Numerosos estudios han relacionado el papel de la alimentación en el rendimiento escolar. Sin embargo, un grupo de expertos de la Universidad de Teeside, en el Reino Unido, ha revisado algunos de los principales estudios y concluyen que faltan evidencias científicas que corroboren algunas de estas implicaciones, especialmente las que hacen referencia a los ácidos omega 3.
Mantener una dieta baja en grasas, sal y azúcar, pero rica en frutas y carbohidratos y llevar una actividad física activa siguen siendo algunas de las principales recomendaciones de los nutricionistas para ayudar a los escolares a mejorar el rendimiento. Sin embargo, expertos británicos acaban de dar algunos de los estudios publicados en este campo un grado de incertidumbre que tiene que ver sobre todo con las medidas más adecuadas que hay que aplicarse. Las autoridades sanitarias de buena parte de los países europeos llevan a cabo políticas dirigidas a mejorar la nutrición de la población infantil, una acción que la Agencia de las Normas Alimentarias británica (FSA, en sus siglas inglesas) considera que requiere nuevas investigaciones para que sean eficientes.
Una revisión de los estudios publicados hasta ahora, llevada a cabo por expertos del Centro de Alimentación, Actividad Física e Investigación de la Obesidad de la Universidad de Teeside y encargada por la misma FSA, da cuenta de la escasa relación entre nutrición y rendimiento escolar. Los expertos han examinado una extensa lista de trabajos realizados sobre la población de entre 4 y 18 años del Reino Unido y otros países desarrollados. Para dicho análisis se han recuperado un total de 24.094 publicaciones de interés internacional, de las que 23.230 se han excluido al considerar que no cumplían con los criterios fijados por los investigadores, como la duración de los estudios (muy corta) y el tema analizado (en la mayoría de los casos sólo se valora el efecto del desayuno). Los responsables del estudio recomiendan completar la investigación, con periodos más largos y usando medidas estandardizadas universales.
Lo que dicen los estudios
Algunos estudios confirman que la capacidad intelectual se ve afectada por la calidad nutritiva de la dieta
Según algunas investigaciones realizadas sobre la importancia de la nutrición y rendimiento escolar, los alumnos que se saltan el desayuno cometen más errores en los ejercicios de resolución de problemas. Expertos de la Universidad de Gales consideran que el desayuno incrementa el índice de glucosa en la sangre, que a su vez activa un transmisor cerebral denominado acetilcolina, al que relacionan con la memoria. Los investigadores consideran que las sustancias que frenan la producción de este transmisor reducen la capacidad para recordar nueva información. La vitamina B1, presente en alimentos a base de cereales como pan integral o enriquecido, es una de las principales productoras de acetilcolina.
Y es que desde hace tiempo el desayuno ha sido una de las comidas a las que más importancia se le ha dado en la capacidad intelectual. Los expertos recomiendan que el desayuno sea el 25% de la energía y los nutrientes necesarios para el resto del día. Según un estudio realizado por la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), un 22% de los escolares españoles sólo toman un vaso de leche antes de ir al colegio. Incluir en el desayuno cereales y fruta no sólo mejora el rendimiento escolar, según el estudio, sino que además ayuda a prevenir la obesidad infantil. En España, el pasado mes de noviembre la Agencia de Seguridad Alimentaria (AESA) presentaba la campaña ¡Despierta, desayuna!, dirigida a fomentar la importancia de la primera comida del día.
La propuesta británica
Si bien los estudios han demostrado hasta ahora que una dieta sana reduce el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular y algunos tipos de cáncer, la FSA propone una investigación más a largo plazo que valore los efectos de la nutrición en las necesidades escolares. Para ello, los resultados deberán basarse en todos los factores que puedan afectar al desarrollo infantil. Uno de los mayores perjudicados ha sido el sector lácteo británico ya que los nuevos estándares de nutrición fijados por el gobierno «prohíben este producto en las escuelas del país junto a otros alimentos como bebidas», asegura Gwyn Jones, director de la Unión de Ganaderos del país. El consumo de leche entera por persona a la semana ha caído casi un 75% entre 1985 y 2004 y ha sido sustituida por la leche semidesnatada.Por otro lado la revisión confirma que no existen suficientes evidencias para afirmar que los ácidos omega 3 tienen efectos beneficiosos en general sobre el aprendizaje, aunque sí existen algunas evidencias de que mejoran el rendimiento en escolares con cierta dificultad de aprendizaje. Muchos de los estudios acerca de los beneficios para la salud de estos ácidos revelan que el pescado es una de sus fuentes principales. Salmón, sardinas, nueces y almendras son especialmente ricos en estos ácidos, y se les asocia un efecto positivo en el cerebro y la vista.
Según la Encuesta Nacional de Salud 2003, se estima que el 6,2% de la población infantil y juvenil española no desayuna habitualmente y que existe una relación clara entre este mal hábito alimenticio y la obesidad. El estudio EnKid, de 2001, demuestra que este problema se manifiesta sobre todo a partir de los 14 años, con un pico máximo a los 18, y que afecta al 9,8% de los varones y al 7,8% de las mujeres. La Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en más de mil millones el números de personas con sobrepeso y en unos 300 millones el número de obesos en todo el mundo. El 8,5% de los niños españoles de entre 2 y 17 años tiene obesidad y otro 18,2% tiene sobrepeso.
Los expertos tienen claro que lo que justifica este aumento de la obesidad es el abandono del menú rico en frutas, verduras y cereales y el aumento del consumo de productos cárnicos y lácteos, bollería, bebidas carbonatadas y comidas más fáciles de preparar pero con un alto contenido calórico. Desde el pasado mes de julio las escuelas españolas cuentan con el Programa Perseo, que está previsto que se aplique durante este curso en 60 colegios de Andalucía, Canarias, Castilla y León, Extremadura, Galicia, Murcia, Ceuta y Melilla. Con este programa está previsto realizar controles antropométricos, efectuar una evaluación clínica y un seguimiento de los niños. El objetivo de todo ello es «minimizar los efectos del sobrepeso y la obesidad sobre la salud y el bienestar de los consumidores».