Ser padre primerizo no es fácil. Los bebés no vienen con un manual debajo del brazo y, a las dudas e inseguridades normales de cualquier situación novedosa, se unen las preocupaciones lógicas que implica la responsabilidad de tener un hijo. Mientras los miedos de las madres se concentran sobre todo en los posibles problemas de salud y su competencia para cuidar al pequeño, los padres, como se analiza a continuación, se preocupan más por los ajustes en la economía del hogar que conlleva la llegada de un nuevo miembro a la familia, el tiempo que pueden pasar con sus hijos o si serán o no buenos padres.
Padres primerizos, padres preocupados
Esterilizan todo lo que está en contacto con el bebé, comprueban cada cinco minutos que el pequeño respira mientras duerme y no dejan que toque nada que pueda estar contaminado. El patrón se repite con frecuencia en muchas madres primerizas, cuyo temor principal después del nacimiento de su primer hijo es que contraiga alguna enfermedad. Sin embargo, este comportamiento que puede llegar a ser incluso obsesivo, tal como apunta un estudio publicado en The Journal of Reproductive Magazine, no es común en los padres primerizos.
Hasta un 10% de los padres primerizos puede llegar a sufrir depresión posparto
No es que los padres se sientan menos responsables de los pequeños o desinteresados por su salud, es que a ellos les preocupan otras cosas, y de manera significativa. Una reciente investigación de la Universidad de Northwestern (Estados Unidos) confirma que hasta un 10% de los padres primerizos puede llegar a sufrir depresión posparto, motivada sobre todo por los nuevos temores que surgen ante el nuevo rol de la paternidad.
¿Qué temen los padres?
La responsabilidad financiera que surge después del nacimiento de un hijo es el factor de estrés más mencionado (20%) por los padres primerizos que participaron en un estudio piloto dirigido por investigadores de la Universidad de Albany (Estados Unidos), pero no es el único. A esta preocupación se le unen el temor por no saber qué necesita el bebé, no poder estar con el pequeño en casa por causa del trabajo, ser un buen padre o el bienestar del recién nacido, entre otros.
La responsabilidad financiera que surge después del nacimiento de un hijo es el factor de estrés más mencionado
Sin embargo, aunque estos sean los miedos más referidos por los padres, al priorizar el aspecto que más les preocupa, los nuevos padres encuestados colocaron en primer y segundo lugar el hecho de no tener suficiente tiempo para hacer las cosas que ellos quieran y el exceso de responsabilidad. El tercer miedo de los primerizos coincide con el mayor temor de las madres: la salud de los pequeños.
¿Seré buen padre?
Estos temores son los más frecuentes durante el primer año de vida del nuevo bebé, pero si hay una preocupación que acompaña a los hombres a lo largo de la vida de su hijo es ejercer bien su nuevo rol. Los padres primerizos están ansiosos por hacerlo todo bien y no equivocarse. El objetivo es ser buen padre desde el principio, pero esto no es fácil. El desconocimiento y falta de experiencia ante las situaciones que surgen con un nuevo bebé en casa provoca que, en ocasiones, se sientan incompetentes e incapaces de ejercer su papel a la perfección.
Pero, ¿qué es ser un buen padre? La respuesta a esta pregunta es siempre relativa, ya que cada niño es diferente y las circunstancias que le rodean nunca son las mismas. No obstante, psicólogos y especialistas en educación coinciden en tres aspectos fundamentales que propician siempre que la paternidad sea un éxito: tener una buena comunicación con los hijos y demostrarles afecto; supervisar sus conductas y establecer límites en función de su edad; y favorecer su autonomía, independencia y responsabilidad.
¿Con cuánta fiebre tengo que llevarlo al hospital? ¿Son normales esas manchitas? ¿Le puedo dar ya cereales? Si hace tan solo tres lustros estas y otras muchas dudas y preocupaciones de los padres primerizos se resolvían con una visita al pediatra o una llamada a la abuela, hoy en día para obtener una respuesta más rápida los nuevos padres recurren al “doctor Google“.
Según un análisis realizado por el popular buscador, la salud es la principal preocupación de los progenitores. A los que aún están en la fase de embarazo o tienen un recién nacido les interesa en especial la información relacionada con el peso del bebé. Sin embargo, a partir de que el pequeño tiene ya uno o dos años la inquietud mayor se relaciona con la fiebre.