Congelar alimentos es una manera estupenda de evitar el despilfarro de comida y de ahorrar tiempo en la cocina. Tener a mano unos ricos platos caseros en el congelador permite comer sano y variado, incluso en esos días en los que se está muy cansado (o se tiene poco tiempo) para cocinar. En contrapartida, es importante saber que no todos los alimentos son indicados para congelar, ya que algunos pierden parte de sus propiedades (como la textura o la consistencia) cuando se someten a este procedimiento. En este artículo se repasan cuáles son los mejores y los peores alimentos para conservar en el congelador.
Ha sobrado comida, ¿la congelo o no?
Los platos ya cocinados que mejor soportan la congelación y la descongelación son los que luego se servirán con salsa o caldo, ya que su textura una vez descongelados no difiere apenas del producto sin congelar. Platos de cocido, carne guisada o pescados en salsa son los que mejor resultado dan con la congelación.
Solo hay que tener en cuenta algunas cuestiones, como controlar los puntos de cocción para que luego, al calentar tras descongelar, no se pase el punto. Esto es importante, sobre todo en pescados en salsa y en marisco como los chipirones en tinta. El punto de sal de la preparación también es importante. La congelación y descongelación concentran un poco el sabor propio del producto, por lo que es mejor que quede un poco soso antes de congelar y proceder a darle el punto adecuado cuando se esté calentando el plato para comer.
Otros alimentos como arroces, pastas y sobre todo guisos de patatas o patatas cocidas no son aconsejables para su congelación, ya que pierden en gran medida su textura. Casi no tienen nada que ver con su versión antes de congelar. Así y todo, si se quiere congelar pasta cocida o arroz con sus jugos, es mejor congelar por una parte el arroz y la pasta cocida y en otro recipiente hacer lo mismo con el caldo o salsa con el que se servirá. De esta manera se respetan un poco más las texturas y será más fácil de calentar.
Las sopas, cremas de verduras y salsas cocinadas dan resultados estupendos tras su paso por el congelador. Todas son fáciles de descongelar y, una vez regeneradas, se consumen casi tal cual. En el caso de querer hacer con rapidez un plato de pasta, tan solo hay que cocer la pasta (10 minutos), mientras se descongela la salsa en el microondas. Así se podría tener en 15 minutos un plato de pasta de categoría. Lo mismo se consigue con la sopa: se descongela en una cazuela y, cuando comience a hervir, se agregan los fideos, por lo que en 10 minutos ya se tiene preparada una rica sopa casera.
¿Congelas comida? Mira estos consejos exprés
Antes de congelar un alimento, se deben tener en cuenta una serie de consejos básicos:
- Limpieza absoluta de recipientes y utensilios donde se congele. La congelación por debajo de 18 ºC provoca que las bacterias paren su reproducción, pero no las mata a todas. Cuando están de nuevo a una temperatura superior a los 4 ºC, comienzan a reproducirse otra vez. Por ello, es importante congelar alimentos libres de bacterias (platos cocinados por encima de 65 ºC), descongelarlos sin perder la cadena de frío y calentarlos otra vez durante unos instantes por encima de 65 ºC en el momento de comer.
- Que los envases donde se congele sean rígidos para que aguanten bien durante la congelación y posterior descongelación.
- Cuando se congelen alimentos con caldo o salsa, hay que tener en cuenta que con la congelación aumentan de volumen, por lo que no se llenará hasta el borde del recipiente para que no se derrame durante el proceso.
- Se puede planificar la congelación envasando el plato que se congelará en un recipiente apto para descongelar y calentar directamente en un horno o en un microondas. De esta manera se ahorra en tiempo y envases al regenerar un plato congelado.
- Para aprovechar mejor el espacio en un congelador, se utilizarán recipientes cuadrados o rectangulares. Así entrarán más envases en cada cajón.
- Una vez congelados, casi todos los recipientes se parecen bastante en su exterior. Es recomendable etiquetar cada envase con la fecha en la que se congela, así como el nombre del plato.
- No se aconseja descongelar un plato y congelarlo de nuevo. Además de los riesgos sanitarios que conlleva, la textura se deteriora en exceso. Se parecerá muy poco al plato cocinado originalmente.
- La descongelación debe ser lenta, mejor dentro del frigorífico en la parte más baja (que es donde la temperatura es mayor que en la parte alta). También es posible descongelar en el microondas siguiendo las instrucciones de descongelado del fabricante y luego calentándolo hasta que el alimento alcance una temperatura interior superior a 65 ºC.