¿Correr, jugar en el parque y practicar algún deporte o sentarse delante de la tele o la videoconsola? La respuesta es clara y los especialistas no dejan de recordarlo. Cualquier actividad física que realicen los niños durante el día solo les reportará beneficios, pero casi la mitad de los pequeños en España no hace el ejercio diario que necesitan. En este artículo se detallan los tres principales beneficios que aporta la actividad física a los menores en edad escolar: mayor rendimiento académico, menos sobrepeso y mejor estado anímico y de salud.
¿Hacen suficiente ejercicio los niños?
Una hora al menos de ejercicio al día. Este es el consejo que los profesionales de la Asociación Española de Pediatría (AEP) hacen a los padres con hijos en edad escolar. Y es que, tal como apuntan los expertos, la práctica de la actividad física y del deporte está directamente relacionada con la salud de la población infantil y juvenil.
La realidad, sin embargo, dista mucho de esta recomendación. El porcentaje de sedentarismo excesivo en este grupo de población es del 35%, es decir, casi cuatro de cada diez menores practica ejercicio menos de tres horas a la semana. Así lo recoge el estudio del Consejo Superior de Deportes ‘Los Hábitos deportivos de la población escolar en España‘ realizado entre cerca de 18.000 niños con edades comprendidas entre 6 y 18 años.
Los expertos de la AEP, en colaboración con profesionales de las ciencias de la salud y el deporte, apuntan en el libro ‘Actividad física, deporte, ejercicio y salud en niños y adolescentes’ (Everest, 2010) que uno de los principales factores de la sociedad actual que favorece esta inactividad en la población infantil es el incremento en el consumo de televisión, videojuegos o Internet. Por eso, los pediatras señalan que, para garantizar una salud óptima de los menores, la recomendación de un mínimo de 60 minutos de actividad física diaria debe ir acompañada de un máximo de dos horas al día de comportamiento sedentario.
1. Mejor rendimiento en el colegio
Entre los numerosos beneficios que el ejercicio y el deporte reporta a los niños, Gerardo Rodríguez, coordinador del Grupo de Trabajo de Actividad Física de la AEP, recuerda que «una actividad física adecuada se relaciona con un mejor rendimiento escolar«. Un reciente informe sobre este aspecto del Observatorio de la Infancia y la Adolescencia Faros apunta que actitudes tan naturales y espontáneas como correr, saltar o jugar en continuo movimiento favorecen la utilización de la energía cerebral y mejoran la función cognitiva en los niños.
Marc Roig, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad McGill (Canadá), asegura en el informe que el ejercicio físico «libera un gran número de sustancias que regulan cambios estructurales y funcionales en el cerebro», muchas de ellas fundamentales en procesos cognitivos relacionados con el aprendizaje y la memoria. Roig alude a diferentes estudios e investigaciones realizados en este ámbito que demuestran cómo en mayor o menor medida el nivel de actividad física en los pequeños está asociado a los resultados académicos y la inteligencia.
2. Menos sobrepeso y obesidad infantil
Los datos de la última Encuesta Nacional de Salud (2011-2012) reflejan una situación preocupante. El 27,8% de la población entre 2 y 17 años padece obesidad y sobrepeso. En concreto, dos de cada diez niños españoles tiene sobrepeso y uno obesidad. Este exceso de peso es el resultado del desequilibrio entre ingesta y gasto energético.
La actividad física es esencial para evitar el sobrepeso. Tras analizar los hábitos de más de 7.500 pequeños de entre seis y nueve años, el estudio Aladino, promovido por el Ministerio de Sanidad, concluye que la obesidad es más elevada en los niños que no practican ningún deporte habitualmente en comparación con los que sí tienen esta costumbre.
Asimismo, este estudio apunta al sedentarismo como una de las causas del sobrepeso. Sus datos indican que el porcentaje de menores con un peso normal «es mayor cuando no disponen de ocio audiovisual -ordenador, dvd, consola, etc.- en su habitación».
3. Niños activos, niños más felices
La obesidad no es la única enfermedad que se previene con la práctica de ejercicio físico en la edad escolar. La estrategia NAOS de prevención de la obesidad desarrollada por el Ministerio de Sanidad recalca que la actividad física es fundamental para el desarrollo y maduración. «Mejora las funciones cardiovasculares y contribuye a una adecuada maduración del sistema músculo-esquelético y de sus habilidades psicomotoras«, señalan los expertos de este proyecto.
Asimismo, recuerda Gerardo Rodríguez, «la actividad física también se relaciona con un mejor estado anímico de los niños«. Los menores que practican ejercicio son más sociables y padecen menos trastornos mentales como la depresión o la ansiedad. Y es que, entre otros aspectos, el deporte mejora la confianza en sí mismos de los pequeños y la autoestima infantil, mientras que favorece las relaciones personales y la integración en el grupo social que les rodea.