Un mal lavado, una contaminación previa, una conservación defectuosa o un consumo excesivo pueden hacer del alimento más saludable el más peligroso. Y es que, a veces, un simple error puede tener graves consecuencias. Debe tenerse en cuenta que gérmenes como la Salmonella solo necesitan de 15 a 20 células en alimentos poco cocidos para provocar una intoxicación alimentaria o que una pequeña porción de comida con la toxina del botulismo puede provocar una parálisis. El artículo explica cuáles son los alimentos o preparaciones de alto riesgo y cómo una ingesta excesiva también puede convertirse en un problema.
No todos los alimentos tienen el mismo riesgo. Que entren en una u otra categoría depende de distintos factores, como la propia naturaleza del alimento y las condiciones externas (tratamiento, conservación, etc.). Se consideran elaboraciones de alto riesgo las que no se someten a ningún sal. El sodio es una de las muchas sustancias que el organismo necesita para funcionar bien. Si bien la mayoría conoce que el exceso de sal en la dieta es malo para personas con hipertensión, no hay mucha consciencia de que este exceso también puede ser tóxico. Cuando hay exceso de sodio en la sangre, pueden producirse efectos en las células cerebrales.