La seguridad alimentaria en la Unión Europea ha pasado de garantizar el suministro adecuado de productos a centrarse en otros aspectos como la inocuidad de los alimentos, la sanidad animal, el uso adecuado de fitosanitarios, el etiquetado y la trazabilidad. Estos cambios, promovidos sobre todo por el avance tecnológico que se ha producido en la cadena alimentaria, han conducido a nuevas preocupaciones y prioridades. Desde 2012, el proyecto europeo Promise pretende mejorar y fortalecer la colaboración entre los distintos países miembros en materia de seguridad alimentaria. El artículo detalla en qué consiste el proyecto y el énfasis que pone en el control la importación de patógenos entre países y en los modelos matemáticos para mayor seguridad alimentaria.
Con el aumento de la movilidad de las personas entre países de todo el mundo, la calidad y seguridad de los alimentos es cada vez más importante. El proyecto Promise, iniciado en 2012 e integrado por autoridades de toda la Unión Europea, trabaja para identificar los puntos de entrada de alimentos ilegales y las amenazas que pueden suponer ciertas importaciones de alimentos. Uno de sus objetivos es mejorar y fortalecer la integración y colaboración entre los distintos países para hacer frente a las amenazas comunes de seguridad alimentaria. La UE tiene herramientas propias, como el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF), destinado a garantizar la inocuidad de los alimentos que circulan por sus mercados. Con instrumentos como este, se puede actuar cuando se detecta un riesgo alimentario y evitar o reducir muchos riesgos alimentarios.
Énfasis en el control de la importación de patógenos
Uno de los enfoques en los que ha trabajado y trabaja Promise son los riesgos microbiológicos y su difusión entre los distintos países de la Unión Europea. En algunos casos, los controles fronterizos son insuficientes para prevenir la importación de alimentos que pueden estar contaminados por patógenos. Según los responsables del proyecto, se han detectado casos de contaminación entre países causada por un mismo patógeno, como Salmonella y Listeria monocytogenes. En muchos casos, este movimiento se asocia a varios factores, como la resistencia a los antimicrobianos y la prevalencia de los patógenos.
Promise analiza y evalúa el riesgo de introducción de patógenos por la importación ilegal de alimentos de terceros países
Los expertos buscan analizar, evaluar e interpretar el riesgo de introducción de nuevas cepas de patógenos por importación ilegal de alimentos procedentes de terceros países, donde los controles en la cadena alimentaria son distintos a los que se aplican en la UE. Fuera del espacio de control común europeo, la falta de de puntos de control favorece la importación ilegal de alimentos, cuyo origen y condiciones de producción se convierten en una amenaza para los países de entrada.
Además, incluso si se aplican controles, en muchos países terceros ni la tecnología alimentaria ni las condiciones higiénicas de elaboración son las mismas que en la UE, lo que conlleva mayores riesgos de importación de patógenos. Según los responsables del proyecto, se han aislado agentes patógenos como Salmonella enteriditis o Listeria monocytogenes de brotes transcontinentales. Uno de los objetivos del proyecto ha sido identificar los riesgos emergentes de mayor envergadura.
Matemáticas para mayor seguridad alimentaria
Una de las incorporaciones y apuestas de Promise ha sido la aplicación de modelos matemáticos para la mejora de la seguridad alimentaria, así como métodos de epidemiología veterinaria, microbiología predictiva y modelos de riesgos. El objetivo es mejorar la información y el control de los riesgos de origen alimentario. La investigación en este campo ha evolucionado en métodos computacionales para una mayor transparencia entre la vigilancia cuantitativa y la seguridad de los alimentos en la UE. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la evaluación cuantitativa de riesgos microbiológicos es uno de los principales avances en la gestión de la seguridad alimentaria.
Una de las últimas aplicaciones de modelos matemáticos en la prevención de riesgos alimentarios ha sido la que han desarrollado expertos de la Agencia Nacional Finlandesa de Seguridad Alimentaria (EVIRA), que aseguran que los riesgos de Salmonella en huevos pueden evaluarse con la ayuda de modelos matemáticos. Estos modelos ayudan al control de la bacteria y a identificar conexiones complejas en los casos de enfermedades relacionadas con el huevo. También permiten calcular la probabilidad de que se produzca una infección y su duración. Los modelos, además, facilitan la comparación de los resultados de los diferentes países y programas de vigilancia.