¿Alguna vez se ha preguntado por qué los tomates son rojos y el brócoli, por contra, verde? ¿O qué beneficios para la salud tienen los distintos colores de las verduras y frutas? Un equipo de investigadores de la División de Nutrición Humana de la Universidad de Wageningen (Países Bajos) sí que lo hizo. Para conocer estas cuestiones, realizaron un estudio sobre el color de las frutas y verduras y los beneficios que tienen cada uno de ellos para la salud. Y es que, como se expone a continuación, las distintas tonalidades de los vegetales se pueden considerar como una etiqueta nutricional, ya que ofrecen algunos detalles sobre los beneficios que aportan.
El color de las verduras se debe a la presencia de fitoquímicos, sustancias que se hallan en los alimentos de origen vegetal. Actúan como defensa natural en las plantas huéspedes, protegiéndolas de infecciones, de microbios, y otorgándoles el color, el aroma o el sabor. Los fitoquímicos no se consideran sustancias esenciales para el ser humano, ya que el metabolismo no los necesita, pero se ha demostrado que a largo plazo son clave para la salud. Ejercen un efecto protector del sistema cardiocirculatorio y ayudan a reducir el riesgo de cáncer, entre otras enfermedades.
A continuación se desvelan algunos detalles del estudio científico, en cuanto a los distintos colores que hay en este campo y qué beneficios conllevan para el organismo.
Vegetales verdes
Deben su color a la presencia de clorofila, aportan pocas calorías y tienen un gran valor alimentario por su riqueza en vitaminas y minerales como el magnesio. Son fuente de fibra, que es muy importante para la salud. Entre las verduras de este color se encuentran el brócoli, las acelgas, la lechuga, las espinacas, las coles de Bruselas, el apio, la rúcula, los guisantes o las judías. Son excelentes depurativos, gracias a los altos niveles de clorofila, lo que ayuda a mantener un buen estado de salud.
Verduras rojas
Los vegetales rojos son ricos en antocianinas y licopeno, compuestos antioxidantes que contribuyen a reducir el riesgo de padecer enfermedades de corazón, problemas de memoria o incluso cáncer. Además, contienen minerales como potasio y selenio, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y la memoria y aportan vitaminas A, B9 y C. Vegetales como el pimiento rojo, el tomate, los rabanitos o la remolacha son muy interesantes para la salud.
Verduras de color morado
La cebolla morada, las berenjenas, la remolacha (también aquí) y hasta la col morada o lombarda son algunos de los ejemplos que se hallan en este grupo. Su color indica la presencia de antioxidantes y fitoquímicos. También son alimentos muy ricos en anticianina y fenólicos que contribuyen a prevenir el cáncer, mantener activa la memoria y retardar el proceso de envejecimiento.
Verduras naranjas
Las verduras de color naranjas son fuente de vitamina A y vitamina B, que mejoran la función del sistema inmunológico. Además, cuentan con un conjunto de sustancias que ayudan a fortalecer la vista, aumentan las defensas del cuerpo y combaten alergias y enfermedades infeccionas. La zanahoria, la calabaza o los pimientos naranjas son algunos de los vegetales que se encuentran en este grupo.
Vegetales amarillos
Al igual que los vegetales anaranjados, su seña de identidad es la riqueza en vitamina A, vitamina B, potasio y ácido fólico. Además, son muy efectivos como antioxidantes, que contribuyen a producir glóbulos blancos, fortalecer los vasos sanguíneos o combatir infecciones. Algunas de las verduras que hay con este color son el pimiento amarillo, el maíz y alguna variedad de tomates.
Vegetales de color blanco
Los vegetales blancos, como la cebolla, el ajo, los espárragos, el puerro, la coliflor, el repollo o los nabos, tienen un alto contenido de potasio y magnesio. Aportan una gran cantidad de fibra y alicina, un excelente antioxidante que puede ayudar a reducir el riesgo de hipertensión, hipercolesterolemia y accidentes cardiovasculares.
Sean del color que sean, comer verduras a diario es fundamental para llevar una dieta saludable, por la gran cantidad de beneficios que aportan y porque mantienen al organismo vivo. Teniendo en cuenta la importancia de incluir este alimento en el día a día, las verduras congeladas, por su parte, son una excelente alternativa a las frescas. Gracias a su proceso de ultracongelación, no solo retienen las vitaminas, las fibras y los minerales, sino que, además, son casi igual de nutritivas que las recién recogidas de la tierra.
Con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la necesidad de incorporar las verduras en la dieta diaria como hábito de vida saludable, la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC) cuenta con un espacio en Internet que permite conocer con profundidad y rigor el mundo de las verduras congeladas. En la página se puede ver el proceso de fabricación de las verduras congeladas, las zonas españolas donde se recogen las diferentes variedades, consejos de salud y hasta el mejor tratamiento y uso en la cocina para elaborar deliciosos platos.