Endulzar con neotamo

El edulcorante neotamo podría haber dado un paso más para su aprobación en la UE de acuerdo con una valoración de la EFSA
Por Marta Chavarrías 6 de diciembre de 2007

Endulzar y realzar el sabor de los alimentos son dos de las aplicaciones potenciales del neotamo, un edulcorante no calórico autorizado desde el año 2002 en EE.UU., pero cuyo uso está aún prohibido en la UE. Ahora, una valoración de la EFSA asegura que no es carcinógeno ni genotóxico, lo que podría abrir las puertas a una futura comercialización comunitaria. De ser así, seguiría los pasos que ya han dado países como Australia, Nueva Zelanda y México.

Bebidas sin gas, yogures, productos de confitería, chicles o helados son algunos de los alimentos a los que se añade, en países como EE.UU., el edulcorante neotamo, de 30 a 60 veces más dulce que el aspartamo, y de 7.000 a 13.000 veces más dulce que el azúcar, según las investigaciones realizadas hasta ahora.

Estas particularidades permiten que las cantidades que se añaden a los productos puedan ser muy pequeñas. Sólo se necesitarían, por ejemplo, 6 mg de neotamo para endulzar una bebida de 355 ml., según estudios estadounidenses. Entidades reguladoras de distintos países, como la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), la Autoridad Reguladora de Alimentos de Australia y Nueva Zelanda, así como la Secretaría de Salud de México, confirmaron en 2002 su seguridad y funcionalidad, y lo aprobaron para uso general como edulcorante y potenciador de sabor en algunos alimentos y bebidas. La UE podría seguir el mismo camino atendiendo a la valoración que acaba de presentar la EFSA.

Ni tóxico, ni carcinogénico

El neotamo, un producto relativamente nuevo, no tiene aún una presencia fuerte en el mercado

Los estudios realizados a largo término en animales han demostrado que el neotamo no es tóxico, ni carcinógeno, y no se han detectado efectos toxicológicos, incluso con cantidades en dosis elevadas, equivalentes por ejemplo a 50.000 latas de bebida con el edulcorante. La aprobación en mercados como el estadounidense se ha apoyado en una evaluación del Comité de Expertos FAO/OMS sobre aditivos alimentarios. Los resultados de los estudios realizados en humanos han demostrado que el edulcorante ha sido tolerado incluso en personas diabéticas en dosis de hasta 1,5 mg/kg (la dosis más alta probada).

Una de las particularidades del neotamo, compuesto de tres ingredientes que también forman el aspartamo (ácido aspártico, felanina y metil éter), es que al menos un 30% del que se ingiere se absorbe de forma rápida. Las valoraciones científicas han permitido establecer una cantidad de 2 mg/kg como ingesta diaria admisible (ADI), que es la cantidad que se considera segura de un aditivo teniendo en cuenta un consumo diario durante toda la vida. En condiciones de almacenaje a temperaturas entre 15ºC y 30ºC y humedad relativa entre 35% y 60%, se mantiene estable por lo menos 5 años.

El neotamo, cuya apariencia es la de un polvo cristalino blanco, se utiliza allí donde está aprobado en mermeladas, postres congelados, chicles o bebidas alcohólicas. Gracias a que resulta estable ante el calor, también se ha aprobado para productos horneados.

De nuevo el aspartamo

Uno de los edulcorantes artificiales que más (mala) fama han tenido, y siguen teniendo, es el aspartamo. Ahora, y tras varios años de investigaciones sobre si su consumo es seguro o no, dos nuevos estudios vuelven a reabrir la polémica. Empezaba un estudio publicado en ‘Environmental Health Perspectives’ el pasado mes de julio, según el cual este edulcorante, presente en numerosos productos, es un potente agente cancerígeno. La clave de estos efectos podría estar, según las investigaciones, en el formaldehído, uno de sus metabolitos, que está clasificado por la OMS como cancerígeno desde el año 2004.

No dice lo mismo una revisión de distintas investigaciones sobre este edulcorante, que acaba de publicar ‘Critical Reviews in Toxicology’ tras evaluar la información de más de 500 trabajos de toxicología, clínica y epidemiología. Expertos de la Universidad de Maryland, participantes de esta revisión, aseguran que el uso de aspartamo es seguro, y que no hay evidencias de que pueda tener efectos dañinos en la memoria o problemas de aprendizaje. La polémica continúa estando servida.

A POR LO NATURAL

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Desde hace unos meses la estevia, un arbusto originario de Paraguay y Brasil, ha sido el foco de atención en la búsqueda de un edulcorante natural. En la UE, el panel científico sobre aditivos alimenticios de la EFSA (AFC) ha iniciado, a petición de la Comisión Europea, una nueva evaluación científica sobre la seguridad de este ingrediente. Las hojas de este arbusto pueden llegar a ser hasta 30 veces más dulces que el azúcar, aseguran los expertos. Actualmente, unos 12 países han aprobado su uso para endulzar alimentos y bebidas, como Canadá, Japón, Brasil y China. En EE.UU., la FDA aprobó en septiembre de 1995 la estevia como endulzante, pero con restricciones. La UE están valorando nueva información y datos para apoyar su uso.

La estevia es una de las plantas en las que se han puesto esperanzas para el desarrollo de un edulcorante «perfecto», es decir, capaz de añadir sabor dulce sin que se modifique el gusto ni signifique un alto consumo de calorías. Allí donde se utiliza, confiere dulzor en alimentos como refrescos, chicles y postres. En 2004, expertos de la Universidad de Leuven organizaron el Congreso Internacional sobre la Seguridad de la Estevia, cuyas conclusiones difundían ya la seguridad de esta sustancia. Entonces, los expertos establecieron que la dosis que puede resultar perjudicial es muy alta, que sólo se requieren cantidades muy bajas para conseguir el dulce propósito, y que no tiene ningún efecto en la salud humana.

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