Entre los dos y tres años de vida, por lo general, hay una fase importante en el desarrollo de un niño: aprende a usar el orinal y abandona el pañal. De esta manera, gana mucha autonomía y refuerza su autoestima. Cuando este momento llega, es bueno ayudarle con juegos y actividades lúdicas que sean un aliciente para utilizar el orinal. A continuación se proponen algunas ideas para el momento de la “operación pañal”, que van desde cuentos y canciones hasta el uso de ropa interior divertida y las felicitaciones al pequeño por la tarea bien hecha.
El momento de la «operación pañal»
Los juegos y otras actividades lúdicas son una buena ayuda para los padres que afrontan lo que a menudo se denomina «operación pañal«, es decir, ese momento clave en que los niños abandonan el pañal y pasan a hacer sus necesidades en un orinal o en el váter adaptado.
Por lo general, el adiós al pañal se produce entre los dos y tres años de vida del pequeño, y siempre es de suma importancia respetar sus propios tiempos. Es fundamental tener en cuenta que las actividades que propone este artículo son solo una ayuda y, en ningún caso, se pueden tomar como una receta para adelantar o acelerar procesos.
Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), el niño está listo para dejar el pañal cuando tiene la suficiente preparación física (ya anda sin ayuda, coordina el movimiento de las manos, se puede bajar y subir los pantalones) y cuando ya es capaz de seguir instrucciones (sentarse en una silla, imitar a alguien) y de controlar la vejiga (el pequeño orina bastante de una vez cada dos o tres horas y por sus gestos o postura se nota que se da cuenta de cuándo lo hará).
Actividades para ayudar al niño a dejar el pañal
Una vez que se ha comenzado con el entrenamiento para dejar el pañal, se pueden implementar algunos de los siguientes juegos y actividades.
- 1. Cuentos
Los cuentos tienen la capacidad de hacer llegar a los niños mensajes difíciles de transmitir de otra manera. Los protagonistas de estos relatos suelen enfrentar diversas cuestiones relacionadas con sus necesidades fisiológicas, como usar el orinal por primera vez o levantarse por la noche para hacerlo. Los dibujos en los libros, además, ayudan a que el pequeño se identifique con tales situaciones.
Algunos de los títulos más populares son ‘Edu ya no quiere llevar pañales’ y ‘Marina ya no quiere llevar pañales’ (Juventud, 2010), ‘¿Puedo mirar tu pañal?’ (SM, 2009), ‘El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza’ (Alfaguara, 2002; se puede ver una versión en vídeo en este enlace) y ‘Adiós, pañal’ (Vox, 2011).
- 2. Canciones
Al igual que los cuentos, las canciones también son muy divertidas y gustan mucho a los niños. Una de las más conocidas es la ‘Canción del pipí y el popó‘. También Elmo, el personaje de Barrio Sésamo, tiene su propio tema musical para enseñar a ir al baño y dejar el pañal.
Y tal como se cuenta en el blog Una mirada al otro lado, hay un dibujo japonés que muestra a un pequeño que está aprendiendo a hacer sus necesidades en el váter. La letra de la canción está en japonés y no incluye subtítulos, pero, como es muy animada, también puede ser un incentivo para los pequeños.
- 3. Jugar con plastilina y agua
La psicóloga Valentina Ganem recomienda, en su blog Crecer juntos con arte, algunos juegos que ayudan al menor en el propósito de abandonar el pañal.
Aconseja, por un lado, juegos con agua: llevar el líquido de un recipiente a otro, con vasos, embudos y otros enseres. De este modo los pequeños juegan con la idea de cuándo dejar e impedir el paso del agua y «refuerza la idea de continencia».
Otra recomendación de Ganem -quien además coordina talleres en Madrid para ayudar a madres y padres en la «operación pañal»- es que los niños jueguen mucho con plastilina, con el fin de «satisfacer su curiosidad hacia sus propios excrementos». Familiarizarse con las cacas es un paso más en el proceso de abandonar los pañales, y este juego es un buen recurso para ayudar a ese fin.
- 4. Ropa interior divertida
Esta idea es muy simple pero a menudo efectiva. Los menores -igual que muchos adultos- tienden a olvidarse de qué ropa interior llevan puesta. Si cada vez que tienen que hacer sus necesidades ven, y recuerdan, que llevan calzoncillos o braguitas con dibujos de sus personajes preferidos, esto les parecerá divertido y asociarán sensaciones positivas a ese momento. De esta manera, hasta puede pasar que, en cuanto sientan ganas de orinar o defecar, les vengan a la mente estos personajes y acudan al baño para poder «estar con ellos».
- 5. Premios por hacerlo bien
Está claro que nunca se debe reñir o enfadarse con el pequeño por el hecho de que no haga sus necesidades en el orinal o en el váter. Durante esta etapa, hay que armarse de toda la paciencia que haga falta.
Lo que sí se puede usar es lo contrario: algún tipo de premio o recompensa para felicitarle cuando lo ha hecho bien. Pueden ser palabras, abrazos, caricias o incluso algo material. Y hasta se pueden emplear las tablas de puntos para llevar un registro de su actividad y animarle a que siga por ese camino.