Un estudio reciente ha corroborado que la memoria de los bebés para recordar la música que escuchaban en el embarazo es más duradera de lo que se pensaba. Esto podría tener consecuencias relacionadas con el posterior desarrollo del habla, según los científicos, quienes también alertan sobre los posibles efectos negativos de los ruidos desagradables a los que se puede exponer la futura madre en la recta final de la gestación. A continuación se dan detalles sobre la importancia de la música durante el embarazo y su influencia a largo plazo en el sistema neural del niño. También se abordan otros temas, como la memoria de los bebés dentro y fuera del vientre materno, además de la música como estímulo para su desarrollo cognitivo y emocional.
Habla y música durante el embarazo
Los especialistas aconsejan ya desde hace tiempo estimular al bebé con música incluso antes del nacimiento. Está comprobado que las melodías que oían antes de llegar a este mundo les relajan, les ayudan a dormir mejor y a llorar menos y que hasta dentro del vientre materno sonríen con la música que les gusta y la pueden reconocer tras el parto.
Lo que no se sabía, y fue verificado hace poco por un equipo de científicos de la Universidad de Helsinki (Finlandia), es que el recuerdo de las canciones oídas desde el útero se conserva incluso hasta el cuarto mes después de nacer. Por ese motivo, los investigadores sostienen que la exposición del niño a la música durante la gestación induce cambios a largo plazo en el sistema neural, lo cual sería importante, entre otras cosas, para el posterior desarrollo del habla.
La memoria de los bebés dentro y fuera del vientre materno
Para el estudio, los científicos hicieron que una docena de mujeres se expusieran, durante el tercer trimestre de sus embarazos cinco veces a la semana, a la conocida canción de cuna ‘Twinkle Twinkle Little Star‘. Pocos días después del parto y cuatro meses más tarde, los expertos comprobaron la reacción de los bebés ante la misma melodía y ante versiones modificadas de la nana (que los niños no habían vuelto a escuchar). Y la compararon con otros doce pequeños que no habían oído la música durante su gestación.La conclusión fue clara. Los bebés que conocían la canción reaccionaban con mayor fuerza al escucharla, y tanto más, cuanto mayor había sido el tiempo que estuvieron expuestos a ella antes de nacer. «Nuestros resultados demuestran que la exposición prenatal extensa a una melodía induce representaciones neurales que duran varios meses», afirman los investigadores en su trabajo publicado en la revista especializada PLOS ONE.
«Este es el primer estudio que analiza cuánto duran los recuerdos fetales en el cerebro«, explicó Minna Huotilainen, directora de la investigación. «Los resultados son significativos, ya que el estudio de las respuestas en el cerebro permite focalizarnos en los fundamentos de la memoria fetal«, añade. Según Huotilainen, los mecanismos iniciales de la memoria todavía son un misterio para los científicos.
Los responsables de este trabajo también se muestran preocupados, por otra parte, por los posibles efectos negativos a largo plazo de los ruidos y sonidos poco agradables a los cuales muchos pequeños se exponen en la última parte del embarazo. Estos ruidos en general corresponden al lugar de trabajo de sus madres, pero también, en el caso de los bebés prematuros, a los que se producen en las áreas de cuidados intensivos para neonatos en los primeros días tras el nacimiento. Esas posibles consecuencias negativas deberán ser estudiadas en investigaciones futuras.
Música como estímulo de los niños
Este estudio ratifica la importancia que tienen los estímulos musicales para el niño incluso desde antes del nacimiento. Especialistas como la sudafricana Sheila Woodward y la española Paqui Castro han puesto énfasis en esta cuestión y desarrollado fórmulas para aplicarlo. Es muy conocido el método creado por Don Campbell, llamado el «efecto Mozart«, que afirma que el desarrollo cognitivo y emocional de los pequeños resulta beneficiado por la música de ese compositor. La musicoterapeuta Pilar Carrasco, autora del libro ‘Cómo educar a tus hijos con la música’ (Ed. Palabra, 2004), explica que la música «hace crecer intelectualmente y estimula la capacidad de respuesta del bebé a todas sus facultades» y que «potencia su creatividad».
Por supuesto, estimular al niño con música no solo quiere decir poner discos de Mozart u otros autores clásicos, sino que las canciones pueden estar presentes en muchos momentos: sus padres le pueden cantar mientras están con él, durante los juegos, cuando lo bañan, para ir a dormir, etc. Y a partir de los seis meses, la estimulación con la música también puede ser corporal, haciendo que el pequeño, con sus primeros bailes, siga el ritmo de los temas.