Muchas mujeres embarazadas ven que, hacia el segundo trimestre de la gestación, les aparece una línea oscura vertical en la parte inferior de su abdomen. Pero no debe ser un motivo de inquietud ni de preocupación. Esta línea negra se produce por una modificación normal en la pigmentación de la piel, originada por los cambios hormonales que experimenta la mujer en esta etapa. A continuación se aportan detalles sobre este efecto normal del embarazo, la hiperpigmentación y el hirsutismo en este periodo y se explican algunos cuidados que conviene aplicar ante la aparición de la línea negra.
La línea negra, un efecto normal del embarazo
Durante la gestación, a muchas mujeres se les dibuja una línea oscura en la parte baja del abdomen, entre la pelvis y el ombligo. La conocida como línea negra a veces es motivo de preocupación, por no saber si se trata de algo normal o de un problema. Incluso existen creencias, sin base científica, según las cuales su extensión indica el sexo del bebé: si la línea termina en el ombligo, será una niña, y si sigue hacia arriba, un niño.
En realidad, la línea negra es una consecuencia normal que aparece en muchos embarazos como producto de los cambios hormonales que experimenta la mujer. El aumento de los niveles de estrógeno y progesterona estimulan la producción de melanina, el pigmento que da color a la piel, el pelo y los ojos. Cuando ocurre, la línea negra se hace visible en torno al cuarto mes de la gestación (aunque también puede ocurrir antes o después).
La línea negra se origina al oscurecerse la línea alba, una estructura tendinosa hecha de tejido conectivo y cuya función es mantener unidos los músculos de ambos lados del abdomen. Este cambio de color es más frecuente e intenso en las mujeres «de piel y pelo oscuro», como informan Elena González-Guerra y Aurora Guerra, especialistas de la Asociación Española de Mujeres Dermatólogas.
En la última parte del embarazo «la hiperpigmentación puede extenderse al periné, ano y superficie interna de los muslos», indican estas dermatólogas. Pero añaden que «la intensidad de toda esta nueva pigmentación se debilita después del parto«, en general hasta desaparecer. En pocos casos, aunque con menor intensidad, la línea negra queda como una marca permanente en la piel de la mujer.
Hiperpigmentación e hirsutismo durante el embarazo
La hiperpigmentación no se manifiesta solo a través de la línea negra -llamada también, por su nombre en latín, linea nigra-, sino también en el pezón, la areola (el área coloreada que rodea al pezón) y la región genital. Este fenómeno, que puede estar localizado o generalizado, sucede en nueve de cada diez embarazos, según el artículo ‘Piel y embarazo‘ realizado por un equipo de especialistas en dermatología de la Universidad Nacional de Rosario (Argentina).
El documento apunta que, en algunos casos, se puede apreciar el efecto contrario: la hipopigmentación, que genera la aparición de pequeñas manchas de tonos más claros sobre la piel. Pero esto ocurre en mucha menor medida, pues se observa en apenas el 0,5 y el 1% de las mujeres embarazadas.
Además del cambio en el color, y también por causas hormonales, en la zona de la línea alba (y otras como la cara, los brazos, las piernas y la espalda) se puede desarrollar hirsutismo, es decir, un crecimiento piloso superior al normal o en zonas que por lo general son lampiñas. La involución de este proceso tiene lugar, en la mayoría de los casos, en los seis meses posteriores al parto.
Al ser un proceso natural, la hiperpigmentación de la piel no puede evitarse. Por lo tanto, se recomienda evitar el uso de cualquier tipo de crema o sustancia blanqueadora para eliminar o reducir la intensidad de la línea negra.
Sí, en cambio, hay estudios que sugieren que el consumo de ácido fólico disminuye las probabilidades de la aparición de esta marca sobre la piel. Este sería un beneficio más de esta sustancia cuya ingesta es vital por otros motivos, en particular por la reducción del riesgo de que el bebé padezca espina bífida.
Con respecto a los cuidados que hay que tener ante la aparición de la línea negra, las embarazadas deben extremar las precauciones ante los efectos del sol: evitar la exposición directa, sobre todo en las horas en que incide con mayor intensidad (entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde), y utilizar cremas solares apropiadas (con un factor de protección 40 o superior). La exposición al sol también podría hacer visible de nuevo la línea negra, después de que tras el parto hubiera desaparecido. Por eso, las precauciones en relación con su exposición y el uso de cremas se deben mantener.