A menudo se habla de cuáles son las épocas más propicias y las más desfavorables para nacer, pero un estudio reciente ha puesto el foco en la concepción y ha determinado que mayo es el peor mes para quedarse embarazada. Y es que, según la investigación, los niños concebidos en ese mes tienen hasta un 10% más de probabilidades de nacer de forma prematura. A continuación se explican los motivos de tal riesgo, así como otros detalles acerca de la influencia de la época del año sobre la concepción. También se aportan ventajas y desventajas acerca de los mejores momentos para el parto y estadísticas sobre los meses con más nacimientos en los últimos años en España.
El peor mes para quedar embarazada es mayo, según un estudio
No es lo mismo ser concebido en un momento del año que en otro. Así lo afirma un estudio realizado por expertos de la Universidad de Princeton (EE. UU.), que llegaron a la conclusión de que mayo es el peor mes para quedarse embarazada. Los niños engendrados durante ese mes presentan hasta un 10% más de probabilidades de nacer en un parto prematuro.
El motivo es sencillo: una gestación que comienza en mayo debe finalizar, si todo va bien, en febrero. Esto implica que su última parte coincide con los meses de invierno, la época de mayor prevalencia de la gripe. Y esta enfermedad es una de las principales causas de adelantamiento del parto.
La investigación también detectó otra tendencia: los bebés concebidos en verano pesan entre ocho y nueve gramos más que los engendrados en otras épocas del año. Esta diferencia no es muy grande, pero sería la señal de una relación entre los patrones estacionales de ganancia de peso durante el embarazo y los momentos del año en que este tiene lugar.
En su análisis, para reducir la influencia de factores que inciden sobre la gestación y la salud de madres e hijos, como la situación socioeconómica, lugar de residencia, origen étnico de los padres, etc., los científicos observaron a grupos de hermanos, nacidos y criados en los mismos lugares pero concebidos en épocas del año diferentes. Estudiaron a más de 647.000 familias, más de 1,4 millones de niños.
Al centrarse en distintos nacimientos de una misma madre, Janet Currie y Hannes Schwandt, autores del trabajo, destacan que el mismo «proporciona evidencia de que existen patrones estacionales en el peso al nacer y la gestación», los cuales no dependen de las características de las madres. Y creen que estos descubrimientos podrían tener consecuencias en las políticas públicas, sobre todo en relación con las recomendaciones nutricionales para el parto en las distintas estaciones del año y con las campañas contra la gripe.
El verano, la mejor época del año para nacer
Hasta ahora, varios trabajos científicos se habían detenido, no en la influencia de la fecha de concepción, sino en la de nacimiento. Y habían destacado ventajas y desventajas de venir al mundo en unas u otras épocas del año.
Según un estudio británico, la mejor estación para nacer sería el verano, dado que, debido a la mayor exposición al sol de la madre durante el último trimestre del embarazo, su organismo produce más vitamina D. Como consecuencia, los pequeños nacidos en los meses de más calor, a los diez años de edad, son en promedio medio centímetro más altos y tienen los huesos más anchos que los nacidos en otras estaciones.
Además, por haber vivido la época de mayor acción del polen (abril y mayo) en la última etapa de la gestación, los niños nacidos en verano tienen la mitad de las probabilidades de contraer alergias a la comida que los nacidos en otoño o invierno, que en esos meses están mucho menos desarrollados. Este hallazgo fue realizado hace unos años por científicos finlandeses.
Sin embargo, nacer en verano también tiene sus desventajas, como concluyen otros estudios. La miopía y otras deficiencias visuales son más comunes en pequeños nacidos en esa estación. La hipótesis de los investigadores apunta a que la intensa luz del sol en esos meses causaría daños en los recién nacidos y afectaría a largo plazo a la salud de su visión.
Otros trabajos dan cuenta de que, entre la población celiaca, las personas nacidas en los meses del verano son mayoría, de lo cual se deduce que habría una relación entre ambos factores.
Septiembre y octubre, los meses con más nacimientos en España
En función de todos estos datos, se podría pensar en parejas que planifiquen cuándo buscar el embarazo a fin de procurar el mayor beneficio para la salud de su futuro hijo. Pero, por supuesto, las cosas no son tan sencillas. El plazo considerado normal para lograr la concepción desde el momento en que se empieza a buscar es de un año, de modo que el papel que desempeña la voluntad y el deseo de la pareja en este sentido se podría calificar como secundario.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la época con mayor cantidad de nacimientos en los últimos años se da en los meses de septiembre y octubre, es decir, a finales del verano y comienzos del otoño. Desde 2009 y hasta los últimos datos disponibles (correspondientes al primer semestre de 2014), hubo un promedio de 1.340 nacimientos diarios en septiembre y 1.316 en octubre, mientras que la media de alumbramientos en los diez meses restantes es de 1.258 por día.
Las estadísticas permiten observar también la caída en el número de nacimientos en España durante estos años de crisis. De 2009 a 2013, el promedio de nacimientos diarios, si se toman en cuenta todas las épocas del año, se redujo de 1.356 a 1.166, un 14%.