El posparto es el periodo que transcurre desde el nacimiento del bebé hasta unas ocho semanas después. Constituye un periodo de adaptación tanto psicológico como fisiológico a la nueva situación en el que la mujer debe cuidar su alimentación para recuperarse y afrontar con fuerza esta nueva etapa. En este artículo se describe cómo debe ser la alimentación de la nueva mamá en las primeras horas después del parto y tras la llegada a casa con el bebé.
Alimentarse: primeras horas después del parto
Si el parto es natural, «a la madre se le permite ingerir algunos alimentos livianos y líquidos (excepto lácteos) durante el trabajo de parto», explica la la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia.
Una vez nacido el bebé, el cuerpo comienza, en tan sólo unas horas, a experimentar los primeros cambios. Cuando regresa a su habitación, tras el nacimiento, no existe ninguna restricción en cuanto a la alimentación; pero es recomendable que beba abundantes líquidos.
Si el alumbramiento ha sido por cesárea, la alimentación en el puerperio inmediato difiere de modo sustancial del parto natural. Al tratarse de una cirugía abdominal, por lo general, no se permite a las mujeres ingerir alimentos o líquidos por vía oral durante un periodo específico (entre seis y 24 horas), hasta que la función intestinal se normalice.
Transcurrido este tiempo, lo habitual es que se introduzca de forma gradual en primer lugar los líquidos, (agua, manzanilla, caldo o zumo) y, después, se comience con una dieta ligera. No obstante, algunos estudios concluyen que esta restricción alimenticia tras un parto por cesárea no siempre es necesaria. Y advierten que los líquidos y alimentos tras cirugía se asocia a una reducción de la distensión abdominal y a una estancia hospitalaria más breve, entre otros aspectos.
Alimentarse durante el posparto: llegada a casa
Tras el nacimiento del bebé por parto natural, la madre debe beber abundantes líquidos; pero no cuando hay cesárea
Una vez que la mamá llega a casa con su bebé, la consigna principal en cuanto a su alimentación es sencilla: una dieta variada y equilibrada, similar a la que se mantuvo durante el embarazo. Los especialistas apuntan para esta etapa las siguientes recomendaciones:
- Tomar alimentos ricos en fibra. Las hemorroides, el miedo a que se suelten los puntos o la disminución de los movimientos intestinales son algunas de las causas que favorecen la aparición de estreñimiento en este periodo postparto.
Por eso, tal como recoge la ‘Guía de práctica clínica de atención en el embarazo y el puerperio‘, del Ministerio de Salud, es aconsejable «incrementar la ingesta de alimentos ricos en fibras naturales«, como verduras, frutas y cereales integrales, entre otros.
- Ingerir alimentos ricos en hierro. La primera semana después del nacimiento del bebé es muy frecuente que la mujer experimente anemia, en la mayoría de los casos por falta de hierro en la sangre. Para combatirla, lo más recomendable es ingerir alimentos que aumenten los niveles de hierro en sangre, como carnes menos grasas, pescado, hígado o huevo, cítricos, fresas, melón y frutas tropicales o frutos secos, entre otros.
- Comidas con vitamina C y cinc. La alimentación también puede ayudar a las mamás a que cicatrice más rápido la herida provocada por la episiotomía o la cesárea.
Los especialistas aconsejan incrementar la ingesta de frutas y verduras ricas en vitamina C (naranja, mandarina, melón, pimiento verde) y alimentos que contengan cinc (hígado de ternera, carne roja, mariscos, quesos curados o semillas de calabaza).
El seguimiento de una dieta sana y equilibrada en el postparto es fundamental sobre todo para las madres que amamantan a sus bebés. En este enlace se detallan diferentes menús específicos para las mamás durante la lactancia. Una dieta en la que las verduras, cereales, frutas y proteínas cobran un papel protagonista para producir la leche necesaria para que su hijo se alimente correctamente.
Por otra parte, las mujeres deben evitar durante el periodo de lactancia algunas especies de pescado, como el pez espada, tiburón, atún rojo y lucio, recomienda la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.