La primera causa de muerte por cáncer en el mundo es el tabaco, dado su indiscutible papel en la promoción de diversos tipos de cáncer. Aunque fumar incrementa de forma notable las posibilidades de padecer una larga lista de enfermedades crónicas, el principal riesgo del tabaquismo es contraer un cáncer de pulmón. No obstante, un reciente análisis de la literatura científica apunta que es posible que el elevado consumo de frutas y hortalizas contribuya a prevenir el cáncer de pulmón. El presente artículo analiza este estudio, que también está siendo evaluado por el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (WCRF).
Vegetales para prevenir el cáncer de pulmón: estudios difíciles de valorar
La elevada mortalidad poblacional atribuible al cáncer de pulmón genera una gran preocupación sanitaria en todo el mundo. De ahí que las investigaciones que relacionan el papel de la alimentación en el cáncer de pulmón no sean en absoluto una novedad. Son estudios cuyas observaciones resultan difíciles de valorar, dado que el tabaquismo tiende a estar muy asociado con un estilo de vida menos saludable y eso incluye el seguimiento de patrones de alimentación menos equilibrados.
En 1997, el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (World Cancer Research Fund) revisó de manera concienzuda todas las investigaciones disponibles hasta la fecha sobre esta cuestión y, de entre los factores dietéticos protectores, solo halló pruebas «convincentes» en relación a una alta ingesta de frutas y hortalizas.
Sin embargo, en el año 2007 el propio WCRF revisó otra década de estudios científicos y consideró que las pruebas que vinculaban las frutas y hortalizas con un menor riesgo de cáncer de pulmón ya no eran «convincentes», sino «probables» o «sugestivas». Esto guarda relación con lo que ya se ha indicado con respecto a lo conflictivo que es separar el grano de la paja en los trabajos científicos que evalúan el riesgo de cáncer en fumadores, dado que su estilo de vida, en general, es menos saludable. En palabras del WCRF, «incluso si se constatase que la más alta exposición a un factor dietético [como frutas y hortalizas] disminuyera a la mitad el riesgo de cáncer de pulmón, podríamos atribuirlo plausiblemente a los potenciales efectos de confusión residuales del tabaquismo».
El equipo de investigadores del WCRF sí encontró pruebas convincentes, en todo caso, de un aumento en el riesgo de cáncer de pulmón en fumadores que toman complementos dietéticos con altas dosis de beta-carotenos.
Nuevas pruebas de la prevención de cáncer de pulmón con vegetales
El WCRF no dejó de investigar en 2007, sino que creó el Continuous Update Project Expert Panel (Panel de Expertos para la Actualización Continua del Proyecto), cuyo objetivo es revisar de forma continuada la validez de las conclusiones de los informes del WCRF. Pues bien, en septiembre del presente año, este panel de expertos añadió una investigación a su proyecto denominada ‘Frutas, verduras y riesgo de cáncer de pulmón: revisión sistemática y metaanálisis’ (Fruits, vegetables and lung cancer risk: a systematic review and meta-analysis). Se trata de un riguroso examen de las pruebas científicas disponibles hasta hoy en relación a frutas, hortalizas y la prevención del cáncer de pulmón, publicado por la doctora Rita Vieira y sus colaboradores en la revista Annals of Oncology.
Eliminar el tabaquismo, mucho más importante en la prevención del cáncer de pulmón
Y si bien este nuevo estudio ha constatado que el consumo de frutas y hortalizas puede proteger de la aparición del cáncer de pulmón, los autores insisten en lo siguiente: «Eliminar el tabaquismo es la mejor estrategia para prevenir el cáncer de pulmón». Se puede añadir, además, que aunque los investigadores observaron un efecto protector ante ingestas de hasta 400 gramos de frutas y hortalizas, la protección no fue mayor al superar dicha cifra.
Este último dato es importante, porque el consumo medio de frutas y hortalizas en España asciende a unos 489 gramos diarios, según la encuesta ENIDE. Así, a pesar de que la ingesta de estos alimentos en nuestro país está por debajo los 600 gramos al día recomendados por el WCRF, el motivo para que se tome más no es tanto la prevención del cáncer de pulmón, sino la prevención de otras enfermedades crónicas como la diabetes.
Vale la pena finalizar con algo en lo que insisten una y otra vez las entidades de referencia: dejar de fumar es muy difícil, debido al gran poder adictivo del tabaco, pero lo es mucho menos si se pide ayuda sanitaria. Es algo que puede multiplicar por diez las posibilidades de éxito, según cálculos de la la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).