El momento del baño del bebé es uno de los espacios más íntimos en la relación entre el niño y sus padres, y un tiempo en el que, sin la limitación de la ropa, el pequeño experimenta con todo su cuerpo su vinculación con el mundo. Este artículo describe la importancia del baño como un contacto personal entre el bebé y sus padres, que no solo representa higiene, sino que también estimula su desarrollo cognitivo. Además, ofrece diez consejos para afrontar esta tarea con éxito.
El baño del bebé, un contacto íntimo con el niño
Bañar al bebé puede representar un verdadero reto para madres y padres, sobre todo para los primerizos. No es una tarea difícil, pero sí que exige la mayor atención y concentración.
El baño del bebé sumergido en agua no debe sobrepasar los tres minutos hasta la caída del cordón umbilical
En las primeras ocasiones, es probable que el niño llore a causa de la sensación desconocida que experimenta. Pero una vez superado el miedo, lo normal es que le guste y que sea un momento divertido y agradable.
Además, sirve para reforzar el vínculo entre el pequeño y el adulto que lo baña. «El baño es un momento de contacto íntimo entre el adulto y el niño», señala la ‘Guía del cuidado de la piel del recién nacido y del bebé‘, elaborada por pediatras, enfermeros, dermatólogos y matronas españolas y publicada en 2013.
Forma parte del cuidado del pequeño y de su higiene pero, a la vez, es un tiempo de relación importante para él: experimenta el contacto de las manos con el cuerpo, una estimulación táctil que le ayuda a establecer conexiones neuronales. Además, esta interacción crea confianza.
Consejos antes del baño del bebé
Durante el baño del niño, la estimulación que genera el contacto de las manos ayuda a establecer conexiones neuronales
En España, durante mucho tiempo se recomendó que, hasta la caída del cordón umbilical el baño se realizara por partes, sin sumergir todo el cuerpo del bebé en el agua. Pero, en la actualidad, los especialistas dicen que no hace falta. «Una vez que el bebé ha sido estabilizado en el medio extrauterino, el baño puede ser igual o mejor que la limpieza por partes ya desde los primeros días», señalan. De hecho, el baño por partes provoca mayor pérdida de calor y produce menor sensación placentera para el pequeño.
A continuación se enumeran los principales consejos para llevar a cabo el baño del niño.
1. Lo más importante es preparar las condiciones del sitio donde se ha de bañar al bebé. Se debe habilitar un entorno tranquilo, que se puede acompañar con una música suave para el niño. Las ventanas deben estar cerradas, para evitar las corrientes de aire, y no se deben conectar ventiladores u otros métodos de refrigeración.
2. Si bien se puede bañar al bebé en cualquier momento del día, la hora más recomendada es la de la tarde-noche, para favorecer la relajación y el sueño del niño. El baño, siempre a la misma hora, puede resultar clave en la creación de rutinas para preparar el momento de ir a dormir, junto con la cena, la lectura de un cuento, el clima relajado, etc.
3. La temperatura ambiental idónea está entre los 22 ºC y 23 ºC, mientras que la del agua debe ser lo más cercana posible a la temperatura corporal del bebé, entre 36,5 ºC y 37 ºC. Si se carece de termómetro, se puede comprobar que el agua esté tibia tocándola con el codo o la parte interna de la muñeca.
4. La bañera del bebé tiene que estar a una altura adecuada, para que el adulto que lo asee se encuentre cómodo, sin forzar la espalda ni ninguna otra parte de su cuerpo.
5. Es importante tener a mano todo lo que se prevé que se necesitará, tanto los productos de limpieza (jabón, champú, aceites, etc.) como las toallas, el pañal y la ropa limpia para el niño, la cual debe dejarse desabrochada y en el orden en que se le pondrá.
6. Y un dato fundamental: el adulto tiene que saber que toda su atención debe estar en el bebé. Mientras esté a cargo de bañarlo, no podrá contestar una llamada a la puerta, coger el teléfono ni hacer otra cosa. En el caso de que alguna verdadera urgencia lo exigiera, tendría que sacar al pequeño de la bañera y llevarlo consigo. Una fracción de segundo es suficiente para que una distracción derive en un accidente infantil.
Consejos durante y después del baño del niño
7. La recomendación de la Federación de Asociaciones de Matronas de España es que, en el momento del baño, el cuerpo del bebé quede cubierto hasta el cuello. También sugieren usar poco jabón, y que sea líquido o de los llamados syndets (synthetic detergent), productos que combinan distintas sustancias y son más suaves y respetuosos con la piel que los jabones normales.
8. Antes de la caída del cordón umbilical, se estima que la duración del baño no debe exceder los tres minutos. Cuando el cordón ya no esté, la duración recomendada es de entre cinco y diez minutos. La frecuencia apropiada es de dos o tres veces a la semana, aunque se puede dar un baño diario, sobre todo en épocas de verano o altas temperaturas.
9. Se debe secar al niño enseguida, para evitar que se enfríe. Para ello, hay que usar toallas suaves o de gasa y hacerlo sin friccionar la piel, sino tan solo apoyar la toalla sobre ella. Es importante prestar atención y secar las zonas difíciles, sobre todo los pliegues, para impedir que queden húmedas y se formen irritaciones y sarpullidos.
10. Al vestir al bebé, se debe comenzar por la parte superior de su cuerpecito, es decir, por el torso, que es la zona más sensible a los cambios de temperatura.