Los viajes en avión con bebés pequeños no están contraindicados, salvo antes de las dos semanas de vida. No obstante, sus preparativos requieren prestar atención a múltiples factores, desde la documentación necesaria hasta consejos relacionados con la comida, los pañales o medicamentos que sea necesario suministrarle durante el trayecto. A continuación se ofrecen detalles sobre los viajes en avión con recién nacidos, consejos prácticos para volar con bebés, la documentación imprescindible y datos sobre tarifas, asientos y cochecitos para bebés en el avión.
Viajar en avión con bebés recién nacidos
Durante el despegue y el aterrizaje del avión, lo recomendable es que los bebés estén despiertos y tengan algo para succionar o deglutir
Ante cuestiones como la edad mínima a la que los bebés pueden viajar y las tarifas de sus billetes, conviene consultar las condiciones específicas de cada aerolínea. Viajar en avión con un bebé de pocas semanas de vida puede parecer algo dificultoso, pero es posible. «No existe ninguna contraindicación para que el bebé pueda viajar en avión», apunta la guía para madres y padres ‘Cuídame’, editada por el Gobierno de Aragón. Afrontar el reto exige, eso sí, una serie de precauciones y preparativos especiales para evitar dolores de cabeza.
En primer lugar, hay que señalar que no conviene que bebés de menos de 15 días de vida viajen en avión. Así lo recomienda el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría. De hecho, algunas compañías no los admiten.
Otras establecen el mínimo para viajar en sus aviones en ocho días de vida. En cualquier caso, si se pretende viajar con bebés tan pequeños, es imprescindible consultar las condiciones particulares de la empresa con la que se desee volar.
Consejos prácticos para volar con bebés
Para el bienestar de los bebés y sus responsables durante el vuelo, hay que atender a una serie de consejos prácticos. A continuación se destacan los más importantes:
- Llevar biberones y demás alimentos habituales del bebé en cantidad suficiente para el viaje.
- Llevar también los materiales necesarios para cambiarle: pañales, algodón, toallitas húmedas, etc.
- Hidratar con frecuencia al bebé durante el vuelo.
- Vestirle con prendas cómodas y calientes (jersey, calcetines, una mantita, etc.).
- Contar con algunos juguetes para que el bebé se entretenga, pero no demasiados, ya que podrían caerse y diseminar por el suelo del avión.
- Si se viaja con un cochecito u otro adminículo, identificarlos bien mediante una etiqueta con los datos (nombre, dirección, número de teléfono y correo electrónico).
- Portar medicamentos y tarjeta sanitaria, en caso de que el bebé esté bajo algún tratamiento o sufra algún problema.
- Darle de mamar o tener preparados un chupete, una tetina, un biberón o una galleta para las fases de despegue y aterrizaje. De este modo se mitigan las molestias en los oídos de los pequeños, debidas a los cambios en la presión ambiental. Los expertos recomiendan que los bebés no duerman en estos momentos del viaje, para que puedan succionar o deglutir y evitar así posibles dolores de oído.
Documentación para viajar en avión con bebés
Con respecto a la documentación necesaria para viajar con bebés, conviene ser precavidos. En vuelos dentro de España, muchas compañías no solicitan la documentación del bebé. Pero si viajamos con un hijo menor de 14 años sin DNI o pasaporte, algunas compañías pueden solicitarnos el libro de familia.
Otras compañías, no obstante, sí expresan la necesidad de un documento de identidad, que puede ser DNI (en caso de viajar a países del espacio Schengen) o pasaporte (al resto del mundo).
Lo mejor es, en consecuencia, informarse en el sitio web de la compañía y ponerse en contacto con sus responsables para aclarar cualquier duda.
Tarifas, asientos y cochecitos para bebés en el avión
Con relación a las tarifas, las aerolíneas también aplican políticas diferenciadas. En algunos casos viajan gratis y en otros pagan un porcentaje del costo normal para un adulto. Otras establecen una tarifa fija (que puede rondar los 20 euros) para bebés que viajan en el regazo de un adulto, aunque admiten la posibilidad de que ocupen un asiento independiente, siempre y cuando cuenten con una silla de seguridad adecuada a su edad, peso y estatura. En este caso, los bebés suelen pagar tarifa normal (como un adulto).
La AESA también informa de que los bebés en avión no deben viajar en los asientos ubicados junto a las salidas de emergencia porque «este tipo de puertas normalmente requieren su activación por parte de los pasajeros». Muchas compañías reservan, para los viajeros con niños pequeños, la primera fila de asientos, que ofrecen más espacio para estirarse y en los cuales es más fácil levantarse y caminar.
Por las dudas, conviene ponerse en contacto con la oficina de atención al cliente de la empresa para asegurarse de poder viajar en ese sitio.
Por otro lado, la agencia señala que, por lo general, «está permitido llevar una cuna portátil o un cochecito plegable sin coste adicional». Pero tanto en este sentido como en cuanto a las tarifas y otros posibles cargos, al igual que con la edad mínima, conviene consultar con cada compañía.