En Navidad, los gastos se multiplican. Reuniones, comidas, vacaciones infantiles, un brindis con los amigos, menús especiales… y regalos, muchos regalos que se llevan buena parte del presupuesto. Para afrontar estos desembolsos en época de crisis, se puede agasajar a los seres queridos con obsequios muy especiales y vistosos, personalizados y, además, baratos. En estas fiestas, una alternativa estupenda y original es hacer regalos gastronómicos caseros y artesanos. Una buena presentación, algo de tiempo y mucho mimo harán las delicias de los agasajados. A continuación, se ofrecen recetas concretas e ideas prácticas para meter a Papá Noel en la cocina.
Diez regalos gastronómicos por menos de cinco euros
Diseñar un regalo y prepararlo en casa tiene varias ventajas. Es entretenido, se puede hacer en familia, permite ser creativos y obsequiar algo muy personal, tan personal que nadie más en todo el mundo recibirá uno igual. Pero, además, supone un importante ahorro económico, ya que la mayoría de los ingredientes empleados son baratos o de temporada, un factor que reduce su coste.
Las siguientes son algunas ideas -con sus correspondientes recetas y una estimación de coste- para poner en práctica en estos días, aunque existen múltiples variantes de cada una y alternativas en el recetario de EROSKI CONSUMER:
1. Turrón de chocolate con galletas. Tradicional, artesano y muy rico. Preparar esta receta cuesta unos 2 euros (para una tableta).
2. Mazapán de pistacho relleno de dulce de dátiles. Un dulce clásico, con un toque de vanguardia y exotismo. Con 3 euros se puede hacer una docena de mazapanes.
3. Trufas caseras. Siempre bienvenidas y casi siempre irresistibles. Elaborar una docena costará alrededor de 2 euros.
4. Galletas de Navidad o galletas de jengibre. Son típicas de otros países, pero han conquistado nuestro paladar y las sonrisas de los niños, que disfrutan mucho haciéndolas. Con 1 euro se tendrá suficiente para una docena.
5. Bombones de chocolate con frutos secos. Otra receta que no falla y aprecia casi todo el mundo. Elaborar una docena de bombones valdrá unos 3 euros.
6. Mermelada de higos. Deliciosa, casera y con un sabor típico de estos meses. Con 1 euro se pueden preparar 250 gramos.
7. Confitura de vino tinto. Idónea para realzar entrantes con jamón, pimientos y tostas. Aporta muchos matices a los platos y solo saldrá por 2 euros elaborar 250 gramos.
8. Salsa de arándanos. Deliciosa y muy versátil, esta salsa puede usarse para acompañar platos dulces y salados. Hacer 250 gramos cuesta alrededor de 1 euro.
9. Azúcar aromatizado con cítricos, canela, vainilla… Un sencillo y original regalo casero para utilizar en repostería o endulzar infusiones. El coste es redondo: 1 euro el kilo.
10. Aceite de oliva aromático con hierbas, con especias o con cítricos. Un pequeño toque de perfume y sabor puede transformar al aceite de oliva más sencillo en un espléndido regalo gourmet. El coste aproximado, 3 euros el litro.
Regalos de Navidad artesanales: la presentación es la clave
Contar con menos recursos económicos que otros años no tiene por qué ser un plato de mal gusto en época de Navidad. La crisis pone freno a la vorágine consumista y nos devuelve a los orígenes de esta celebración: un gran regalo no es el más caro, sino el que se hace con más cariño. Y ¿qué mejor manera de demostrar lo que sentimos que dedicar tiempo y paciencia a diseñar exquisitos obsequios y prepararlos nosotros mismos?
De entre todas las opciones enumeradas antes, la más socorrida es hacer un surtido de dulces navideños. Elegiremos entre unos y otros en función del tiempo y del presupuesto que tengamos y, por supuesto, de los gustos de la persona agasajada. Muy tradicionales o más simples, típicos de aquí o «importados» de otras culturas… La lista es amplia e incluso admite mezclas de saberes y sabores, como en el caso de los cupcakes de turrón.
Por otra parte, podemos dejar a un lado los dulces e inspirarnos en las típicas cestas navideñas para confeccionar nuestro regalo: mermeladas y confituras, salsas saladas, dulces y agridulces, botes de conservas hechos por nosotros mismos, galletas y panecillos, un surtido de pimientas y especias, aceites y vinagres aromatizados, sales de colores… Las opciones «sin azúcar» son también muy amplias y se pueden acompañar con algún utensilio de cocina, un libro de recetas, un molinillo para las pimientas…
Lo importante, más allá de que se opte por lo salado o por lo dulce (o por una mezcla de los dos), es no descuidar la presentación y centrar buena parte de los esfuerzos en embellecer el obsequio con un envoltorio cuidado. Y es que ya podemos preparar las mejores galletas y mermeladas, o los turrones, aceites con hierbas cupcakes más exquisitos y logrados que, sin un marco apropiado, no lucirán lo suficiente.
La presentación es clave al preparar un regalo gastronómico. Según el tipo de preparación, la cantidad de piezas y el destinatario, elegiremos la opción más adecuada. Una bonita caja o una cesta, papeles de colores de celofán, papel comestible para las galletas, latas antiguas, una lazada espectacular… También podemos presentar los regalos en forma unitaria o en surtido. Algo que queda muy bien es envolver primero las trufas y bombones en papeles individuales (de colores o de celofán) y luego colocarlos en cajitas de cartón o de latón, cerradas con un lazo bonito (que puede ser de tela).
Si entre los regalos artesanales se incluyen mermeladas, confituras o conservas, lo idóneo será buscar botes de cristal de boca ancha con tapa de rosca. La clave del éxito del regalo estará en hacer bien la conserva (con un correcto envasado y proceso de vacío) pero, también, en presentarlo de un modo artesanal y estético. Si envolvemos la tapa con una blonda de tela, lograremos un toque retro muy interesante, que remataremos con una bonita etiqueta donde luzcan los datos básicos: el nombre de la conserva, la fecha en que se realizó y quién la elaboró. La suma de ambos detalles dará un aspecto muy conseguido al obsequio.
