Uno de los mayores peligros al abrir un hueco en una pared de ladrillo es el derrumbe. Para evitar imprevistos desagradables, hay que conocer la estructura y la calidad de la pared. Muchas casas de campo antiguas están construidas con piedras irregulares unidas entre sí por un material poco adherente y nada seguro. En estos casos, el trabajo puede ser muy complicado, además de peligroso para la seguridad del edificio, por lo que es preferible renunciar o recurrir a un profesional.
Una abertura sin peligro de derrumbes
Tras comprobar que el interior del muro no oculta elementos como cableado eléctrico o tuberías y que es firme, se marca con un lápiz o una tiza la ubicación que tendrá la futura abertura. A continuación, se elimina con un cortafríos el yeso de esa zona.
Una vez que los ladrillos están al descubierto, se marcan los cuatro vértices de la abertura con un taladro, que será de gran ayuda al abrir el hueco.
Para más seguridad, antes de retirar los ladrillos se debe hacer una abertura en forma de pirámide. Se seleccionan las primeras cuatro filas de ladrillos por encima del límite superior del hueco y se retira primero el ladrillo correspondiente a la punta de la pirámide. Luego se quitan las otras piezas, desde arriba hacia abajo.
Terminado el triangulo de seguridad, si no hay ningún derrumbe, se instala en la base del mismo un dintel de madera para que soporte el peso de la estructura.
Se colocan de nuevo los ladrillos en el hueco de la pirámide que se ha dejado libre, se pegan con mortero y se dejan secar durante 24 horas. Transcurrido este tiempo, se puede empezar a quitar todos los ladrillos (desde arriba), ya que el dintel sostendrá el peso de las piezas que queden por encima. La forma correcta de trabajar exige eliminar con un cortafríos la junta de mortero que los une, pero nunca golpear de forma directa con la maza. Los huecos que puedan quedar en los laterales se deben rellenar con trozos de ladrillo.
Cortar un ladrillo supone seguir unos pasos concretos en función del tipo de pieza. Los más sencillos de partir son los macizos. Con un lápiz se marca la línea por la que se seccionará la pieza, se realiza una hendidura con una piqueta y se termina de fraccionar la pieza con un cincel.
Para un corte limpio y exacto, se puede utilizar una radial con un disco para piedra
Si el ladrillo es hueco, se procede del mismo modo. Se marca la línea por la que se partirá la pieza, se da un golpe seco con la piqueta y se rompe con un cincel.
Para un corte limpio y exacto, se puede utilizar una radial con un disco para piedra.
En ambos casos, para que al realizar el corte no se levante polvo, se debe sumergir con anterioridad el ladrillo en un cubo con agua durante unos 20 minutos.