Finlandia y los demás países escandinavos son los mejores lugares para convertirse en madre, según una clasificación elaborada por la ONG Save the Children a partir del análisis de datos socioeconómicos de UNICEF o el Banco Mundial, entre otras entidades. A continuación se explica por qué Europa es la región con mejores condiciones para ser madre y España ocupa el séptimo lugar en el listado, aunque están por ver los efectos de la crisis económica, que ha tenido, según el documento, “un alto impacto sobre todo en las madres y en la infancia”.
Europa, la región con mejores condiciones para ser madre
¿Cuál es el mejor lugar del mundo para convertirse en madre? Finlandia, en particular, y el continente europeo, en general. Así lo afirma la última edición del Índice de las Madres, un informe anual elaborado por la ONG Save the Children con datos proporcionados por UNICEF, el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
El ranking -en el cual España ocupa el séptimo lugar, detrás de Finlandia, Noruega, Suecia, Islandia, Países Bajos y Dinamarca- está constituido a partir de cinco indicadores: salud materna (riesgo de mortalidad materna a lo largo de la vida), bienestar de la infancia (índice de mortalidad antes de los cinco años de edad), situación de la educación (número previsto de años de educación formal), situación económica (ingreso nacional bruto per cápita) y situación política (participación de las mujeres en el gobierno nacional).
El informe incluye 178 países o regiones (deja fuera a quienes tienen menos de 100.000 habitantes). Los ocho primeros de la lista, y 24 de los primeros 30, corresponden a Europa. Como contrapartida, los últimos 10 del listado, y 26 de los últimos 30, son países africanos.
El Índice de las Madres forma parte de un informe mayor titulado ‘Estado Mundial de las Madres‘, que apunta sobre todo a llamar la atención sobre las madres y los niños durante las crisis humanitarias. En su última edición pone el foco sobre conflictos específicos como la guerra civil en la República Democrática del Congo, los conflictos armados en Siria y los recurrentes desastres naturales que azotan Filipinas.
Las cifras en España
En algunos de los indicadores considerados, los niveles de España están por encima de la media de los países industrializados. Es el caso del riesgo de mortalidad materna a lo largo de la vida (1 entre 12.000 en España, contra 1 entre 8.900, el promedio de esos países), la escolarización prevista (17,1 contra 16 años) y la participación de mujeres en el gobierno (un 37% de escaños contra un promedio de 27%).
En los otros dos, nuestro país está por debajo. La mortalidad de menores de cinco años es de 4,5 de cada 1.000 nacidos vivos, cuando el promedio de los países desarrollados es de 4 por cada 1.000. Y los ingresos económicos considerados promedio en España, unos 29.620 dólares anuales, están bastante por debajo de los 38.500 promedio de ese conjunto.
Los efectos de la crisis, aún no reflejados en los informes
El séptimo lugar de España -por encima de países como Alemania, Australia y Bélgica, que completan el top 10- puede resultar sorprendente. Nuestro país es, además, uno de los únicos ocho ubicados entre los primeros 25 lugares en los cinco indicadores tenidos en cuenta para la realización del informe. Sin embargo, la edición española del documento destaca algunos datos bastante menos halagüeños.
«La crisis económica ha tenido un gran impacto, tanto en el nivel de desempleo como en el sistema de bienestar social del país, y el sector más afectado han sido las niñas, los niños y sus familias, en especial las madres», apunta el texto. Añade que el porcentaje del PIB destinado a políticas de protección social es el segundo más bajo de la Unión Europea (26,1%), que el 27% de las mujeres en edad fértil están en el paro y que un tercio de los pequeños españoles viven con riesgo de caer en la pobreza o de sufrir exclusión social.
Una consecuencia de esta situación, señala el documento, «es que muchas mujeres españolas renuncian a la maternidad o a tener el número de hijas e hijos que desean». Lo corrobora el hecho de que, en el periodo 2008-2012, la tasa de natalidad se redujo de 11,28 a 9,69.
Por último, también se aclara que «en España es posible que sean necesarios uno o dos años más para que los datos reflejen los efectos de la actual crisis financiera», la cual ha tenido «un alto impacto particularmente en las madres y en la infancia».