La primavera y el verano son, con diferencia, la temporada de las ensaladas. Hay ensaladas templadas para los días frescos, incluso específicas para el invierno, pero es en esta época del año cuando lucen (y se consumen) mucho más. Casi siempre están presentes en los días de calor y, si bien hay mucha variedad de vegetales para escoger, es posible que con asiduidad se recurra a la misma escena sobre el plato. Por eso, para darle una vuelta al menú, nada mejor que idear nuevas maneras de presentar las ensaladas. Este artículo comparte algunas de ellas.
Lechugas variadas, tomate en trozos, unas tiras de pimiento, cebolleta fresca, un poco de bonito desmigado, algunas aceitunas y un huevo duro cortado en rodajas. Este listado de ingredientes se puede resumir con dos palabras: «ensalada mixta», la más popular y socorrida de nuestro país. Esta ensalada está bien, es fresca y fácil de elaborar, pero puede llegar a aburrir al comensal, tanto por los ingredientes (siempre los mismos) como por la presentación. Y es que el aspecto de una misma receta condiciona mucho el momento de comer. No en vano, en las tiendas especializadas en hostelería hay una gran gama de utensilios y recipientes pensados para su presentación, para poder salirse de las disposiciones planas y sin volumen.
Las recomendaciones para acertar en las presentaciones son diferentes, si es para un menú de diario o para una fiesta, pero seguro que alguna idea servirá de los siguientes consejos. Lo importante es recordar que la presentación predispone a atacar el plato con más o menos ganas, y que muchas veces hace decantarse por probar o no probar algo por la «pinta» que tiene.
Cinco propuestas para mejorar la presentación de tus ensaladas
- 1. Variar y alternar colores y volúmenes. Un buen ejemplo es la famosa ensalada de tomate y queso mozzarella fresco que se presenta intercalando rodajas de tomate y de queso. Con el toque verde dado por las hojitas de albahaca y un chorrito de aceite, se consigue una presentación que, visualmente, es muy potente. Este sencillo intercalado de simetrías puede funcionar con diferentes ensaladas.
- 2. ¿Plato? No, copa. Otra forma muy simple de presentar las ensaladas, sobre todo las que tienen componentes cremosos (como salsas untosas), es hacerlo en copitas individuales, colocando los elementos que más pesan (como trocitos de marisco, frutas o salsa cremosas) en el fondo de la copa y luego ir montando las hojas hacia arriba para que la parte más etérea esté en la superficie.
- 3. Utilizar recipientes comestibles. Esta es una alternativa divertida, con múltiples posibilidades:
- Se pueden emplear cucuruchos elaborados con hojaldre para presentarlos rellenos de una ensalada de pollo o de marisco, por ejemplo, de manera que, según se termine de comer el relleno con los jugos que hay dentro del cucurucho, es posible comer el hojaldre.
- Se pueden elaborar unos paquetitos con pasta filo para contener la ensalada; queda espectacular. Para ello, se preparan unas hojas de pasta filo atadas al exterior de unos moldes redondos y se hornean ligeramente para que se sequen. Se retiran los moldes y la cuerda para hornear y se tienen unos paquetitos de pasta filo que tan solo hay que rellenar con vegetales limpios y secos, ya que la humedad estropearía el recipiente. Se aliña justo al servir para que el aliño no estropee la pasta filo.
- También se pueden presentar ensaladas dentro de frutas huecas (como sandías, melón, piña). Esta opción es más adecuada para celebraciones o fiestas, sobre todo si se preparan para varias personas y se quiere que cada uno se sirva como un buffet. Si se es un poco manitas, hasta se pueden decorar dándoles formas de cestas.
- 4. Buen rollito. Los kebabs sirven de inspiración en el momento de comer las ensaladas, que pueden presentarse enrolladas en minipanes de pita o en crepes. Se envuelven los ingredientes vegetales y se colocan, por ejemplo, sobre vasos de colorines para que se sostengan de pie. De este modo se consigue una manera informal y alegre de presentar una ensalada rica, sana y divertida.
- 5. Marcando límites… Los aros de montaje que se utilizan en la mayoría de restaurantes son una herramienta muy útil que permiten presentar de forma elegante una ensalada. Para ello, se colocarán los ingredientes que más pesan en el fondo del plato y luego se va subiendo con las hojas, que pesan menos. Se aprovecha el espacio libre que queda en el resto del plato para poner diversos elementos de la ensalada de un modo minimalista y con gusto.
Una última recomendación y que es muy importante: hay que aliñar cualquier tipo de ensalada justo en el momento de servir, de una manera sutil, y acompañarla con unas salseras para que cada comensal termine de aliñarla o aderezarla a su gusto. De esta forma, las hojas y demás ingredientes tendrán un aspecto fresco, terso y apetecible.