La presentación de una receta, la vajilla escogida y la decoración del plato con hierbas, salsas u otros ingredientes es clave para provocar apetito y para transformar una receta sencilla en un plato vistoso y gustoso. Una crema de verduras resulta más apetecible si se sirve en un recipiente distinto al habitual o se espolvorea con frutos secos. Estos aspectos se han de considerar en cada uno de los platos que componen el menú, en particular, cuando se sigue una dieta de adelgazamiento ya que se tiende a caer en la monotonía y la repetición de elaboraciones simples de ensaladas, verduras y alimentos a la plancha.
Presentaciones apetitosas
El término «dieta» tiene, en general, una connotación negativa de limitación, de privación no sólo de alimentos, sino del placer que se asocia al consumo de ciertas elaboraciones. Por ello, al planificar la dieta terapéutica de una persona que requiere, por salud, seguir un tipo de alimentación determinada, uno de los aspectos primordiales es la selección de recetas y platos que componen el menú.
En caso de seguir una dieta de adelgazamiento, la presentación cuidada de los alimentos es una herramienta imprescindible que ayuda al individuo a no caer en la monotonía y la repetición de platos simples y poco apetitosos de ensaladas, verduras y elaboraciones a la plancha, típicos en este tipo de dietas. La clave está en jugar con los colores de los alimentos de temporada, los cortes que se dan a los vegetales para elaborar la receta (en juliana, bruinoise, dados, rodajas, medias lunas) y la variedad de elaboraciones previas (macerado, germinado, fermentado, prensado) y de cocciones (escaldado, vapor, estofado, rehogado, plancha, presión, horno…).
Es un estímulo agradable para los sentidos admirar lo presentable y apetitosa que puede ser una sencilla receta de pechuga a la plancha cuando se acompaña de cebolla rehogadao se adereza con hierbas aromáticas.
La presentación cuidada de los alimentos estimula el apetito y ayuda a no caer en la repetición
La cebolla caramelizada permite presentar las ensaladas templadas y da un gusto dulzón a los platos, como en el caso de unas tiras de pollo o una hamburguesa ligera.
Las salsas ligeras elaboradas con variadas vinagretas, yogur, hierbas aromáticas, etc., dan el color peculiar que falta a un sinfín de recetas.
La adición de frutas a ensaladas como la piña, la pera, la naranja, la granada o las frutas del bosque, entre otras, aporta el contraste dulce a un plato de por sí salado y el contrapunto de color.
Los frutos secos cambian la textura y el sabor de recetas típicas de arroz, espaguetis, cuscús, ensaladas o frutas asadas.
Las vinagretas hacen más deliciosas las preparaciones más simples, ya que se pueden elaborar con mezclas de hierbas como el comino, salsas como la mostaza, combinado de pasas y piñones o frutas como las fresas o los cítricos.
El uso de ingredientes inusuales es un recurso muy útil para resaltar el sabor, la textura y el colorido de una receta típica. Se pueden añadir germinados a ensaladas, tortillas, sopas y esparcir por encima de una carne o un pescado a la plancha para resaltar su presencia. La adición de vegetales curiosos y poco habituales como la rúcula, la hierba de los canónigos o las espinacas crudas da un sabor rico y poco común a las ensaladas.
La vajilla y los utensilios de cocina diseñados para decorar los platos, como los aros de montaje o herramientas equivalentes de distintas formas y tamaños, son el complemento perfecto para dar un toque de vistosidad y elegancia a las preparaciones. Al delimitar los ingredientes en una zona concreta del plato, se consigue un aspecto visual de ligereza y resaltan los coloridos de los distintos ingredientes que lo componen.
Se estimula el apetito al usar los aros para presentar una ensalada de arroz con tacos de plátano, una ensalada templada de alubias y patatas, un pastel de patata relleno de atún con pimientos y tomate, una receta simple de tortilla francesa con salsa de tomate o de huevo a la plancha con guarnición de arroz integral.
Una vajilla especial o unos aros de montaje son el complemento idóneo para hacer más atractivos los platos
Nada tiene que ver, en cuanto a vistosidad y atractivo para los sentidos, el plato típico de verduras salteadas con la imagen que ilustra la receta de verduras con kiwi y lomo embuchado o con láminas de queso y jamón.
Servir el alimento en un recipiente diferente al habitual también llama la atención. Resulta al menos curioso presentar una ensalada en un vaso ancho, en un cuenco de color o en un plato con formas originales como la de tomate y germinados. Sucede algo similar con un plato sencillo de huevos escalfados con chirlas dentro de un recipiente rectangular o la crema de arroz con zanahoria servida en un vaso con una original forma curvada.