La lactancia materna no ataña solo a las mujeres. La manera en que los padres se impliquen en la crianza es fundamental para favorecer que los bebés reciban la forma de alimentación más recomendada. Este artículo señala la importancia de reducir el estrés de las madres para fomentar la alimentación con leche materna, el papel de los hombres en los cuidados del bebé y cómo estos pueden contribuir también al éxito de la lactancia. También se destaca la implicación del resto de la sociedad en esta tarea.
Lactancia materna exitosa, mejor con el hombre
La lactancia materna es fundamental para los bebés. Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la leche de la madre debe ser el alimento exclusivo desde el nacimiento y hasta los seis meses de vida, y luego mantenerse, combinada con otros productos, hasta que el niño alcance los dos años. Casi todos los organismos más importantes relacionados con el tema, desde Unicef hasta la Asociación Española de Pediatría, coinciden con estos consejos.
El hombre ejerce un papel clave en el éxito de la lactancia materna, con apoyo en el cuidado del bebé y la casa
Sin embargo, las tasas de lactancia materna en España están por debajo de lo recomendado. Así lo afirmaron los especialistas reunidos en la primera Cumbre Global sobre Lactancia Materna, llevada a cabo en 2012 en Madrid.
Una estrategia para contribuir a la mejora de estas cifras consiste en una mayor implicación por parte de los padres en la lactancia materna, dice la OMS. Los hombres pueden desarrollar un papel relevante para «reducir el estrés de las madres, encargándose de las tareas domésticas o del cuidado de los bebés», como bañarlos, cambiarles los pañales, dar paseos con ellos, etc.
Papel del hombre en la lactancia materna
En España existen numerosas asociaciones destinadas a promover la lactancia materna, muchas agrupadas en la Federación Española de Asociaciones Pro-Lactancia Materna.
Una de ellas es Alba Lactancia Materna, con sede en Barcelona. Este colectivo destaca que «lo único que solo la madre puede hacer es amamantar» y que el padre está capacitado para todas las demás tareas que la crianza de un bebé exige: mecer, abrazar, consolar, bañar, pasear, jugar, cambiar el pañal, etc. Hasta hace unos años, «la crianza ha sido competencia casi exclusiva de las madres», señalan desde Alba, mientras que los padres se encargaban de abastecer de alimentos a la familia. En cambio, en la actualidad, «la tendencia es compartirlo todo entre hombre y mujer y que los padres se involucren al máximo en la crianza«.
También la asociación La Liga de la Leche ha publicado el estudio ‘Rol del padre en la lactancia‘. El informe pone énfasis en la importancia de que el padre procure contar con la mayor cantidad posible de días sin trabajo (vacaciones, permisos, excedencias, etc.) justo después del parto, para acompañar a la madre, liberarla de las tareas domésticas, encargarse de los inevitables trámites y papeleos de este periodo y cuidar a los demás hijos, si los hay. En el caso de que esto no fuera posible, es necesario prever esta situación y pensar en una persona de suma confianza que pueda acompañar a la mujer al menos durante el primer mes, el más crítico en este sentido.
Esta asociación también apunta el valor del apoyo emocional a la madre cuando surgen dificultades, sobre todo obstáculos y presiones sociales para que deje de amamantar, dudas sobre su capacidad de seguir dando leche, cansancio, etc. «El apoyo y la comprensión brindados por el padre han de ser firmes y sin fisuras», explica.
Lactancia materna, la ayuda de la pareja y la sociedad
Los expertos internacionales coinciden en destacar el rol central del padre en el éxito de la lactanciaEl tema central de la última Semana Mundial de la Lactancia Materna fue el apoyo a las madres por parte de sus parejas y la comunidad. Además de señalar el rol del padre en las tareas domésticas y los cuidados del niño, este encuentro internacional destacó:
La ayuda de los hijos mayores y los miembros de la familia en el apoyo emocional a la madre y la colaboración en las tareas del hogar.
La mejora en las condiciones laborales para las madres lactantes (permisos de maternidad, áreas específicas para la lactancia materna y el almacenamiento de leche en los centros de trabajo, etc.).
La colaboración por parte de otras mujeres para asesorar sobre temas que preocupan a las madres primerizas, como la falta de leche, dolores en los pezones, etc.
La Semana Mundial también dejó algunos números preocupantes. Sobre todo, en cuanto al abandono temprano de la lactancia: a los tres meses de edad, solo la mitad de los niños toma leche materna en exclusiva.
Pese a esta tendencia por igualar el tiempo de dedicación del padre y la madre en la crianza de los niños, las diferencias todavía son notorias. Las madres pasan un promedio de 13,6 horas diarias con sus hijos, más del doble del tiempo que están con ellos los padres: una media de 6,2 horas. Además, casi la mitad de los hombres (46%) ve a sus hijos menos de cinco horas diarias, señala el segundo informe nacional ‘La infancia en España‘.
Este trabajo, basado en encuestas a 2.000 madres y padres con hijos menores de cinco años, presenta muchos otros datos interesantes sobre esta cuestión. Entre ellos se destaca que casi la mitad de las mujeres decidió dejar su trabajo para dedicarse al cuidado de los hijos, mientras que entre los hombres lo hicieron un tercio del total. Además, siete de cada diez madres con empleo afirman estar dispuestas a la renuncia de parte de su salario con tal de tener más tiempo para pasar con sus hijos. Entre los hombres, está de acuerdo con esta posibilidad el 55%.