Las comisiones abusivas y la falta de transparencia, entre otras prácticas, han hecho que cientos de personas desconfíen de los bancos. Además, hay otros muchos casos (morosos, inmigrantes sin papeles…) en los que quien desconfía es la entidad financiera, que impide el acceso a determinados usuarios. Unos y otros son algunos de los candidatos a convertirse en clientes de la cuenta “Nickel”. La Compte-Nickel es una cuenta creada en Francia que prescinde del banco y acepta a cualquier persona como cliente, si posee un documento de identidad, un justificante de domicilio y un número de móvil. Como se indica a continuación, tiene un reducido coste y apenas gestiones y, a pesar de que suma tantos defensores como detractores, abre nuevas posibilidades en el mundo bancario, aunque hay precedentes de iniciativas similares.
1. Un producto sencillo
Los creadores de la cuenta «Nickel», Compte-Nickel en francés, se han amparado en una normativa europea que permite lanzar al mercado servicios financieros sin necesidad de ser un banco. Se puede abrir en algunos estancos autorizados, y basta con tener un número de teléfono móvil, un documento de identidad en vigor y un domicilio. Es accesible por Internet, dispone de un sistema informático en tiempo real que monitoriza los movimientos y utiliza mensajes de texto a través del móvil para comunicarse con el «cliente».
La cuenta «Nickel» acepta a todo tipo de clientes, incluso a quienes están fuera de la órbita bancaria, como malos pagadores o inmigrantes
Los usuarios pueden depositar su dinero en la cuenta en los estancos y retirarlo con una tarjeta Mastercard válida en cualquier cajero de Francia y del extranjero, además de recibir o domiciliar pagos.
La cuenta no permite disponer de créditos, ni de una cuenta de ahorro. Tampoco acepta descubiertos y, en caso de que no haya suficiente dinero y un recibo vaya a ser cobrado, se envía un mensaje al móvil del titular para que meta el dinero. Respecto a los ingresos directos en el estanco, no pueden superar los 250 euros al día ni los 750 euros al mes.
2. Para todos los ciudadanos
Para abrir la cuenta «Nickel» no se solicita al demandante ningún dato sobre su situación social o laboral. Y es que, como explican sus creadores, esta cuenta es para todos y va dirigida a ricos y pobres, jóvenes y viejos. Y, de entre todos, sobre todo a quienes están fuera de la órbita bancaria, como jóvenes sin trabajo, morosos, inmigrantes… Esta característica, precisamente, hace que algunos recelen de la iniciativa, ya que insinúan que puede tratar de «bancarizar» a quienes viven fuera de este sistema.
3. Precios low cost
Todas las prestaciones de la cuenta «Nickel» tienen un coste de entre 20 y 50 euros al año (barato, para los precios bancarios de Francia). Será de 20 euros si todas las operaciones se realizan por Internet y con uso exclusivo de la tarjeta de débito, sin acudir al estanco.
4. Trámites sencillos y rápidos
Para abrir una cuenta de bajo coste, basta con seguir una serie de pasos:
Acudir a un estanco autorizado con un documento de identidad válido, un justificante de domicilio y un número de móvil, y comprar un pack «Compte-Nickel» por 20 euros. Incluye una tarjeta mastercard sin activar y un documento con información acerca de la cuenta.
En el estanco se escaneará el documento de identidad del titular, se pedirá el número de móvil y se dejará constancia de haber leído las condiciones de venta, para crear un dossier.
Tras verificar los datos, el empleado del estanco activa la mastercard con una máquina, vinculándola al dossier creado, e imprime un justificante con el código de cuenta del usuario y las claves de Internet.
El código pin de la tarjeta le llega al cliente a través de un mensaje de texto que recibe en su móvil.
Aunque ha sido la más mediática, la cuenta “Nickel” no es una experiencia única. Desde el año 2011 existe Nobanco.com, una alternativa a la banca tradicional. En su web se define como la primera comunidad independiente de los bancos en distribuir tarjetas prepago a una gran mayoría. Este “no banco” permite al cliente disponer de una mastercard de débito (aunque esté vetado por otros bancos) y realizar casi las mismas operaciones que con la cuenta “Nickel”.