Entrevista

Elena Pérez Montero, dietista-nutricionista

Los edulcorantes pasan controles tan exhaustivos como un medicamento
Por Francisco Cañizares de Baya 22 de mayo de 2019
Img nutricionista listado
Imagen: olly18

Tomamos edulcorantes a veces sin saberlo, ya que se ocultan en productos elaborados como la mermelada o el pan. Y hay problema añadido: su etiquetado tampoco ayuda a identificarlos con rapidez. De ahí que surjan ciertas cuestiones que preocupan entre los consumidores como cuánta cantidad de edulcorantes podemos tomar sin engordar y, por supesto, si son seguros. Hemos preguntado a la nutricionista Elena Pérez Montero para despejar estas dudas.

¿Por qué las investigaciones en nutrición acaban con frecuencia con la muletilla “hay que seguir investigando”?

Los estudios sobre nutrición, a diferencia de otras especialidades médicas, son bastante recientes y a veces no pueden ofrecer resultados concluyentes. Eso nos desconcierta porque nuestra sociedad reclama respuestas claras con rapidez. Además, tendemos a buscar culpables de lo que nos pasa para justificarnos y eludir nuestra propia responsabilidad en la alimentación. Oigo con frecuencia en la consulta: “Como bien, lo que pasa es que tengo algo que me hace engordar“.

¿Puede descartarse la asociación de algunos edulcorantes con el cáncer que se apuntó hace unos años?

En ciencia no podemos descartar nada porque es algo dinámico, la evidencia se actualiza cada día. No obstante, hay que tranquilizar a la población porque los aditivos pasan controles tan exhaustivos como los medicamentos. La relación con patologías como el cáncer surgió por los métodos que se empleaban antes para obtener algunos edulcorantes, como la sacarina. En ese proceso se usaba benzeno, que es cancerígeno.

¿Los edulcorantes están bien reflejados en las etiquetas?

Aparecen como aditivos alimentarios, con la E seguida de una cifra, lo que induce a confusión porque no se escribe el nombre del producto. El problema se ve incrementado porque muchas de las etiquetas siguen siendo ilegibles, pero la legislación ha obligado a aumentar el tamaño de la letra. Muchas veces tomamos edulcorantes sin saberlo.

¿Qué factores influyen en la calidad de estos aditivos?

Que sean mejores o peores depende de la técnica de procesado, igual que ocurre con el azúcar de mesa. En los edulcorantes menos refinados, la cantidad de vitaminas y oligoelementos sigue siendo muy pequeña, pero tampoco se le añaden otros compuestos, por ejemplo, para que no se apelmacen, por lo que la calidad tampoco se ve afectada.

¿Tendríamos que acostumbrarnos también a sabores que ahora casi no percibimos por el dulzor?

Es un reto. Tenemos la costumbre de enmascarar el sabor de los alimentos con azúcar o edulcorantes, sin necesidad. La gente que dice que no le gusta el café si no está dulce, es que no le gusta el café y podría tomar otros productos. Descubrir las cualidades de los alimentos se debería enseñar desde la infancia, pero se educa para tomar dulce. No hay nada más pernicioso que los cumpleaños con chucherías. En nutrición debemos tener clara una idea: hay que consumir productos cuanto más naturales, mejor. Además de ser más sanos, son más sostenibles porque generamos menos residuos al consumirlos.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube