El reciente anuncio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el consumo frecuente de carnes rojas y procesadas generó sorpresa, temor y desconcierto en muchos consumidores. En especial, asustó a los más “carnívoros”, que cuando piensan en modificar su dieta para reducir el consumo de estos productos temen no poder conseguirlo. La buena noticia es que existen innumerables alternativas deliciosas y que algunas de ellas se asemejan a platos con carne, ya sea por textura, sabor o perfil nutricional. En este artículo, presentamos cinco recetas para hacer en casa y no echar de menos la carne.
Cuando decidimos reducir la presencia de la carne roja y procesada en nuestra dieta y sustituirla por otro tipo de alimentos, solemos tener momentos en los que nos apetecen esas recetas que creemos que solo se pueden hacer con carne o que solo serán deliciosas si las preparamos como hemos hecho siempre. Sin embargo, esto no es así. Las verduras, la soja texturizada, el arroz y las legumbres pueden ser grandes aliados a la hora de preparar recetas saciantes y que se parezcan en algunos casos a los platos que solíamos preparar con carne como, por ejemplo, las hamburguesas.
Muchas opciones ricas, sanas y sustanciosas
Entre las opciones vegetarianas para saciarnos, con las que tengamos esa sensación de masticar para poder digerir, destaca una hortaliza, la berenjena. Nos dará muy buen resultado si, además, la combinamos con hongos, setas, champiñones, calabacines, calabazas, zanahorias… Otras recetas que nos pueden dejar muy satisfechos son las ensaladas o preparaciones frías en las que utilicemos legumbres cocidas en combinación con frutas, lechugas y otras hortalizas, a las que podemos dar un toque proteico con unos trocitos de pescado, de marisco o simplemente con huevo cocido. Un buen aliño y ¡plato completo!
Las hamburguesas con legumbres o arroz intentan asemejarse a las originales. Obviamente, son preparaciones diferentes, pero podemos darles un toque personal ya sea en cuanto a salsas de acompañamiento, quesos o diferentes tipos de panecillos. Como elemento principal en la elaboración de la hamburguesa podemos emplear legumbres cocidas -como lentejas o garbanzos-, verduras -tipo remolacha, berenjenas o champiñones-, o cereales -como el arroz-. Además, necesitamos elementos aglutinadores que nos den textura y forma a la hamburguesa, como la harina, el pan rallado o la clara de huevo.
Además, si no queremos que nos queden muy sosas, las podemos acompañar con cebolla confitada, pimientos asados, setas salteadas, aceitunas y pepinillos en vinagre, tomate entero o en salsa y cualquier tipo de condimento que sea de nuestro gusto, como hierbas aromáticas o especias.
1. Hamburguesas veganas caseras
Para cocinar las hamburguesas vegetarianas procederemos de la misma forma que con las hamburguesas de carne: asaremos sobre una sartén antiadherente o sobre una parrilla caliente, ligeramente untada de aceite y a una temperatura moderada para que se tueste por fuera y a la vez queden cocinadas en su interior.
Ponemos a escurrir 200 g de tofu en un colador. Después, trituramos 50 g de remolacha cocida junto con el tofu escurrido, un diente de ajo, 30 g de harina y una cucharada de maicena, una pizca de pimentón, sal y unas hojitas de perejil. Hacemos una masa, de manera que tengamos una pasta que podamos moldear. Si no está a nuestro gusto, podemos agregar un poco más de harina, poco a poco, hasta conseguir la textura deseada. Porcionamos la pasta en bolas y luego aplastamos ligeramente, haciendo hamburguesas de medio tamaño. Las pasamos por un poco de harina y cocinamos en una sartén antiadherente untada de aceite de oliva. Una vez cocinada por ambos lados (y también cocinado el interior), las colocamos sobre un pan de hamburguesa con unas hojas de lechugas, rodajas de tomate, unas finas láminas de cebolla roja (cocinada o no) y salsa kétchup tuneada a nuestro gusto. Servimos al instante.
2. Hamburguesas de bacalao con salsa de tomate
Que queramos realizar un cambio en nuestra alimentación, limitando el consumo de carne roja y procesada, no quiere decir que debamos renunciar a todo tipo de proteína de procedencia animal. Podemos decantarnos por unas hamburguesas de pescado que, además de ser muy sabrosas, nos permiten aprovechar las partes no tan bonitas de los pescados y son una alternativa sana en nuestra alimentación
Para elaborar las hamburguesas, trituramos en la picadora 600 gramos de filetes de bacalao, de merluza u otro pescado de nuestro gusto sin piel ni espinas. Añadimos un cuarto de cebolla troceada, una pizca de sal, 2 cucharadas de copos de patata y un huevo batido, hasta formar una pasta manejable. Preparamos 8 hamburguesas y las cocinamos a la plancha «vuelta y vuelta» a fuego suave, hasta que se cocinen por dentro.
Por otra parte, cortamos dos cebollas en tiras finas (corte en juliana) y en una sartén con aceite de oliva, una pizca de sal y una cucharadita de azúcar a fuego medio. Dejamos que se dore la cebolla durante unos 20 minutos. Podemos tostar ligeramente el interior de los panecillos de hamburguesa y les añadimos unas gotas de aceite de oliva virgen para darles más sabor. Montamos las hamburguesas colocando una hoja de lechuga limpia y unas rodajas de tomate en la base del panecillo; sobre ellos, las hamburguesas de pescado y, encima, la cebolla confitada. Podemos aderezar con salsa de tomate casera, mayonesa o un suave alioli.
3. Salpicón de lentejas con naranjas y gambas
Escurrimos un bote de lentejas cocidas con ayuda de un colador. Pelamos una naranja hasta dejarla sin la segunda piel blanquecina, cortamos en gajos y reservamos. Cortamos una cebolleta, un pimiento verde y un tomate en cuadraditos, y reservamos. Cocemos unas colas de gambas o troceamos unas barritas de txaka de calidad. También cocemos un huevo en agua hirviendo durante 10 minutos, enfriamos y pelamos.
Preparamos un aliño en un bol mezclando el zumo de media naranja y dos cucharadas de vinagre; añadimos poco a poco 3 cucharadas de aceite de oliva extra y sazonamos con sal al gusto. En una ensaladera, sobre una base de gajos de naranja ligeramente aliñada con la vinagreta, disponemos las lentejas bien escurridas, el tomate y la cebolleta y el pimiento verde, mezclados con las gambas cocidas o la txaka, y el huevo cocido troceado. El resto del aliño se vierte sobre la ensalada justo antes de servir.
4. Milhojas de calabacines y champiñones
Calentamos el horno a 200 ºC y horneamos durante 15 minutos una placa de masa de hojaldre, previamente untada con un poco de huevo batido. Cuando se dore la superficie, buscando que suba el hojaldre, sacamos del horno y reservamos.
Cortamos dos calabacines en rodajas medianas, los untamos con aceite de oliva, un poco de sal y ajo picado y horneamos a 200 ºC durante 20 minutos. Mientras se hornean los calabacines, elaboramos un salteado de champiñones. Troceamos una cebolleta fresca en tiras, 200 gramos de champiñones en láminas y 50 gramos de ajetes tiernos. Los salteamos en una sartén con unas cucharadas de aceite de oliva hasta que las verduras estén blandas y ponemos a punto de sal.
Montamos el milhojas con una primera capa de hojaldre, luego una capa de calabacines asados y otra capa de salteado de champiñones. Finalizamos con una capa de calabacín y terminamos el milhojas con otra capa de hojaldre. Acompañamos con una salsa casera de tomate y pimientos.
5. Berenjenas rellenas con pisto de champiñones
Cortamos dos berenjenas en rodajas de 8-10 centímetros, y las ponemos a remojo con agua y sal durante 20 minutos. Escurrimos las rodajas de berenjenas del agua de remojo y las secamos con un trapo de cocina. Las vaciamos, dejando un hueco en el centro que rellenaremos después con el pisto. Asamos las berenjenas vaciadas durante 15 minutos en el horno previamente calentado a 200 ºC.
Preparamos el pisto con el que rellenaremos las berenjenas, cortando un poco de cebolla, la carne de la berenjena que hemos vaciado, 200 g de champiñones y un diente ajo en brounoisse (cuadradito pequeño). Sofreímos el conjunto con un poco de aceite de oliva en una sartén. Cuando la cebolla tome color añadimos un tomate natural troceado y dejamos que se cocine durante 15 minutos. Cuando comience a hervir ponemos a punto de sal y, si hiciese falta, añadimos también una cucharada de azúcar o una sacarina para eliminar el punto de acidez del tomate.
Rellenamos las berenjenas asadas con el pisto de champiñones y servimos caliente como entrante, acompañando el plato con unos trocitos de queso cremoso como guarnición.