La distribución de sanitarios y muebles en el cuarto de baño está determinada en buena medida por la colocación de las tuberías en el interior de las paredes. Pero, más allá de eso, a través de la decoración se puede dotar a este espacio de un estilo personal. Este artículo aborda las posibilidades de revestimientos para el cuarto de baño, como alicatado, pintura, madera o papel. Además menciona los estilos para esta estancia y diferentes alternativas con las que ganar espacio en ella.
El cuarto de baño es la estancia que más condicionamientos tiene en el momento de pensar en la distribución de su contenido. El principal motivo es que la ubicación de todos los sanitarios (ducha o bañera, lavabo, inodoro y bidé) depende de cómo estén dispuestas las tuberías, bajantes y salidas.
Pero esto no debe ser un obstáculo para el objetivo de obtener un cuarto de baño donde la estética y la decoración sean aliadas de la funcionalidad. Para ello, es importante tener en cuenta una serie de aspectos que permiten personalizar el cuarto de baño y dejar atrás la idea de que «todos los baños son iguales» y no es posible introducir allí variantes y toques propios.
Alicatado, el revestimiento clásico del cuarto de baño
El revestimiento por antonomasia de los cuartos de baño es el alicatado. El tipo de superficie de los azulejos es el que mejor resiste la humedad (un factor crucial en el baño), dada su baja porosidad, además de su dureza y resistencia. Por eso, está presente en la mayoría de los baños, en particular en las zonas más expuestas al contacto directo con el agua, como las paredes contiguas a la ducha o la bañera y el lavabo.
Es común que las paredes del cuarto de baño estén alicatadas con azulejos hasta una cierta altura y pintadas en la parte superior
Una opción para no cubrir por completo todas las paredes de esta estancia con azulejos es alicatar hasta una determinada altura y dejar la parte superior recubierta con otro tipo de revestimiento. En general, cuando se elige esta alternativa, el alicatado se realiza hasta una altura de 1,70 metros desde el suelo, aunque esto puede variar en relación con la estatura media de los habitantes de la casa.
El revestimiento de los espacios no cubiertos por azulejos suele ser pintura, y no cualquier tipo, sino materiales especiales preparados para resistir elevados niveles de temperatura y humedad. Esta pintura sirve para las zonas altas de las paredes y también para partes bajas pero alejadas de los sanitarios, como las que quedan detrás de armarios u otros muebles. De todos modos, por lo general conviene que haya un zócalo alicatado de al menos un metro de altura.
Maderas y papeles aptos para el cuarto de baño
Además del alicatado y de pinturas especiales, también hay ciertos tipos de madera que se adaptan sin problemas al cuarto de baño, tanto en los muebles como en las paredes y hasta en el suelo. En general son maderas duras, que aguantan altas temperaturas y niveles de humedad en el ambiente. Provienen de árboles como el roble, la teca, el merbau o el palisandro. Además de su belleza, la madera es un muy buen aislante térmico.
Incluso, aunque en principio puede parecer la menos conveniente de las posibilidades, las paredes del baño se pueden empapelar. Para ello, se deben emplear papeles vinílicos o plastificados, con una alta resistencia a la humedad.
En estos casos, además, no solo es importante el tipo de papel que se ha de emplear, sino también preparar de manera adecuada la superficie sobre la que se pegará. Pegar papel directamente sobre un alicatado previo puede ser difícil, debido a que la superficie de los azulejos es muy lisa. Para dar la suficiente rugosidad, será conveniente quitar los azulejos o bien utilizar una capa de imprimación bastante densa.
El cuarto de baño y sus estilos
El estilo del cuarto de baño es una decisión muy personal, como en el resto de la casa: puede ser moderno, clásico, rústico, minimalista, natural, multicolor, psicodélico, etc. Los límites los marcan la imaginación y la creatividad, además de los gustos y deseos.
Es importante no recargar demasiado el espacio en el cuarto de baño, para que no se vea resentida la comodidad
Más allá del estilo elegido, lo recomendable es que el espacio no quede demasiado recargado, porque si eso ocurre se verá resentida la comodidad. Sobre todo si se tiene en cuenta que los baños son, en general, cuartos pequeños. Para ello, es importante aprovechar el espacio para instalar los sanitarios del modo adecuado, y lo mismo con los armarios, cajoneras y otros muebles.
Una buena alternativa para tener más espacio en el baño es contar con organizadores de tela colgantes, que se pueden colocar con comodidad debajo en los flancos del lavabo, detrás de la puerta o en otras múltiples ubicaciones.
Otra posibilidad son los armarios estrechos, que permiten aprovechar los espacios, como también los muebles móviles (con ruedas).
Para ganar espacio en el baño se puede quitar la bañera y colocar un plato de ducha, pero hay que tener en cuenta que, si esta reforma se lleva a cabo, la comodidad que se obtiene por un lado (más lugar disponible) se pierde por otro (la imposibilidad de tomar un baño).
Un detalle final: existen modelos de sanitarios modernos, tanto de lavabos como de tazas de váter, que carecen de pie. En lugar de llevar una base que se apoya en el suelo, se empotran en la pared y dan la sensación de quedar suspendidos. En estos casos, el espacio real que se gana no es tan amplio, pero sí puede resultar importante la sensación de “desahogo”.