxígeno a los pulmones y, en consecuencia, al cerebro. Este órgano es muy sensible a la falta de oxígeno; tanto, que algunas de sus células dejan de funcionar en menos de cinco minutos desde que se interrumpe su suministro. Esta situación provoca una hipoxia cerebral que puede conducir a daño cerebral grave e, incluso, a un desenlace fatal.
¡Cuidado con la comida!
En los adultos, una de las causas más frecuentes de atragantamiento son los alimentos mal masticados, sobre todo trozos de carne, o por tragarse sin querer alguna pieza pequeña que se sostenía con los labios, como tornillos. Para evitar accidentes, los especialistas recomiendan en las personas adultas:
- Cortar los alimentos en trozos pequeños.
- Comer de forma consciente y poner atención en masticar: hacerlo de forma lenta y cuidadosa, sobre todo, si se usan prótesis dentales.
- Evitar reírse y hablar animadamente o discutir de manera acalorada mientras se mastica y se traga.
- No consumir en exceso bebidas alcohólicas antes y durante las comidas.
De la misma manera, los últimos datos disponibles de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2010) señalan que un 10,7% de las muertes por accidentes en la infancia se deben a atragantamientos. Por este motivo, aunque las muertes por asfixia en niños son más frecuentes en los menores de tres años, no hay que bajar la guardia en las otras franjas de edad. Para los adultos al cuidado de niños pequeños, desde la Asociación Española de Pediatría aconsejan poner atención en los siguientes puntos:
Qué hacer ante la obstrucción de la vía aérea en adultos
Ante una obstrucción parcial de las vías aéreas, no hay que interferir con ninguna maniobra
A pesar de ser una práctica casi instintiva, dar los típicos pequeños golpes en la espalda de la víctima mientras está sentada, lejos de ayudar, podría empeorar la obstrucción. Según las Guías para la Resucitación 2010 del Consejo Europeo de Resucitación, ante una obstrucción parcial de las vías aéreas (si el afectado tose, es que entra y sale aire, aunque sea poco), hay que animar a la persona para que siga tosiendo con la máxima fuerza posible y no dejar de comprobar que su tos es efectiva, hasta que se resuelva la obstrucción. No hay que interferir con ninguna maniobra.
No hay que intentar extraer el cuerpo extraño de la boca a ciegas. Si el problema no se resuelve, no para de toser o tiene arcadas, no mejora la respiración, la tos es muy débil o si su piel se vuelve azulada, hay que llamar al 112, sin perder tiempo.
Si la víctima está consciente, pero no puede hablar ni toser, o la tos es inefectiva, significa que se está ante una obstrucción completa o grave de la vía aérea. Hay que tener en cuenta que no siempre es fácil actuar; la víctima puede estar agresiva y no coordinar por la falta de oxígeno. Por ello, hay que avisar de que se le van a practicar unos golpes en la espalda. Se realizan cinco golpes fuertes con la mano abierta entre los omóplatos, colocando el torso inclinado para que la boca quede por debajo del nivel de obstrucción. Antes de hacerlo, la persona que auxilia debe colocarse con una pierna retrasada para coger impulso y no perder el equilibrio. Seguidamente, se le practican cinco compresiones abdominales (maniobra de Heimlich).
La situación anterior, sin embargo, dura pocos segundos, ya que sin entrada de aire, la persona quedará inconsciente enseguida. Si la persona pierde el conocimiento, hay que dejarla en el suelo y comprobar que no tenga ningún cuerpo extraño en la boca. Si respira, hay que colocarla de costado sin dejar de vigilarla. En caso contrario, hay que empezar con las maniobras de reanimación. La falta de oxígeno por atragantamiento puede provocar paro cardiaco.
La American Heart Association recomienda la maniobra de Heimlich ante una obstrucción completa de la vía aérea. Pero, ¿cómo se hace?
- 1. Si la persona no tose y no puede hablar, póngase detrás y rodéela con sus brazos a la altura de la cintura.
- 2. Coloque un puño por el lado del pulgar por encima del ombligo, o por debajo del esternón. Si la víctima es una mujer embarazada o una persona obesa, el puño se pone en el tercio inferior del esternón (donde se hace el masaje cardíaco).
- 3. Sujete el puño con la otra mano y haga compresiones rápidas y hacia arriba y hacia adentro, con el fin de impulsar de manera brusca el aire hacia arriba y facilitar la expulsión del cuerpo extraño.
- 4. Realice las compresiones hasta que el objeto salga.
- 5. Si la persona quedara inconsciente, hay que comprobar que no tenga ningún cuerpo extraño en la boca, y si no respira, hay que hacer las maniobras de reanimación cardiopulmonar.