Vacaciones, playa, juegos de agua, piscina… El verano para los niños se asocia con diversión. Pero cuando el calor aprieta es necesario extremar las precauciones, puesto que las altas temperaturas estivales implican también un riesgo para la salud de los pequeños. Es este artículo se explica cómo afecta el calor a los niños y qué recomiendan los especialistas para evitar sus efectos nocivos. También se detallan cuatro planes refrescantes para que puedan divertirse y disfrutar del verano sin tener que exponerse a un exceso de calor.
El calor y los niños
El verano es una de las épocas del año favoritas de los niños, cuando las condiciones climatológicas y las temperaturas les permiten disfrutar de mayor tiempo de ocio y actividades al aire libre. Sin embargo, los episodios de calor intenso en el periodo estival son cada vez más frecuentes y representan un riesgo para su salud.
El calor excesivo puede alterar las funciones vitales del cuerpo y «provocar problemas de salud como calambres, deshidratación, insolación o golpe de calor«. Así lo recoge el ‘Plan Nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud’ elaborado por el Ministerio de Sanidad. Cuando los menores se exponen a la luz y a las altas temperaturas, pueden aparecer también erupciones en la piel, fatiga y agotamiento por calor; este último provoca síntomas tan variados como debilidad, náuseas, dolor de cabeza, ansiedad e incluso taquicardia.
Precauciones frente al calor
Los especialistas recomiendan adoptar distintas precauciones para prevenir los posibles problemas de salud asociados a las altas temperaturas en los niños:
Cuatro planes refrescantes
Aprieta el calor y es necesario evitar que los niños se expongan a las altas temperaturas. Enchufar la tele y el aire acondicionado a la vez es la solución más fácil y rápida, pero también se puede optar por otras alternativas refrescantes y divertidas para entretener a los más pequeños. Estas son algunas propuestas: