Las tostas son uno de los aperitivos más vistosos y apreciados y, además, resultan fáciles de hacer. Su elaboración es muy sencilla y cómoda, de modo que supone una buena opción para las reuniones informales y las comidas ligeras. Por supuesto, se puede invertir en ellas tanto tiempo y dinero como se tenga. Hay, sin duda, versiones de lujo y gourmet. Sin embargo, con ingredientes cotidianos y un poco de gusto en la combinación y presentación, se obtienen unos resultados estupendos para disfrutar en casa. De todas las que existen, a continuación se reseñan varias sugerencias para hacer tostas de salmón, tostas con jamón y tostas con queso de cabra.
1. Tostas de salmón
El salmón es un pescado delicioso que admite múltiples preparaciones. Su sabor y su color son inconfundibles y realzan hasta los platos más sencillos. Para las tostas, en general, se utiliza en finas láminas, ahumado, aunque también se puede cocinar si se tiene tiempo y se quieren encontrar otros matices.
La tosta de salmón más sencilla de preparar se monta en un minuto: se unta el pan tostado con una fina capa de queso (tipo Philadelphia), se coloca encima una loncha de salmón ahumado y se decora con un poquito de eneldo y cebollino. Delicioso, refrescante y muy práctico.
Si se quiere una tosta templada, se puede hacer una de salmón con queso roquefort, calabacín y mermelada de tomate. Se unta el pan tostado con la mermelada tibia (que puede ser casera), se añade una rodaja de calabacín ligeramente cocinada a la plancha y se agregan un poco de queso roquefort (o azul), las láminas de salmón y un poquito de cebollino picado. Un manjar.
Otras opciones: tosta de salmón y naranja, tostadas de pan con queso crema, salmón y cinco bayas y tostadas con aceite de oliva, ibéricos, paté y salmón ahumado (tabla).
2. Tostas con jamón
Poco necesita un buen jamón ibérico o serrano para deleitar con su sabor al paladar. Un rico pan tostado y un hilillo de aceite de oliva virgen son más que suficientes para realzar sus cualidades y presentar un entrante sencillo, delicioso y muy apreciado.
Sin embargo, el jamón marida muy bien con otros ingredientes, como el tomate, que aporta humedad y frescura a la combinación. Se puede preparar una tostada de jamón con ajo y pan de pueblo o, también, unas sencillas tostas de pan de molde con jamón serrano, queso fresco y tomate. Otra estupenda combinación para preparar en casa es la tosta de jamón ibérico con rulo de queso de cabra, que ofrece sabores igual de sugerentes, pero mucho más rotundos. Merece la pena la tosta de habas frescas con ibérico y, si se quiere una opción algo más elaborada, que incluya otros ingredientes, una receta muy interesante es la que combina el jamón con espárragos y huevos de codorniz, además de tomate, un toque de ajo y aceite de oliva. ¡Exquisita!
3. Tostas de queso de cabra
De sabor inconfundible, el queso de cabra es un ingrediente muy versátil para emplear en las tostas. Marida bien con las hierbas aromáticas y las especias, es un excelente acompañamiento de las verduras frescas y los germinados y luce sus cualidades cuando se le combina con algún elemento dulzón, como la cebolla caramelizada, las mermeladas y las confituras. La posibilidad de calentar este queso -en la plancha, por ejemplo- y de fundirlo ligeramente enriquece, y mucho, el abanico de sensaciones. Sabor, temperatura y textura hacen de él un ingrediente imprescindible para las tostas templadas y las preparaciones agridulces.
Entre las opciones más apreciadas, se encuentran la tosta de queso y jamón ibérico, la tosta de queso de cabra con peras y cebolla caramelizada y las tostas de queso con berenjenas asadas, que se sirven calentitas, con un toque de pimienta verde, y que se pueden realzar con diferentes tipos de pan (pan de nuez o de uvas pasas).