Los lubricantes vaginales tienen un nivel de pH inferior al de los espermatozoides, lo cual afecta a su movilidad y, como consecuencia, a su capacidad para alcanzar el óvulo y fecundarlo. Así lo aseguran diversos estudios científicos, aunque una investigación reciente apunta que la lubricación artificial no parece reducir las posibilidades de concebir. En este artículo se aportan estas últimas conclusiones y se explica por qué los lubricantes son contraproducentes para buscar un embarazo y cómo su acidez puede reducir la motilidad de los espermatozoides.
Lubricantes, contraproducentes para el embarazo
Desde hace varios años, a partir de los resultados arrojados por varios estudios científicos, se considera que los lubricantes vaginales son contraproducentes para lograr un embarazo. El motivo es que alteran el nivel de pH de los espermatozoides, lo cual reduce su motilidad y, como consecuencia, su capacidad para alcanzar el óvulo y fecundarlo.
El estrés por la llegada del embarazo puede reducir la lubricación natural de la mujer
Para muchas parejas que buscan concebir, las relaciones sexuales a menudo se conviertan en una especie de trámite que se debe realizar en días y momentos preestablecidos. Esto reduce el placer y origina que la lubricación vaginal natural sea escasa e insuficiente. Por tal motivo, muchas parejas recurren al uso de estos lubricantes artificiales, sustancias que podrían ser perjudiciales para el objetivo de conseguir el embarazo.
Los lubricantes reducen la movilidad de los espermatozoides
El primer estudio importante al respecto fue realizado en 1996 por investigadores del Centro Médico del Suroeste de la Universidad de Texas en Dallas (Estados Unidos). Los científicos tomaron semen de donantes sanos y los mezclaron con cuatro lubricantes vaginales de diferentes marcas. También hicieron la prueba con dos aceites naturales empleados a menudo como lubricantes.
El experimento demostró que, después de una hora de producida la combinación, los lubricantes inhiben la motilidad de los espermatozoides entre un 60 y un 100%. Esta inhibición total fue causada por dos de los cuatro lubricantes: su efecto fue similar al de una sustancia espermicida o anticonceptiva. En cambio, el aceite de colza o canola no mostró efectos negativos.
Estas conclusiones fueron ratificadas más tarde por otros estudios, no solo al hablar de fecundación en seres humanos, sino también en otros animales. En consecuencia, la recomendación de los investigadores fue evitar en la medida de lo posible el uso de lubricantes vaginales cuando se busque el embarazo. Y, en caso de que sea necesario, utilizar sustancias naturales y no industriales.
La acidez de los lubricantes
Los lubricantes tienen un pH distinto a los espermatozoides, por lo que reducen su movilidadEl potencial de hidrógeno, conocido como pH, es la medida de acidez o alcalinidad de una sustancia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el valor de pH óptimo para los espermatozoides está entre 7 y 8,5. El moco cervical, por su parte, es más ácido (valor inferior de pH), pero aumenta a niveles similares en los periodos fértiles de la mujer: es la forma con la que el organismo femenino busca garantizar la supervivencia de los espermatozoides y propiciar el embarazo.
El pH de los lubricantes artificiales es demasiado bajo. Esta acidez es la que reduciría la motilidad de los espermatozoides y, por lo tanto, las probabilidades de fecundación.
Por eso, lo mejor es siempre desarrollar juegos previos, caricias, masajes, etc., para procurar una buena lubricación natural. En caso de que esto no resultara suficiente, lo idóneo es recurrir a lubricantes naturales, como aceites.
Los lubricantes vaginales durante la búsqueda de la gestación “no parecen reducir las posibilidades de concebir”No todos los estudios coinciden en apuntar el efecto negativo de los lubricantes para lograr el embarazo, ya que un trabajo reciente ha puesto en tela de juicio su supuesto efecto negativo.
Expertos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (EE.UU.) seleccionaron un grupo de 275 mujeres de edades entre 30 y 44 años sin historial de infertilidad y analizaron su comportamiento en la búsqueda del embarazo a lo largo de seis meses. El 57% de las mujeres no utilizó nunca lubricantes, el 29% lo hizo en algunas ocasiones y el 14% restante lo usó con frecuencia (en más de la mitad de sus relaciones sexuales). La comparación tuvo en cuenta las diferencias de edad y la frecuencia de las relaciones sexuales en los periodos fértiles.
El resultado fue que el grado de éxito en la búsqueda de la fecundación fue similar para las mujeres que habían empleado lubricantes y las que no lo habían hecho. A la luz de estas conclusiones, los lubricantes vaginales durante la búsqueda de la gestación “no parecen reducir las posibilidades de concebir”, afirman estos expertos.
Entre las posibles explicaciones estaría que los espermatozoides puedan depositarse en la parte alta de la vagina, o alcanzar muy pronto el cuello del útero, y de esa forma evitar sufrir el efecto de los lubricantes. Por el otro, los lubricantes podrían hacer más placentero el acto sexual y originar que las parejas que los usen aumenten la frecuencia de sus relaciones.
En cualquier caso, son necesarios nuevos estudios para corroborar los resultados y alcanzar datos más precisos.