El gofre forma parte de las masas cocinadas, se asemeja a las masas fritas como los crepes, aunque su principal diferencia radica en el lugar donde se cocinan, la gofrera. Éste es un utensilio de cocina formado por dos planchas de hierro o de metal antiadherentes, con forma de celdillas en su interior. Así confiere al gofre su aspecto tan característico una vez cocinado.
Imagen: Shaman X
El gofre, un alimento de gran aceptación en la cocina europea, norteamericana y asiática, se sirve como acompañamiento de platos salados, como una parte más del desayuno, para picar entre horas o a media tarde como merienda. Los ingredientes básicos para cocinarlo son la harina, la levadura, la mantequilla, los huevos y una pizca de sal. A esta base se añaden otros elementos, en función de que se opte por la versión salada o la dulce. En este último caso, se puede añadir azúcar o aromas como vainilla, canela, agua de azahar, unas gotas de licor o de esencia de limón.
Los dulces, los más consumidos
La manera de elaborar gofres dulces es muy similar en todos los casos, no hay diferencias significativas. La más destacada es el grosor, que dependerá de la cantidad de levadura que se agregue a la masa y de que el huevo se añada sin batir o batido a punto de nieve. La harina que se utiliza es, en la mayoría de los casos, de trigo, aunque algunas recetas propias de los países productores de maíz o zonas del norte de Europa utilizan también la harina elaborada con este cereal.
Los gofres dulces se sirven con miel, sirope, chocolate o crema pastelera
El acompañamiento de los gofres es una parte fundamental, ya que da carácter al plato. La masa neutra combina con casi todos los sabores. Para los gofres que se sirven como desayuno, puede utilizarse mantequilla untada, mermelada, miel o sirope. Cuando el gofre se ingiere al final de una comida o cena resulta apetitoso acompañarlo con nata montada y fresas, kiwis, melocotones, helado y chocolate caliente, crema pastelera o de chocolate.
En la merienda o entre horas, se puede preparar con miel, azúcar glass espolvoreado, chocolate caliente, sirope de fresa o caramelo líquido.
Usos de la gofrera
La gofrera también da juego para innovar en presentaciones culinarias, ya que en ella se pueden cocinar otras masas distintas a la del gofre. Es posible cuajar masas elaboradas con puré de patata, de zanahoria o de calabaza. Otra opción es agregar huevo, un poco de levadura y el toque personal de cada uno (pimientas, ajo…) para conseguir gofres salados muy originales sobre los cuales se pueden servir carnes o aves en salsa.Imagen: JoyLa elaboración de un gofre es sencilla. Se mezclan 250 g de harina con una cucharada de azúcar, un poco de sal y una cucharada pequeña de levadura en polvo. Se añaden dos yemas de huevo y mantequilla, derretida previamente hasta adoptar una forma líquida. Se mezcla todo y se bate con un decilitro de leche templada.
A continuación, se monta una clara a punto de nieve y se agrega despacio a la masa batida. Antes de cocinarla en la gofrera, se engrasa y se calienta. Cuando esté a punto, se esparce con una cucharada amplia de pasta, de manera que cubra bien las celdillas. Se cierra la gofrera y, una vez cocinado el gofre, se saca y se sirve con el acompañamiento que se haya elegido.