Los grupos de WhatsApp de madres y padres del colegio se han expandido muy rápido. Hoy por hoy casi todos los que tienen hijos en la escuela forman parte de alguno. Si se usan bien, estos grupos son una herramienta muy útil para compartir información. Pero mal utilizados pierden valor y, además, pueden generar conflictos. Este artículo ofrece información sobre los grupos de WhatsApp y sus riesgos y enumera siete consejos para aprovechar al máximo esta app y evitar problemas en el grupo de padres y madres del cole.
WhatsApp no es el único sistema de mensajería instantánea de la actualidad, pero sí el más popular. Su número de usuarios supera los 1.000 millones en todo el mundo, y España es el país europeo donde más se utiliza. Tan expandido está su uso que en 2015 -apenas cinco años después de la creación de la app- la Fundéu (Fundación del Español Urgente), organismo asesorado por la Real Academia Española, ya recomendaba el empleo de las palabras «wasap» y «wasapear» para aludir a los mensajes que se mandan por este medio y a la acción de enviarlos, respectivamente.
Una de las tantas posibilidades que este servicio de mensajería ofrece es la de crear grupos. Esto es muy útil en muchos aspectos y, por eso, muchas personas forman parte de diversos grupos de WhatsApp: familia, compañeros de trabajo, grupos de amigos, compañeros del gimnasio, etc.
Consejos para el buen uso de los grupos de WhatsApp del colegio
Uno de los grupos que han crecido en número en los últimos tiempos ha sido el de madres y padres de niños que van juntos a la escuela. Estos grupos ofrecen la ventaja de llevar información importante a todos los miembros de manera rápida y efectiva. Pero, a menudo, también son motivo de problemas y, con tanta frecuencia, que hasta la Policía Nacional lo ha advertido a través de su cuenta oficial de Twitter: «¡¡Socorro!! ¡Vuelve el grupo de WhatsApp del cole!».
¿Por qué la Policía Nacional habla de los grupos de WhatsApp de madres y padres? Por varios motivos. Uno de los más importantes es que estos grupos propician la difusión de información falsa. Tanto por los sistemas de mensajería como por las redes sociales, circulan con frecuencia mentiras (avisos sobre supuestas nuevas drogas, números de teléfono, servicios que eran gratis y pasarán a ser de pago, etc.), y la reacción de muchas personas es: «Por las dudas, lo reenvío». En realidad, la solicitud de las autoridades es justo el contrario: sin la seguridad de que la información es veraz, mejor no reenviar. La Policía y otros organismos usan el hashtag #StopBulos para llamar la atención al respecto.
Pero además de la circulación de información falsa, hay otras razones por las que estos grupos se pueden convertir en un dolor de cabeza. De hecho, un colegio en Argentina publicó un breve decálogo para el buen uso del grupo de WhatsApp, al cual califica como «una excelente herramienta si se usa correctamente».
A continuación se ofrece un listado de consejos para emplear de forma correcta el grupo de WhatsApp y, de ese modo, evitar problemas.
1. Compartir solo información útil
Cualquier mensaje que se envía y carece de relevancia genera «ruido» en la comunicación. Es decir, satura el canal y dificulta la tarea de atender a lo que de verdad importa. Entre estos mensajes sin interés se incluyen, ante preguntas como «¿Alguien ha encontrado tal cosa?», respuestas del tipo: «Yo no». Si quienes no lo encontraron evitan llenar el grupo de mensajes que no aportan nada, resulta más fácil advertir cuando alguien dice: «Lo tengo yo». Si se cumple con este precepto de intercambiar solo información útil, casi todos los siguientes se cumplirán por añadidura.
2. Evitar las críticas
Si hay algo que decir acerca de un docente, lo que corresponde es hacerlo cara a cara y a través de las vías formales. Criticar a un profesor -o a cualquier otra persona- en un grupo de WhatsApp no puede generar nada positivo: solo conflictos. De hecho, una maestra de Málaga inició en 2013 una demanda por «daños al honor» contra unas madres que habían criticado su profesionalidad y hasta su forma de vestir por medio de un grupo en esta app.
3. Evitar el cotilleo
No se trata solo de eludir las críticas sino también el cotilleo, es decir, el intercambio de rumores o comentarios sobre otras personas. Conviene pensar dos veces antes de enviar un mensaje, no escribir nada que no se diría en una charla en persona y tener en cuenta que el chat (un medio de comunicación que carece de los elementos no verbales de la conversación) se presta mucho a las interpretaciones erróneas y los malentendidos. El grupo tampoco debería convertirse en una competición para ver qué hijo termina antes los deberes u obtiene mejores calificaciones.
4. No convertirse en la agenda del niño
Se debe procurar que los niños sean responsables de sus tareas y no tratar de solucionar sus faltas por medio del grupo de WhatsApp. En todo caso, si se hace imprescindible conseguir algún dato en particular, conviene pedirlo a través de otra conversación, pero no en el grupo que incluye a todos los padres o madres.
5. No establecer diálogos privados
Si la conversación solo ha de tener interés para unas pocas personas, lo más acertado es sostenerla fuera del grupo. Para mantener el valor del grupo como tal, es importante que lo que allí se diga tenga interés para todos los miembros.
6. No enviar spam
Por muy graciosos que sean los vídeos y por muy adorables que resulten los gatitos, en el grupo de WhatsApp del colegio es mejor evitar el envío de memes, archivos GIF y cualquier otro material sin relevancia a los efectos del grupo. También se recomienda no abusar de los emoticonos, que bien empleados pueden ser útiles y apropiados, pero cuyo exceso «ensucia» y dificulta la comunicación. Y también hay que tener cuidado con la hora a la que se mandan los mensajes. Aunque es recomendable silenciar el teléfono durante la noche, puede que alguien no lo haga y acabe por odiar un grupo que lo despierta de madrugada.
7. Respetar la privacidad
Esta es una de las cuestiones esenciales al tratar con las nuevas tecnologías. No se deben difundir fotos, ni datos, ni ningún elemento que comprometa la privacidad de otras personas. Y se debe tener mucho cuidado con la información propia que se comparte en un grupo como este, que no es de familiares ni de amigos, sino de madres y padres de niños compañeros de escuela.