Las uñas hablan de nuestra salud y nuestro estado nutricional, al igual que la piel y el cabello. Por ello es habitual que, en una visita al médico, este revise las uñas del paciente para hacerse una idea de su estado general y detectar posibles afecciones. Pero así como el aspecto de las uñas puede sugerir deficiencias nutricionales, una correcta alimentación puede mejorar la salud y fortalecer las uñas. En el siguiente artículo se recopilan los principales defectos relacionados con la nutrición y se detalla qué alimentos son beneficiosos para el cuidado de las uñas, así como cambios importantes en las uñas de las personas mayores y el papel de las proteínas en su formación.
Defectos de las uñas relacionados con la nutrición
Las uñas saludables suelen ser lisas y con un color uniforme. Por esa razón, tal como afirma el endocrinólogo Steven Dowshen, las alteraciones en su textura, su pigmentación o su crecimiento pueden indicar diferentes afecciones, desde enfermedades renales y hepáticas hasta problemas cardiopulmonares, diabetes y anemia, entre otras deficiencias nutricionales. Algunas señales que deben tenerse en cuenta son:
- La coiloniquia. Es una deformación de las uñas, que las torna delgadas, frágiles y cóncavas. Este trastorno está asociado con la anemia ferropénica. El riesgo de padecer esta dolencia se registra en todos los países del mundo, en todas las clases sociales y en todas las edades y sexos, aunque es más habitual en niños y adolescentes, en mujeres en edad fértil y en personas mayores. ¿Cómo se corrige? El tratamiento debe realizarse por vía oral con preparados de hierro que contengan altas concentraciones de este metal y durante períodos prolongados, ya que ningún alimento contiene suficientes cantidades de hierro para poder constituir un remedio práctico en los estados de carencia del mismo. La absorción de hierro intestinal es baja, aún en condiciones de absorción aumentada, de ahí que se requieran dosis muy elevadas de hierro para conseguir la absorción de la cantidad necesaria. Además, la anemia ferropénica puede estar relacionada con enfermedades de malabsorción intestinal.
- Las líneas de Beau. Son depresiones o hendiduras en la uña. Pueden producirse después de una enfermedad, tras una lesión de la uña y cuando se está desnutrido.
- Las manchas blancas en las uñas. Aunque en algunos casos pueden ser inofensivas, en otros pueden tener relación con alguna carencia nutricional, según información acreditada por la URAC, American Accreditation HealthCare Commission.
Alimentos beneficiosos para el cuidado de las uñas
La composición nutricional de algunos alimentos resulta muy beneficiosa para las uñas. Por este motivo, si se consumen de manera habitual, pueden ayudar a tener unas uñas saludables y bonitas.
- Levadura de cerveza. De fácil digestibilidad y rápida absorción por parte del organismo, es un complemento rico en proteínas y en todas las vitaminas del grupo B. El valor biológico de la proteína de la levadura de cerveza es similar a la del huevo o la leche y tiene una buena composición en aminoácidos.
- Germen de trigo. El germen es la parte más nutritiva del grano del trigo y es rica en proteínas, vitaminas del grupo B y ácidos grasos esenciales. Además, es muy rico en vitamina E y en zinc, por lo que su ingesta habitual contribuye al cuidado de las uñas.
- Nueces y semillas de lino. Ambas son muy ricas en ácidos grasos esenciales omega 6 y omega 3, y las nueces son ricas en selenio. El aporte de grasas saludables es importante para proporcionar vistosidad a las uñas, además de elasticidad.
- Frutos rojos. Son alimentos con gran cantidad de vitamina C y de antioxidantes y ayudan a fortalecer y evitar la rotura de las uñas, además de favorecer la absorción del hierro.
- Moluscos. Son ricos en yodo y en zinc. Los mejillones y los berberechos, en particular, son fuente de hierro que nuestro cuerpo asimila con facilidad. El zinc y el hierro son minerales esenciales para la producción de queratina en las uñas, por lo que es aconsejable su consumo 2 o 3 veces a la semana, en el marco de una dieta sana y equilibrada.
Lo apropiado sería consumir alguno de estos alimentos a diario. Un modo práctico de hacerlo consiste en preparar un desayuno completo, en un solo tazón, donde pueden mezclarse:
- Un yogurt, entero o desnatado (dependerá del peso de la persona y de su salud cardiovascular).
- Una cucharadita de levadura de cerveza.
- Una cucharadita de germen de trigo.
- Una nuez troceada.
- Una cucharadita de semillas de lino molidas.
- Un puñado de frutos rojos (frambuesas, arándanos, moras, grosellas…).
- Una cucharadita de miel.
- Dos cucharadas de copos de avena.
Las uñas también cambian con el proceso de envejecimiento: crecen con más lentitud y se vuelven pálidas y frágiles. El color puede pasar de translúcido a amarillento y opaco. Las uñas, en especial las de los pies, pueden tornarse duras y gruesas y encarnarse con más frecuencia, mientras que las puntas de las uñas de las manos se pueden partir.
En algunas ocasiones, se desarrollan rebordes longitudinales en las uñas de las manos y los pies. Este puede ser un cambio normal del envejecimiento. Sin embargo, algunas alteraciones en las uñas pueden estar causadas por infecciones, problemas nutricionales, traumas y otros trastornos. Es aconsejable consultar con el médico si las uñas desarrollan hoyuelos, rebordes, líneas o cambios en el contorno, ya que pueden estar relacionados con deficiencia de hierro, enfermedad renal y deficiencias nutricionales.
Al igual que el cabello, las uñas se forman por queratinización. La queratina es una proteína fibrosa, rica en azufre, que constituye las capas más externas de la piel. La principal función de las proteínas es estructural: intervienen en el crecimiento y la reparación de los tejidos, ya sean de la piel, los músculos, los huesos o, también, de las uñas. De hecho, estas se desarrollan en los pliegues profundos de la piel de los dedos.
A medida que las células epidérmicas debajo de la raíz de la uña se desplazan hacia la superficie, aumentan en número. Cada célula se transforma en una placa fina que, junto con muchas otras, se apila en capas para formar la uña. Cuando las células se acumulan, la uña se desplaza hacia delante. Las uñas de los dedos de las manos crecen cuatro o cinco veces más rápido que las uñas de los dedos de los pies y, como ocurre con el pelo, las uñas crecen con más rapidez en verano que en invierno.