Se acerca el Día del Padre y abundan las ofertas para hacer regalos, aunque los padres se conforman con poco. Lo que esperan es un detalle, algo sencillo que signifique que se han acordado de ellos, y para eso no hace falta gastar mucho dinero. Por supuesto, el clásico portarretratos hecho con pinzas para la ropa es un comodín al que siempre se puede recurrir, aunque también hay otras opciones muy creativas. Si toda la familia se mete en harina para preparar un regalo gastronómico, seguro que se conseguirá dar una gran sorpresa con un regalo que llegue al alma… y llene el cuerpo. En este artículo se dan algunas ideas.
Planificación y presentación del regalo
Una pequeña cesta -o una cajita- con unos cuantos alimentos bien escogidos no es muy complicado de preparar y permite disfrutar de sus sabores en familia, además de agasajar a papá. Se puede recurrir a algunos productos ya elaborados (ibéricos de calidad, una botellita de aceite de oliva de autor o algunas especias selectas) y se pueden añadir recetarios y libros de gastronomía o utensilios y menaje de cocina. Desde un divertido delantal hasta una guía para hacer pan casero o sushi en casa… Los límites del regalo estarán marcados por el presupuesto, pero también por los gustos del homenajeado y por la imaginación de quien agasaja.
Se escogerá una cesta o una caja bonita, donde quepan las cosas que se quieren obsequiar, y se intentará cuidar mucho la presentación con papeles vistosos, botecitos pequeños, cintas elegantes y alguna tarjeta para colocar la dedicatoria. Y se pensará también qué delicias hacer en casa. Las alternativas son muchas: desde unos delicados macarons o unas simpáticas galletitas, hasta unos deliciosos bombones o unos vistosos cupcakes. Panecillos caseros con frutos secos, patés hechos por nosotros mismos, aceites o vinagres aromatizados… La clave radica en establecer un presupuesto y elegir unos alimentos que se adecuen a él.
Tres ideas exquisitas para obsequiar en el Día del Padre
Imagen: CONSUMER EROSKI 1. Cupcakes de crema de cacao para el desayuno. En un recipiente hondo se baten dos huevos, se añade la raspadura de limón y un vaso de leche fría. Cuando esté todo ligado, se vierten dos cucharadas de mantequilla líquida (pero no caliente), cinco cucharadas de azúcar, un sobre de levadura y otras cinco cucharadas de harina. Cuando la crema esté preparada, se agregan dos cucharadas de crema de cacao. Se rellena cada molde con esta mezcla hasta 2/3 de su capacidad. Se espolvorea por encima un poco de azúcar y se introduce en el horno a temperatura media, más o menos durante 25 minutos o hasta que las magdalenas hayan subido y se coloreen en la superficie. Para comprobar si están cocinadas, se mete un palillo: si sale limpio, es que están listas; si no, se dejarán unos minutos más hasta que se terminen de cocinar.
Una vez sacadas del horno, hay que esperar a que se enfríen y se decoran con una crema de mantequilla y crema de cacao. Para preparar esta crema de mantequilla, se mezclan dos cucharadas de crema de cacao con otras dos cucharadas de azúcar glas y cuatro cucharadas de mantequilla hasta formar una pasta homogénea. Esta se introduce en una manga pastelera con boquilla rizada, se cubren los pastelitos horneados y se termina de decorar con galletitas, corazoncitos, fideos de chocolate… Se conserva en un sitio fresco hasta su consumo para preservar la crema de mantequilla.
- 2. Paté de anchoas y aceitunas negras para el aperitivo. Los patés caseros son muy fáciles de hacer. Para elaborar este, se escurren cuatro filetes de anchoas en conserva y se mezclan con una tarrina de queso cremoso, cuatro aceitunas negras sin hueso, unas gotas de tabasco y zumo de limón. Se introducen en el bol de la batidora y se bate hasta obtener una mezcla de consistencia homogénea. Se prueba el sabor final, rectificando si fuese necesario, con algún toque a nuestro gusto (añadiendo más anchoa o, si se quiere un resultado más suave, dándole protagonismo al queso). Se coloca el paté en un botecito pequeño con boca ancha para su fácil untado y se guarda en la nevera hasta que se prepare para etiquetar y colocar en la cajita de regalo. Se puede acompañar con unas tostas de pan, unos trocitos de tomates cherry y unas rodajitas de fresas.
Imagen: CONSUMER EROSKI 3. Bombones de chocolate con cereales tostados para comer en familia a media tarde. Para el postre o para la merienda, se pueden preparar unos sencillos bombones. Primero, se funde la mitad de una tableta de chocolate de cobertura junto con tres cucharadas de mantequilla al baño María. Mientras, se mezcla una yema de huevo con cuatro cucharadas de cereales tostados azucarados, ligeramente troceados y una cucharada de nata líquida. A continuación, se vierte un poco del chocolate fundido en los moldes. Se agrega una cucharadita de la mezcla de cereales tostados, nata y yema en el interior de cada molde y se cubre de nuevo con un poco de chocolate fundido. Una vez hecho esto, se introducen los moldes en el frigorífico hasta que el chocolate se solidifique. Se envuelve cada bombón con un papelito de color y se colocan en una bonita caja para completar la presentación.
