Alimentación durante la lactancia: consejos y riesgos

Aumentar la ingesta de frutos secos y evitar el consumo de grasas saturadas son algunas claves para alimentarse de forma sana mientras se amamanta
Por Cristian Vázquez 23 de octubre de 2014
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Imagen: Ksenia8

Los riesgos de no seguir una dieta saludable durante la lactancia afectan sobre todo a la madre, que puede sentirse muy cansada o débil si no consume los nutrientes que necesita. Pero también hay algunos peligros para el bebé, si la mujer ingiere sustancias nocivas o determinados medicamentos. Estos y otros consejos de alimentación para el periodo de lactancia, como la respetar el equilibrio y la variedad de la dieta, hidratarse bien y tomarse un año para recuperar el peso anterior al embarazo, se detallan a continuación.

Alimentación saludable durante la lactancia materna

Una buena hidratación es fundamental durante la lactancia materna, como también olvidarse de las grasas trans

Una dieta saludable durante la lactancia no se aleja demasiado de los preceptos de la necesaria para el resto de las etapas de la vida. La importancia de la dieta tiene que ver con la salud de la propia mujer, ya que la leche materna tiene la capacidad de proveer todos los nutrientes que el bebé precisa, más allá de la alimentación de la madre (salvo que esta padezca desnutrición o practique un vegetarianismo muy estricto).

Por eso, para favorecer la salud y el buen estado físico de la lactante, es conveniente que esta siga una serie de consejos, como los que se enumeran a continuación.

Lactancia materna: alimentos equilibrados y con variedad

Al igual que antes y después del periodo de lactancia, el requisito básico para una alimentación saludable es mantener una dieta variada y equilibrada. Respetar algo tan básico como la información que proporciona la pirámide nutricional es importante para gozar de buena salud en esta etapa. EROSKI CONSUMER cuenta con un programa de menús para el primer trimestre de la lactancia.

Comer durante la lactancia: proveerse de energía

Los primeros meses de la maternidad -y de la lactancia materna- suponen un esfuerzo a veces agotador. Por eso, además de aprovechar cada momento disponible para descansar, es fundamental que su dieta la provea de energías para resistir esa exigencia. Además de los alimentos habituales, se aconseja aumentar el consumo de frutos secos y frutas disecadas, que proporcionan proteínas, hierro y ácido fólico.

Lactancia y vitaminas

Para complementar esos nutrientes naturales, en ciertos casos es conveniente continuar con los suplementos vitamínicos que se tomaban durante el embarazo. En todo caso, se debe consultar con el especialista para que confirme si es apropiado y la cantidad en que se debe ingerir.

Lactancia materna: hidratarse

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Imagen: CONSUMER EROSKI

Este consejo es particularmente importante en verano y en regiones de altas temperaturas. Al tener que producir leche, el cuerpo de la mujer requiere una mayor hidratación en este periodo. Lo mejor es beber agua, aunque también los zumos y las infusiones (mejor, sin cafeína) ayudan.

Además, hay que prestar atención al color de la orina: si es de un amarillo más bien intenso, quiere decir que el cuerpo está necesitado de mayor hidratación.

Lactancia materna: evitar los tóxicos

En el grupo de los tóxicos se pueden incluir muchos componentes: desde las grasas trans, que se trasladan de forma casi directa de la madre a la leche materna, hasta el alcohol y el tabaco.

También hay que tener cuidado con los contaminantes, en particular los pesticidas e insecticidas que pueden permanecer en algunas frutas y verduras. Por eso, es esencial lavar bien y pelar, siempre que se pueda, estos productos y, en el caso de la carne, no comer ni la piel ni la grasa.

Cuidado con los medicamentos

La mayoría de los medicamentos son seguros y no generan problema alguno, pero existe un reducido grupo de ellos que, si se consumen, sí pasa a la leche materna y podrían originar problemas.

Por eso, se debe consultar con el especialista y, en caso de que el fármaco sea imprescindible, se deberá optar por dejar la lactancia materna.

Perder peso poco a poco

Las imágenes de mujeres famosas que aparecen en los medios de comunicación, en las que, pocos días después del parto, se ven de la misma forma que estaban antes de haber estado embarazadas, pueden ser perjudiciales para el ánimo y la autoestima de muchas madres recientes. Pero existen varias iniciativas que muestran los cuerpos imperfectos pero reales de las mujeres tras el nacimiento, que procuran evitar ese malestar.

Lo importante es no obsesionarse con la propia figura y perder peso poco a poco. Según el Instituto Nacional de Excelencia en Cuidado y Salud, de Reino Unido, lo aconsejable es que solo un año después del parto el peso de la mujer sea el mismo que antes de la gestación.

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