En España no existe un calendario de vacunación oficial común para todo el país, pero los pediatras recomiendan la aplicación de casi una decena de vacunas a los niños. Muchas de ellas requieren una primera dosis alrededor de los dos meses de vida y una o dos más durante el primer semestre. En este artículo se ofrecen detalles sobre el calendario vacunal, la clasificación de las vacunas y, una por una, todas las vacunas que se deben administrar a los bebés y niños.
El calendario y los tipos de vacunas
Cada año, el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) establece un calendario recomendado de vacunación. Este cronograma divide las vacunas en tres grupos: sistemáticas, recomendadas y dirigidas a grupos de riesgo. Sin embargo, para ese organismo, tanto las sistemáticas como las recomendadas deberían ser administradas a todos los niños de forma universal.
¿En qué se diferencian entonces las sistemáticas y las recomendadas? Pues que en el caso de estas últimas, «por razones de coste-efectividad, su prioridad se establece en función de las posibilidades económicas de financiación pública». Como no existe un calendario de vacunación unificado para toda España, los calendarios difieren entre las distintas comunidades autónomas. En consecuencia, hay vacunas que están incluidas en la salud pública en algunas comunidades y no en otras.
El CAV-AEP -cuyos miembros promueven la implementación de un calendario único para todo el país- cuenta en su sitio web con un apartado especial donde se pueden consultar las particularidades de cada región.
La difteria y su reaparición en España
La muerte de un niño de 6 años por difteria en Olot (Girona), en junio de este año, puso de nuevo en primera plana la enorme importancia de esta forma de inmunización. El pequeño (la primera víctima de la difteria en España desde 1986) no había recibido la vacuna contra esta enfermedad por decisión de sus padres, quienes, tras el fallecimiento, dijeron sentirse «engañados» por el llamado «movimiento antivacunas«, que promueve la no administración de vacunas a los niños.
La vacuna contra la difteria, el tétanos y la tosferina forma parte del calendario de vacunas sistemáticas. Incluye seis dosis: las tres primeras deben administrarse a los 2, 4 y 6 meses de vida; luego, un refuerzo entre los 15 y 18 meses; y otras dos a los 6 y a los 11 o 12 años, respectivamente.
Las vacunas sistemáticas
Además de la vacuna contra la difteria, las vacunas sistemáticas para los bebés y niños son las siguientes:
- Antihepatitis B. Se deben aplicar tres dosis. En los casos de madres portadoras del virus de la hepatitis B, la primera dosis es necesaria en las primeras horas de vida; la segunda se da al mes o a los 2 meses de vida; y la tercera, a los 6. Cuando la madre no es portadora del virus, la primera dosis puede llegar a los 2 meses de vida, que se completa con la segunda a los 4 y la tercera a los 6 meses.
- Contra el Haemophilus influenzae tipo b y Antipoliomielítica inactivada. Son dos vacunas diferentes, pero sus cuatro dosis se deben aplicar al mismo tiempo (en coincidencia con las cuatro primeras dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tosferina): a los 2, 4 y 6 meses de vida, mientras el refuerzo llega a los 15-18.
- Contra el meningococo C. Son necesarias tres dosis: a los 4 meses, al año y a los 11-12 años. Sin embargo, a veces, según el preparado vacunal, la primera dosis se puede dividir en dos, aplicables a los 2 y a los 4 meses de vida, respectivamente.
- Contra el neumococo. También requiere cuatro dosis: a los 2, 4 y 6 meses, además de un refuerzo a los 12-15 meses. Esta vacuna, no obstante, no figura entre las sistemáticas en todas las comunidades. El CAV-AEP sugiere que, en caso de inclusión, se establezca una pauta de tres dosis: a los 2, 4 y 12 meses de vida.
- Contra el sarampión, la rubeola y la parotiditis. Las dosis necesarias son dos, al año y entre los 2 y 3 años (aunque lo recomendado es a los 2). Los pediatras también aconsejan, para «pacientes susceptibles fuera de las edades anteriores», la vacunación con dos dosis con un intervalo de al menos un mes entre una y otra.
- Contra el virus del papiloma humano. Solo para las niñas. Se administra en dos dosis, entre los 11 y 12 años.
Las vacunas recomendadas
Las vacunas que integran el grupo de las recomendadas por la CAV-AEP son tres:
- Contra el meningococo B. Su pauta de aplicación es similar a la de la vacuna contra el neumococo: cuatro dosis, a los 2, 4, 6 y 12-15 meses, respectivamente. Las tres primeras dosis se pueden retrasar un mes cada una (es decir, aplicarse a los 3, 5 y 7 meses), explica el Comité, para evitar posibles reacciones negativas.
- Contra el rotavirus. Tres dosis: a los 2, 3 y 4 meses o 2, 4 y 6 meses. En cualquier caso, la primera dosis debe ser entre las 6 y 12 semanas de vida, mientras que la última no puede ser después de la semana 32.
- Contra la varicela. Su pauta de aplicación es la misma que en el caso de la vacuna contra el sarampión, la rubeola y la parotiditis: una dosis al año de vida y una segunda entre los 2 y 3 (mejor a los 2). Y para pacientes susceptibles fuera de esas edades, dos dosis, con al menos un mes de un intervalo.
Las vacunas para grupos de riesgo indicadas por el CAV-AEP son dos.
Por un lado está la antigripal. Según la Organización Mundial de la Salud, entre los grupos de riesgo de sufrir gripe se encuentran los menores de 2 años y las personas con afecciones “como inmunodepresión o enfermedades crónicas cardiacas, pulmonares, renales, hepáticas, sanguíneas o metabólicas”. Esta vacuna es de aplicación anual y, además de los pacientes con factores de riesgo, incluye a sus convivientes. Se administra una dosis a los mayores de 9 años de edad y dos a los menores (a partir de los 6 meses de vida) con intervalo de un mes. Si en los años siguientes el factor de riesgo persiste, ya se puede utilizar una sola dosis, sin importar la edad.
La otra vacuna para grupos de riesgo es la antihepatitis A. Se aplican dos dosis, con un intervalo de seis meses, a partir del año de vida. Y está indicada, además de los pacientes con algún factor de riesgo, para personas que viajarán a países “con endemicidad intermedia o alta”.