En países como Canadá y Estados Unidos, comprar leche materna por Internet es una práctica bastante común, y desde 2014 una web ofrece también esta opción en Alemania. Ante una posible llegada de esta tendencia a España, los expertos alertan de sus numerosos riesgos -desde infecciones hasta adulteraciones de la leche- y de la necesidad de un marco regulatorio para estos intercambios. A continuación se explica por qué comprar leche en la Red es una práctica de riesgo y se detallan las pautas de funcionamiento de los bancos de leche en España y los riesgos de que un bebé tome leche de otra madre.
Comprar leche por Internet, una práctica de riesgo
La venta de leche materna por Internet no es una práctica común en España, pero sí en otros países, como Estados Unidos y Canadá. Y hasta en 2014, una mujer creó la primera plataforma alemana para ofrecer leche humana.
Como es una actividad no regulada y existe un vacío legal en la materia, y las costumbres y negocios de los países más desarrollados a menudo se imponen más tarde en otros como el nuestro, la Asociación Española de Pediatría (AEP) emitió este año un comunicado en el que muestra su postura en relación con este tema. «Utilizar leche de madre sin ningún tipo de control supone un alto riesgo para la salud del bebé», asegura.
El documento explica que una sustancia tan delicada como la destinada a la alimentación infantil debe cumplir con una serie de condiciones estrictas: un proceso adecuado de selección de las mujeres que producen la leche, una extracción higiénica, el uso de recipientes apropiados, el mantenimiento riguroso de la cadena de frío, realización de cultivos microbiológicos, pasteurización, etc. «El cumplimiento de todos estos requisitos es difícilmente comprobable en la venta on line», apunta el texto.
Un estudio reciente, realizado por investigadores de Estados Unidos, analizó 102 muestras de leche compradas en la Red y halló restos de leche de vaca en 11 de esos casos. Más aún: las pruebas sugerían que, excepto en un caso, la leche vacuna se había añadido de manera intencional y componía al menos el 10% de la muestra. Y eso que los expertos recomiendan que los niños comiencen a tomar leche de vaca al año de vida, mientras que a los seis meses pueden empezar a ingerir productos que incluyan las proteínas de ese producto, siempre y cuando no presenten riesgos de alergia o intolerancia.
Los bancos de leche en España
Más allá de la posibilidad de adulterar la leche de forma deliberada, la falta de regulaciones facilita que se pueda comercializar un producto que no cumple con las condiciones mínimas de seguridad para los bebés. Unos requerimientos que sí están asegurados en el caso de los bancos de leche, los cuales recogen, procesan, almacenan y distribuyen la leche materna, con todas las garantías sanitarias, a quienes lo necesitan. En España existen ocho bancos de leche ubicados en Palma de Mallorca, Madrid, Valencia, Granada, Zaragoza, Barcelona, Mérida y Valladolid.
Además, en estos bancos, la leche no se vende, sino que se distribuye de manera gratuita. El problema es la escasez: se destina a niños ingresados por haber nacido prematuros, con infecciones u otras patologías, y ni siquiera para ellos es suficiente.
Riesgos de que un bebé tome leche de otra madre
La Asociación Española de Bancos de Leche Humana (AEBLH) ha advertido sobre los riesgos del comercio de leche por Internet, ya no solo por la posibilidad de su adulteración o de que no se cumpla con los cuidados requeridos en la manipulación del producto, sino, además, porque «la administración a un bebé de leche humana que no sea de la propia madre puede presentar algunos riesgos para su salud».
Estos riesgos incluyen la exposición a enfermedades infecciosas, como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y el citomegalovirus (CMV), así como a medicamentos, drogas ilegales o contaminantes químicos, que pasan del cuerpo de la mujer a la leche que produce. Por estos motivos, el control sanitario de la leche se torna imprescindible. De hecho, la AEBLH explica que «no son candidatas» a ser donantes de leche las mujeres incluidas en grupos de riesgo de ser portadoras de enfermedades transmisibles, las que se encuentran en fase de enfermedad aguda, ni las que tienen hábitos tóxicos o consumen medicamentos de forma habitual.
Por eso, ante riesgos como estos, una investigación llevada a cabo por científicos británicos reclama la «urgente implementación de una regulación que garantice la seguridad y calidad de la leche humana» que se vende en la Red. «Es necesaria -añade el texto- una regulación legal que establezca una recolección, procesamiento, traslado y calidad seguras de la leche». El trabajo pide también mecanismos para sancionar a quienes, de manera consciente, contaminan o adulteran la leche para obtener un mayor beneficio, así como una protección legal para las mujeres contra posibles casos de explotación en la producción de leche materna para la venta.
Un dato curioso respecto de la venta de leche materna por Internet es que, al parecer, la última moda es que sus compradores sean hombres adultos. Pese a que no existe ninguna evidencia de que esta sustancia sea beneficiosa para adultos, la prensa ha dado cuenta de que muchos culturistas ven en ella una forma de mejorar su rendimiento, dada su mayor capacidad calórica y menor contenido graso.
Los riesgos para los adultos son casi los mismos que para un bebé, sobre todo la posibilidad de infecciones, además de que esta leche es, desde luego, mucho más cara y difícil de conseguir que la de vaca.
Sin embargo, en las plataformas web en las que se comercializa este producto es posible hallar incluso anuncios de hombres que buscan “vendedoras” de leche materna.