El embarazo produce una auténtica revolución hormonal, sobre todo, a causa de unas hormonas esenciales para la reproducción: los estrógenos. Recientes investigaciones concluyen, sin embargo, que un exceso de esta hormona durante el embarazo puede incrementar en el bebé el riesgo de desarrollar cáncer. En este artículo se revela cómo funcionan los estrógenos en el embarazo, los alimentos que incrementan esta hormona y se explica por qué no hay que excederse.
Los estrógenos en el embarazo
Los estrógenos son unas hormonas ováricas fundamentales para el desarrollo adecuado de la sexualidad y de los órganos y el sistema reproductor de la mujer. Contribuye a los cambios que se producen en las niñas cuando llegan a la pubertad, como el desarrollo del pecho, el moldeado del cuerpo y el crecimiento del vello corporal.
Los estrógenos son fundamentales para la sexualidad y el sistema reproductor de la mujer
Las principales hormonas estrogénicas femeninas son la estrona, que tiene una función preparatoria para la ovulación, y el estradiol, responsable de regular el ciclo menstrual. Existe, además, un tercer tipo de estrógeno, el estriol, que es secretado por las mujeres embarazadas y que eleva hasta 1.000 veces su volumen habitual en el último trimestre de la gestación.
En el embarazo, los estrógenos cumplen numerosas funciones. Entre otros aspectos, estas hormonas estimulan el crecimiento del útero para que recoja al bebé. También son las causantes de que las paredes de la vagina y los músculos abdominales se ablanden para facilitar el paso del niño cuando llega el momento del parto.
Estrógenos en los alimentos
Los altos niveles de estrógenos son considerados normales durante el embarazo. Sin embargo, pueden elevarse aún más en este tiempo por el consumo de determinados alimentos que favorecen de forma natural la producción de esta hormona.
Distintas investigaciones detallan los componentes de la dieta con un contenido más alto en estrógenos naturales: la soja y sus derivados; las almendras; algunas frutas como las cerezas, ciruelas, manzanas o granadas; verduras como el apio, las berenjenas, pimientos, tomate y remolacha; y cereales como el arroz integral, trigo, cebada o avena.
Otros estudios especifican también los alimentos que actúan, por el contrario, como inhibidores de estrógenos en la mujer. Los cítricos, melones, brócoli, judías verdes, calabaza, arroz blanco y harina blanca son algunos de estos productos naturales.
Embarazo: cuidado con los excesos de estrógenos
Un incremento excesivo del nivel de estrógenos otorgados por estos alimentos durante la gestación no tiene un efecto directo e inmediato sobre el parto o la salud de la madre. Sin embargo, sí puede colocar al futuro bebé en una posición comprometida, afirma un grupo de investigadores del Centro de Investigación del Cáncer de Georgetown (Estados Unidos).
Un exceso de estrógenos durante el embarazo eleva el riesgo de padecer cáncer de mama
Los especialistas explican que el aumento del nivel de estrógenos eleva el riesgo de padecer cáncer de mama en tres generaciones consecutivas de la madre: hijas, nietas y bisnietas. Además, el nivel excesivo de estrógenos en la gestación puede incluso desactivar, un año después del nacimiento, un poderoso gen femenino (BRCA1) que actúa como supresor de los tumores de mama.
Los resultados de estos estudios abren la puerta a nuevas investigaciones que puedan contribuir a identificar y tratar a tiempo a las mujeres con riesgo de padecer cáncer de mama en el futuro.
La profesora de Oncología Leena Hilakivi-Clarke señaló, en una presentación realizada en la reunión anual de la Asociación Americana de Investigación contra el Cáncer, que la búsqueda de la anormalidad genética que provoca el exceso de estrógenos durante la gestación en el bebé puede permitir la identificación de las mujeres con mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.