Las vacaciones estivales son el momento idóneo para que los niños realicen múltiples actividades lúdicas que durante el invierno deben quedar arrinconadas por los horarios estrictos y la rutina del periodo lectivo. La playa, la piscina, el parque e incluso la naturaleza procuran un entorno ideal para que los pequeños se diviertan y jueguen al aire libre con sus amigos y el resto de la familia. Aquí se ofrecen para todos ellos unas interesantes propuestas de juegos en la piscina, actividades divertidas en la playa y diversos entretenimientos para el jardín o el campo.
Juegos en la piscina
El juego debe adecuarse a la edad del niño y a sus capacidades motrices
El entorno acuático es el lugar de juegos infantiles para el verano por excelencia; y la piscina, uno de los preferidos por los más pequeños, donde, además de divertirse, pueden desarrollar distintas habilidades físicas y motrices beneficiosas.
Estas son algunas de las propuestas más divertidas en el agua:
- Juego de relevos. Para esta actividad se precisa formar parejas. Los miembros de cada pareja se colocan a un lado de la piscina (uno en cada extremo). En el momento en que suene una señal acordada (un pito, palmada o una frase determinada) los de una punta deben lanzarse al agua y nadar hasta la posición de su compañero. Cuando le toque, este se podrá lanzar al agua para alcanzar el lugar en el que se encontraba su pareja al principio. Si el juego de relevos se juega en equipos, los participantes deben repartirse entre sendos extremos de la piscina, de forma similar.
- Tiburón. Uno de los jugadores debe asumir el papel de tiburón. El resto de los pequeños se reparten a lo largo y ancho de la piscina. El tiburón debe perseguir hasta tocar en el agua al resto de compañeros. El participante que sea pillado adquiere de forma inmediata el rol de cazador (tiburón).
- El tesoro. Se colocan varios objetos en el fondo de la piscina. Cuando suene la señal pactada, todos los jugadores deben lanzarse a su captura. Gana el participante que logre recolectar más tesoros.
- Carreras de caballos. Los flotadores alargados de goma espuma (con forma de churro) son un elemento muy apropiado para organizar carreras entre bañistas. Montados sobre ellos, los participantes deben cruzar la meta establecida lo más rápido posible.
- Juegos de salto. Se coloca un flotador de goma espuma tipo churro (o de otra clase) en un lugar alejado del borde de la piscina. Los participantes deben saltar para sobrepasarlo. El obstáculo puede alejarse a medida que avanza el juego, para incrementar su dificultad.
Actividades divertidas en la playa
La arena, acompañada por un cubo, un rastrillo y una pala, suele ser más que suficiente para que un niño pase una jornada de playa divertida. Levantar castillos, trazar carreteras y excavar pozos y surcos por donde corre el agua del mar son algunas de las obras infantiles más comunes, y entretenidas a su vez. Para algunas figuras, el niño necesitará la ayuda de un adulto. Otras, según la edad del pequeño, son fáciles para que él mismo las construya.
Estos juegos, además de estimular la creatividad de los pequeños, favorecen su habilidad manual, la coordinación motora y el trabajo en grupo. Por otra parte, son tareas que exigen concentración y constancia. Desarrollar estas aptitudes les ayudará en otras actividades externas al ámbito lúdico.
Para que el pequeño disfrute es fundamental que el juego tenga en cuenta sus gustos
Construir barreras de arena para evitar que sean alcanzadas por las olas; enterrarse a sí mismo (o a un compañero de juego) en la arena; organizar búsqueda de conchas o piedras; pescar cangrejos y otros moluscos; o jugar a seguir las huellas en la arena son otras propuestas entretenidas para pasar un divertido día de playa.
Juegos para jardín o el campo
El jardín, así como otros entornos en la naturaleza, es el lugar propicio para desarrollar numerosas actividades lúdicas con niños que contengan, además, un componente didáctico. Solo es necesario formar un pequeño grupo de pequeños y animarles a ponerse en movimiento con algunas de estas ideas.
- Búsqueda del tesoro. Por equipos o de forma individual, los niños deben encontrar pequeños objetos escondidos antes por un adulto. El pequeño que consiga recopilar un mayor número de tesoros será el ganador. También se puede jugar a localizar elementos que se integran en la naturaleza: buscar cinco piñas o diez piedras redondas, por ejemplo.
- Carreras de carretillas. Para esta actividad, los niños deben agruparse por parejas. Uno de ellos agarra por los pies a su compañero. Comienza una carrera en la que el compañero se desplaza sobre el suelo con las palmas de las manos hasta un punto marcado. Al llegar a la señal acordada (una piña, un palo…) se invierten los papeles.
- El pañuelito. Se forman dos equipos. A cada niño se le asigna un número (o un color, una fruta…) que tendrá su correspondiente en el grupo contrincante. Los equipos contrarios se sitúan en línea: uno frente al otro. En medio se coloca el árbitro con un pañuelo alzado en la mano. Cuando este diga un número, los dos niños de sendos equipos a los que se les ha adjudicado esa cifra deben salir con el fin de alcanzar el pañuelo, agarrarlo y llevarlo a su línea. El jugador que no logre capturar el trozo de tela será eliminado. El juego finaliza cuando uno de los grupos se queda sin jugadores.
- Pollito inglés. Uno de los jugadores se coloca de cara a un muro o pared. El resto de niños participantes se sitúan en una línea de salida. De espaldas al grupo, el niño del muro dirá: «Un, dos, tres, pollito inglés, que no se muevan ni manos ni pies». Al acabar la frase, el pequeño debe volverse de cara al grupo, lo más rápido posible. Mientras está de espaldas, los jugadores habrán avanzado todo lo posible hacia la pared. El grupo se quedará inmóvil cuando el figurante se vuelva hacia ellos. Si el niño de la pared, al girarse, ve a alguno de los participantes en movimiento, este queda eliminado. Gana el participante que consiga antes llegar el muro, sin ser visto.
Antes de elegir los juegos o actividades que se van a desarrollar con los niños durante el verano, las familias deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones.
- Adecuación a la edad. Para evitar situaciones de riesgo, sobre todo si la actividad se desarrolla en el entorno acuático, es preciso considerar que el juego se adecúe tanto a la edad del niño, como a sus capacidades motrices. Muchos juegos de agua requieren que los participantes sean capaces de nadar e incluso que estén capacitados para bucear y permanecer a flote durante un tiempo prolongado.
- Atender sus preferencias. Para que el pequeño disfrute es fundamental que el juego tenga en cuenta sus gustos. Del atractivo que tenga la actividad dependerá, en gran medida, su motivación para participar.
- Implicación del adulto. Para que los juegos se desarrollen con total seguridad en las primeras edades, es imprescindible la implicación de un adulto que supervise el desarrollo de la actividad y esté pendiente de las necesidades de los niños.
- Juegos en grupo. Los más pequeños necesitarán que un adulto dirija, al menos al principio, los juegos en grupo; y que explique, asimismo, de forma clara, la dinámica y las normas de la actividad. Además, es importante que el adulto controle el reparto de los equipos para verificar que este sea equitativo y que todos tengan la oportunidad de ganar y participar en igualdad de condiciones.
- Respetar los lugares públicos. Independientemente del entorno del juego, es preciso respetar las normas básicas de urbanidad y evitar molestar al resto de personas presentes, ajenas al juego y a los pequeños. Por otra parte, cuando se quieren poner en marcha juegos en una piscina pública, hay que cuidar que se respeten las normas establecidas para los bañistas.