Sándwiches, patatas, una deliciosa tarta casera y un buen número de niños con ganas de pasarlo bien. Ni más, ni menos. Así de fácil se organizaban antes las fiestas de cumpleaños infantiles, una celebración que sin embargo hoy en día supone a veces un quebradero de cabeza para los padres, además de un gasto extra relevante para la economía familiar. En este artículo se detallan las claves para no excederse en estas fiestas: cuidar el presupuesto, no tener prisa y empezar a la edad adecuada, reducir los invitados, limitar los regalos y comida, la justa.
Una nueva forma de celebrar los cumpleaños
Del sándwich de jamón y queso y los ganchitos en casa a la piscina de bolas, las espadas láser, los animadores, las hamburguesas y los perritos y las princesas por un día. Lo que antes era una sencilla celebración en el hogar con unos pocos amigos se ha convertido, hoy en día, en una exclusiva fiesta de cumpleaños a golpe de talonario.
Ante estos excesos, celebrar un cumpleaños infantil «de los de ahora» no es una opción apta para todos los bolsillos. Según los datos de la reciente encuesta del Instituto Nacional de Estadística sobre las condiciones de vida de los españoles, un 10,4% de los hogares con niños no puede permitírselo en nuestro país, una cifra que se eleva hasta el 26,9%, en el caso de las casas con ingresos más bajos, y al 34,7%, si son familias de nacionalidad extranjera.
Cuestión de apariencias
«Todos los años digo que no lo repetiré más, pero, al final, ves que todos lo hacen y caes de nuevo. Es lo que yo llamo ‘la espiral del cumpleaños'», explica Carla Rivero, madre de tres pequeñas. Y es que, en ocasiones, la celebración del aniversario infantil se convierte en una carrera entre padres -más que entre hijos- por ver quién hace la fiesta más grande, más divertida, con más niños y con más animación.
La fiesta se convierte en una expresión social, se trata de no ser diferente, de no destacar y hacer lo mismo que los demás
La temática de la fiesta, el tipo de tarta, la decoración, los regalos o golosinas para los invitados, los juegos y actividades para los pequeños… Al elegir «se tiene muy en cuenta lo que han hecho otros padres en fiestas anteriores y lo que pueden llegar hacer en las próximas», apunta la antropóloga austriaca Alison J. Clark en un estudio especifico sobre las celebraciones de cumpleaños. La fiesta se convierte en una expresión «social», se trata de no «ser diferente», de no destacar y hacer lo mismo que los demás, aun a costa de «la propia individualidad o personalidad del niño», concluye la autora.
Claves para no excederse
1. Cuidar el presupuesto. El tipo de celebración que los padres eligen para sus hijos depende de los gustos, tiempo y comodidad de cada uno, pero también del presupuesto. Pan de molde, crema de cacao, paté, patatas y gusanitos, batidos, refresco y una tarta es suficiente para llevar adelante una sencilla y acogedora fiesta en casa para 10 menores. El gasto, apenas 15-20 euros, es casi una décima parte de lo que se debe desembolsar, si el convite tiene lugar en un parque o ludoteca especializada en fiestas infantiles (15-20 euros por pequeño) o un tercio del coste de festejarla en un local de comida rápida, una opción algo más económica por la que hay que abonar alrededor de seis euros por invitado.
2. No tener prisa. Aunque el aniversario de un hijo sea siempre una ocasión muy especial, en ocasiones los padres quieren correr demasiado y celebran grandes fiestas de cumpleaños para bebés que no son capaces aún de apreciarlas y disfrutarlas. Hasta los tres o cuatro años es suficiente con organizar una pequeña reunión familiar en la que el niño se sienta cómodo con las personas más cercanas a él. A partir de esa edad, disfrutarán más de un cumpleaños «típico» y de la compañía y los juegos con otros menores de su edad.
3. Reducir los invitados. Es preciso abandonar la idea de reciprocidad que impera en la actualidad, es decir, invitar a quien invita. Cada familia tiene un presupuesto o un espacio para la celebración diferente y, por tanto, el número de invitados debe ajustarse a estos. Es conveniente hacer entender esta premisa a los hijos y hacerles partícipes a la vez de la elección de los amigos que le acompañarán en su día especial.
4. Limitar los regalos. Recibir los obsequios de cumpleaños es para los niños uno de los momentos más especiales de la celebración. Sin embargo, cuando los invitados son numerosos, la abundancia de presentes puede ser abrumadora para el pequeño y ni siquiera los apreciará. Para evitar este exceso, una buena idea es que los invitados se pongan de acuerdo y adquieran un solo regalo entre todos o pedirles que tan solo le obsequien con una manualidad.