Jugar con plastilina es uno de los entretenimientos preferidos de los más pequeños y les reporta diversos beneficios. ¿Por qué no fabricarla en casa? Solo se necesitan cinco ingredientes muy accesibles: agua, harina, sal, aceite y colorante alimentario. A continuación se detalla paso a paso el proceso para crear una plastilina casera e ideas para hacer diferentes figuras.
La plastilina casera es inocua y fácil de manipularFabricar pasta de modelar en casa es una alternativa barata y sencilla para que los niños realicen juegos y actividades similares a los que practican con la clásica plastilina comercial. Es un proceso simple en el que pueden participar los pequeños, pero siempre supervisados por un adulto. El resultado es una pasta no tóxica y, por tanto, inocua para los menores, que resulta incluso más blanda y fácil de manipular.
Paso 1: reunir los ingredientes de la plastilina casera
Los ingredientes de la pasta de modelar casera son casi todos habituales en cualquier cocina. Para conseguir unos cuatro botes de plastilina se necesita:
- Dos tazas de harina.
- Dos tazas de agua.
- Una taza de sal.
- Dos cucharadas de aceite vegetal (girasol, palma, etc.).
- Colorante alimentario.
Para obtener más volumen en la mezcla, se puede añadir también una cucharada de crémor tártaro (un producto natural que se suele utilizar en repostería) o una cucharada de maicena mezclada con agua.
Paso 2: preparar la masa de la plastilina
En primer lugar, para hacer la masa es preciso calentar el agua y retirarla del fuego antes de que comience a hervir. A continuación, se vierte el resto de los ingredientes (excepto el colorante) en el mismo recipiente del agua y se mezclan bien. Se pone de nuevo a fuego lento y se remueve la mezcla sin parar, hasta que resulte una masa homogénea que se despegue de los lados del recipiente. Tras dejar enfriar un poco la masa, se saca y se amasa despacio hasta obtener la consistencia adecuada.
La plastilina casera se debe guardar en un recipiente hermético, para que no se seque
El siguiente paso es dar color a la pasta con el colorante. Se divide la mezcla en tantas partes como colores se desee usar, se añade en cada una de ellas unas gotas de color y se amasa de nuevo hasta que adquiere un tono homogéneo. La plastilina ya puede comenzar a utilizarse.
Cuando se termine la actividad, se debe guardar en un recipiente hermético, para que no se seque (mejor en la nevera). No obstante, si al volver a emplearla está algo reseca, se puede humedecer de nuevo con un poco de agua.
Paso 3: crear y dar forma con las manos y algunos moldes
Una vez terminada la pasta, comienza la diversión. Los niños pueden dejar volar su imaginación para dar forma a cualquier figura que se les ocurra. Solo es necesario dejar trabajar a sus pequeñas manos.
También pueden utilizar distintos materiales para jugar con su mezcla casera. Unos moldes de galletas o pastas, un tenedor y un rallador son algunos instrumentos que servirán para modelar sus ideas.
Ideas para modelar con plastilina casera
La Red proporciona ideas para modelar con plastilina casera. Hay que tener en cuenta que los más pequeños (menores de tres años) aún no tendrán muy desarrollada su motricidad fina y el modelado les resultará más dificultoso que a los mayores.
El portal web Orientación Andújar propone una colección de sencillas figuras para modelar como una tortuga, un pulpo, un ratón, una flor o un payaso.
Una extensa colección de animales de la selva o de la granja son las ideas que invita a imitar en Con mis hijos.
El blog Material de Isaac para Educación Especial recomienda una original actividad para trabajar con la pasta: modelar sobre fichas que se pueden descargar e imprimir.
Jugar con la pasta para modelar es una actividad divertida, pero además reporta a los pequeños numerosos beneficios adicionales al entretenimiento.
Por una parte, este juego es una excelente oportunidad para que los niños mejoren su habilidad manual y estimulen su motricidad fina. La precisión y coordinación de movimientos que pueden adquirir con el modelado les ayudará a desarrollar su destreza cuando comiencen a escribir.
El modelado beneficia a los pequeños en otros aspectos. Les distrae y les relaja, favorece de ese modo su capacidad de concentración en una única actividad. Asimismo, representa una oportunidad para desarrollar su creatividad e imaginación, al poder dar forma a cualquier idea que tengan en su cabeza.