Se llama parto consciente al que tanto la mujer embarazada como su pareja -y el personal sanitario- se han preparado a nivel intelectual y emocional para afrontar este proceso sin miedo y del modo más natural posible. Este artículo explica qué es y en qué consiste el denominado parto consciente y los métodos que utiliza para crear un entorno más amable para el nacimiento del bebé.
Parto consciente, formación e información
El «parto consciente se puede definir como aquel en el que se trabaja de manera específica el miedo y las emociones», y permite que las personas que intervienen en él estén formadas e informadas, «tanto a nivel intelectual como emocional». La explicación corresponde a Javier de Domingo, psicólogo especialista en terapia perinatal y dedicado a la promoción de un parto más natural, alejado de la hospitalización y medicalización masivas.
El parto consciente persigue que la madre y su pareja no sientan miedo sino confianza
Esta propuesta se corresponde con una tendencia de los últimos años que busca «humanizar» o hacer más naturales los nacimientos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte desde hace décadas de que «existe una tentación de tratar todos los partos de forma rutinaria, con el mismo alto grado de intervencionismo, tanto si son complicados como si no». Como medida contra este intervencionismo, en 2007 el Ministerio de Sanidad publicó el documento ‘Estrategia de atención al parto normal en el Sistema Nacional de Salud’.
En relación con estos temas, parece haber, en general, dos bandos diferenciados. Por un lado, el de quienes defienden que el parto debe ser en el hospital. Y por otro, el de quienes promueven que el nacimiento del bebé sea en el hogar. Sin embargo, los partidarios del parto consciente no se encuadran en ninguno de los dos. Aunque ven mejor la segunda de las opciones, De Domingo opina que «si una persona no está preparada para tener el parto en casa, es mejor que lo eluda».
Parto consciente, ¿cómo luchar contra el miedo?
El papel de las matronas es de gran ayuda para el parto conscienteUno de los conceptos clave al hablar del parto consciente es el miedo. En este sentido, ha sido clave el papel de la matrona Consuelo Ruiz Vélez-Frías, quien en 1955 publicó un pequeño manual titulado ‘El parto sin dolor‘ (que se puede leer on line). La experta hace una analogía que ayuda a entender el planteamiento. Imagina que dos personas, una de las cuales sabe nadar y la otra no, salen a dar un paseo en barca y naufragan. El que sabe nadar hace lo que le han enseñado (porque no nació sabiendo nadar) y se salva. El otro, en cambio, se asusta y cuando cae al agua grita, patalea, respira mal y se ahoga.
«El parto es más doloroso porque las mujeres no saben lo que tienen que hacer en el momento de dar a luz», argumenta Ruiz Vélez-Frías. Y añade que, «en su azoramiento y nerviosismo, suelen hacer todo lo contrario, es decir, movimientos antinaturales, que impiden la evolución normal de todo el proceso y provocan más dolor».
Por su parte, De Domingo explica que «lo contrario del miedo es la confianza» y que, para tener confianza, hace falta entender lo que sucede. «Si durante el parto hay gente alrededor de la mujer que también tiene miedo, o si el propio ginecólogo tiene miedo, puede asustar a la parturienta o a su pareja», asegura.
Pautas para un parto consciente
La mejor manera de prepararse para un parto consciente es con la ayuda de una doula o matrona. Ella podrá brindar el mejor asesoramiento durante el embarazo y el puerperio.
En España, sin embargo, no hay muchos hospitales preparados para este tipo de alumbramientos. La Federación de Asociaciones de Matronas de España destaca seis centros por sus buenas prácticas en este sentido: el Hospital Comarcal de Inca y el Hospital Sont Llàtzer, en Palma de Mallorca; el de La Inmaculada, en Almería; el de Santa Caterina, en Gerona; el de La Plana, en Castellón; y el de San Juan de la Cruz, en Jaén.
Por otra parte, la Asociación de Matronas de Madrid recomienda una serie de hospitales en esta comunidad: el 12 de Octubre y el Infanta de Leonor, en Madrid; el Infanta Elena, en Valdemoro; el Puerta de Hierro, en Majadahonda; y el Universitario de Fuenlabrada.
Los psicólogos perinatales resaltan la importancia de la formación y la información, no solo desde un punto de vista intelectual sino también emocional. Uno de los referentes en el parto consciente es el francés Michel Odent, autor de una docena de libros sobre esta materia y principal precursor de los cambios en el sistema de partos en países como Gran Bretaña y Holanda. Odent ha señalado en diversas entrevistas que no hay que “humanizar” el parto, sino “mamiferizarlo”. Alude a la necesidad de crear el entorno necesario para el parto, el cual permite liberar el flujo hormonal necesario.
Existe una hormona, la oxitocina, que es fundamental para el parto por dos motivos: es necesaria para producir contracciones uterinas efectivas y es clave en el vínculo inicial entre la madre y el hijo (por eso, la oxitocina se conoce como la hormona del amor).
Pero esta hormona también se opone a la adrenalina. Si aparece esta última (más probable que lo haga cuanto más instrumentalizado sea el parto), es mucho más difícil que la mujer segregue oxitocina. Esto obliga a tener que aplicarla por medios artificiales, una intervención que en España ocurre en el 53% de los partos, por lo que se añade dificultad al proceso y lo hace más traumático.
En nuestro país, el número de cesáreas (uno de cada cuatro partos) supera las recomendaciones de la OMS (entre el 10% y 15% de los alumbramientos). Además, en el 42% de los casos se recurre a la episiotomía; y casi nueve de cada diez se realizan con la futura madre tumbada, posición que favorece la comodidad del personal sanitario pero perjudica a la mujer y al proceso.