Las investigaciones en ingeniería genética vegetal avanzan. Ahora le ha tocado el turno a la zanahoria, cuyo genoma acaba de ver la luz gracias a un estudio realizado por la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU.). El objetivo, como el resto de genomas vegetales descritos hasta el momento, es utilizar esta información para mejorar los cultivos, hacerlos más resistentes a enfermedades y para conocer más detalles sobre los alimento, como por qué tienen el color que tienen y su valor nutricional; unos valores que cada vez más aprecian tanto productores como consumidores. El artículo explica cuáles son algunos de los secretos de las zanahorias y el papel que ha jugado el ADN en la mejora de las frutas y vegetales.
Los genes de los alimentos se encargan de dar información muy valiosa como por qué adoptan cierto aspecto, qué hace que tengan unas propiedades nutricionales y no otras, por qué son vulnerables a ciertas enfermedades o por qué tienen una forma y un color concretos. Los avances en la descripción de genomas vegetales han sido muy fructíferos en los últimos años: manzanas, melocotón, tomates, arroz y maíz han sido algunos de los genomas identificados hasta ahora (se calcula que hasta la fecha se han secuenciado más de 100 genomas de plantas).
El último de ellos, acabado de publicar en la revista Nature Genetics, arroja luz sobre el origen de la evolución de la zanahoria, sobre su distintivo color naranja y sobre su valor nutritivo. Las zanahorias pertenecen al grupo de la familia Apiaceae, entre las que se incluyen también el apio, el perejil, el hinojo, el cilantro, el eneldo y la chirivía.
Los secretos de la zanahoria
Para los responsables de este estudio, la primera secuencia completa del genoma de la zanahoria (Daucus carota) representa uno de los análisis más completos de la genética vegetal descritos hasta ahora. Los investigadores han logrado identificar más de 32.000 genes en una zanahoria naranja. Además, han secuenciado el genoma de 35 muestras de distintas subespecies, tanto silvestres como cultivadas, en un intento por comprender cómo se desarrollaron.
Los expertos han localizado el gen responsable de la alta concentración de betacarotenos en la raíz de la zanahoria, que le da el color naranja
Uno de los hallazgos ha sido la localización en la raíz de la zanahoria del gen responsable de la alta concentración de betacarotenos que le da el característico color naranja. Este pigmento, que se convierte en vitamina A en el cuerpo humano, pertenece a una clase de varios cientos de pigmentos de origen natural llamados carotenoides, que aportan desde colores amarillos a naranjas y rojos a frutas y verduras. La novedad esta vez radica en el hecho de que se ha identificado el gen específico que aporta las condiciones de la acumulación de pigmentos carotenoides en las raíces de la zanahoria.
En Asia central se cultivaron hace unos mil años zanahorias amarillas y púrpuras y se calcula que, a finales del siglo XVI, apareció una versión naranja en Holanda, resultado del cruce de zanahorias amarillas con moradas. También se sabe que la zanahoria «se separó» de la uva hace unos 113 millones de años y del kiwi hace unos 10 millones de años.
Los responsables del trabajo científico aseguran que el genoma de la zanahoria es «relativamente pequeño». Uno de los objetivos de este hallazgo es que los productores puedan usar esta información para seleccionar las plantas más resistentes a enfermedades.
El ADN de las plantas
La investigación genética vegetal ha permitido conocer importante información sobre numerosos vegetales. Además de esclarecer cómo interaccionan los genes, ha sido posible determinar los efectos individuales de cada uno de ellos. Cuando actúan en grupo, los genes forman sistemas que son los que explican en buena parte cuáles son los rasgos que determinan el rendimiento de los cultivos, la resistencia a determinadas enfermedades o el contenido de nutrientes específicos. Para los expertos, el uso de técnicas como la genómica posibilita, además de mejorar la producción, adecuarse a las demandas cada vez mayores de los consumidores.
Los estudios sobre el genoma de los alimentos, además de que proporcionan información detallada sobre estos, también destacan en la importancia de crear nuevas variedades para poder mantener los niveles de producción. La investigación en este campo se ha centrado sobre todo en comprender cuáles son las bases moleculares responsables de las propiedades de alimentos como frutas y cereales. La genética de las plantas ayuda, además, a que las plantas soporten las condiciones adversas a las que están sometidas, como el cambio climático.
Las zanahorias están disponibles durante todo el año, aunque las de temporada se encuentran a finales de primavera y se caracterizan por ser más pequeñas y dulces.
En la compra, habrá que elegir las que tienen la piel suave, un color anaranjado vivo y la textura firme. Por el contrario, se descartarán las que presenten la piel arrugada y con manchas. Las hojas verdes indican frescura.
En casa, deben permanecer en un lugar fresco y aireado, no sin antes limpiarles la piel con un paño (no es necesario usar agua). En condiciones adecuadas pueden durar varias semanas. También pueden conservarse en la nevera.